Violence

378 REPERTORIO AMERICANO tria Costarricense. Entonces fué cuando principios doctrinarios inconmovibles, pa zón los gérmenes de la dignidad y del hoel espíritu de este país afirmó sus derechos ra poner de relieve el hecho fundamental nor, y que inspirándole sublimes y nobles y cuando quedó sustentada como doctrina de nuestra república de que hombres de sentimientos, le hace justo, benéfico y panuestra: que el régimen democrático no tie su especie son los que constituyen los va triota.
ne otro fundamento que el de la cultura pú lores de buena ley de nuestra historia en el blica. La inauguración de la Universidad se pasado, ahora y en el porvenir. Yo quisiera es el baluarte indestructible de la libertad Que de esta manera la ilustración verificó en 1844 como una de las fiestas decir de él que es el ciudadano por excelen de los pueblos, el firme apoyo de su trancon que se inauguraba el régimen consti cia: consciente de sus propios deberes, com quilidad, el Paladión de sus derechos, y tucional de esa época. La constitución del prensivo de los altos intereses. públicos y 44 es civilizadora y cabe decir que después preocupado por mantener su espíritu frente la primordial causa de su engrandecimiento y prosperidad.
de la prueba de Carrillo, es ella la que ini a la luz de los siglos. Zambrana tiecía: El cia el régimen constitucional de Costa Rica. profesor más humilde que contribuya a eduEra una filosofía práctica, digamos así, La idea de la importancia institucional de car un pueblo en la disciplina de la ley y a racionalista, acomodada a las condiciones la Universidad aparece, tal como ha debido civilizar la ley para levantar con ella el ni alguna ideológica y cuyo bienestar tenía de un pueblo de nuevo origen, sin tradición comprenderla su fundador, en el proyecto vel moral de una sociedad, es algo más que de reformas de 1883: la Universidad es que derivarlo de su prudencia en el vivir un grande hombre del siglo xix. Es un ciuen jerarquía, la primera corporación de la dadano del siglo xx. Pero el doctor Casy de un persistente y honrado empeño de educarse. Así lo decía el doctor Castro, coRepública después de los supremos poderes tro es para nosotros un ciudadano de todos nacionales.
mentando los acontecimientos políticos del los tiempos, mientras la patria exista. Su La vida del doctor Castro está esencial memoria no podrá. olvidarse y ganará más momento, en su discurso como Presidente de la Cámara de Diputados en 1845. La mente vinculada a la acción civilizadora bien con el tiempo. Nuestra generación transición de un régimen a otro, es la cirde la Universidad. Fué muy puntilloso él. nada tiene que reprocharle. No piensa en cunstancia de más peligro para los pueblos.
en cuanto a su propia reputación; se esme el político combatido por sus feroces eneró en adquirir un prestigio internacional. migos, ni piensa en sus errores, si es que coTorrentes de sangre ha costado casi a todos la mutación de principios y de sistemas, Talvez no lo hizo por simple orgullo de hom metió errores. No piensa en el hombre, que bre. El quería con el lustre de su vida, ha. siempre es un juego complejo de grandezas y el dolor y la muerte han marcado muchas cer a la suya acreedora al respeto de los ex y debilidades. Piensa en el patricio y cree veces los cambios políticos de las más cultas naciones. vista de tan fatal destino, traños. Alguna vez dijo estas brillantes pa que es ejemplar.
labras que constituyen en verdad un prograes muy plausible que sin violencias ni trasSiendo joven, le llamaron fundador de la ma moral de la nación: no tenemos escuatornos, Costa Rica se haya desprendido de república. los pueblos son justos. Le dieun orden de cosas que había creado hábidras; tengamos la simpatía de las nacio ron ese título más bien cuando nada se estos y vinculado intereses, y que tan pronto nes.
peraba de él y se lo dieron por su virtud.
se haya acomodado a las actuales bases consFué celoso en el desempeño de los diver Así quedará por los siglos: como el funtitutivas, dando así al mundo y a la postesos cargos públicos que se le encomendaron, dador de la República.
ridad el mejor testimonio de amor a la paz.
tanto en el orden diplomática, como en el El el fundador universitario de la ReEste bien que hoy se debe al apego de la ejercicio de la magistratura Judicial, como. pública. Es nuestro Sarmiento. Me habría propiedad y al poder de ciegas virtudes, es en los Ministerios de Relaciones Exteriores gustado encontrar en algunos de sus escri preciso para perpetuarlo, que algún día se y de Instrucción Pública, como en el Par tos el nombre de Sarmiento. Pero tengo la deba al convencimiento del saber. lamento, como en el ejercicio de la Primera seguridad de que sigue de cerca la actuación Esta devoción al poder de los principios Magistratura; pero si se le hubiese pregun del estadista educador argentino. El nues fundados en la luz de la razón humana o tado, en las horas serenas de su ancianidad, tro no es menos grande que aquel, aunque en el libre ejercicio de las ideas, es la que en qué se complacía más como servidor de los escenarios sean distintos. Aquel creó le inspira sus saludables doctrinas presisu país, habría dicho, acaso, que en su recto la consciencia argentina. El nuestro creó denciales que el ofrece a los costarricenses, ría en la Universidad de Santo Tomás. la consciencia costarricense. Como Sarmás como una lección y advertencia, que Su medio de actuar más eficazmente miento sintió, al decir de Lugones: La como una promesa: Simple instrumento en el espíritu de su país ha sido esa insti compasión a la ignorancia. El nuestro vió de la voluntad del soberano, no será mi voz tución. Ella cumplió su misión de la mejor con un sentimiento de profunda humani la que impere, sino la del ilustre Congreso manera, tuvo su época de esplendor, y él que la ignorancia es el mal de la Rea quien toca guiarme en el desempeño de no fué ajeno a nada de eso. Circunstancias pública. Por eso, el doctor Castro, en vez las delicadas funciones que se me encohistóricas, acaso inevitables, obligaron a los de hacer simplemente gobierno, hizo luz.
miendan, y con el cual procuraré siempre hombres que tenían deuda con ella a clau También su principio fue el mismo de Sar guardar la armonía que demanda la profesurarla y a dejar en su lugar, la Escuela. miento: Hay que educar al pueblo para que sión de unas mismas reglas y las tendende Derecho. Nosotros al reunirnos aquí, pueda ser libre.
cias dirigidas a un mismo fin.
representamos el espíritu de aquella anti Nuestros hombres comprendieron que no Si por desgracia algún día viera yo gua institución y la vivimos un instante podían construir la República en las tinieque a este término (al del ejercicio de la como en sus mejores horas.
blas de la ignorancia popular. Si en los indi violencia. me conducen la injusta oposiFiel a ese espíritu que constituye el prin bre y la abyección, en los pueblos produce de mis amigos, el abandono de los hombres viduos, la ignorancia produce la servidumción del poder legislativo, la indolencia cipio de cultura nacional el doctor Castro el desorden infecundo. Ilustrar para ellos, pensadores, y la frialdad y apatia de los realizó una vida fecunda en hechos edifi.
era vitalizar. Por este camino fue que llega egoístas, sin quedarme expeditos otros mecantes. Los jóvenes que me escuchen se servirán excusarme de que renuncie a la sa ron a formular, una política educadora, insdios que los del terror, para dar un paso en tisfacción de hacer siquiera una breve bio. pirada, más que en otra cosa, en las urgenla línea de la prosperidad social, haría decias de la experiencia vivida. Esa filosografía del doctor Castro. Supongo que no jación del mando, cualesquiera que fueran fía se condensa en los dos primeros consilas consecuencias, la suerte que me tocase la ignoran. El doctor Castro es una de las derandos de la Ley de Erección de la Unipersonalidades más conocidas de la vida y la responsabilidad que hubiera de satisversidad costarricense. Yo no podré, en este momento, facer.
sino referirme a ciertos actos y episodios Qué sólo la ilustración pone al hom Su concepto de hombre de gobierno costarricense lo encontramos varias veces exde esa vida, que pintan al político ilustre, bre, en el importante conocimiento de sus puesto, siquiera como doctrina, aunque no al espíritu despierto y universal, al republi derechos y obligaciones; que refrena y dicano constante y sincero y al hombre de rige sus pasiones; que siembra en su cora tenemos derecho a dudar de la fuerza y leal: dad Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica