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354 REPERTORIO AMERICANO.
ideal, que, de etapa en etapa, aclara ante los escalones para que nosotros pudiésemos gel. Todo relativismo es escepticismo.
sí mismo, desvela y revela al Espíritu. El llegar a esta deleitable suma altura en que Esa verdad para un tiempo no es la verconcepto con que empezamos se perfeccio. estamos y que somos. El optimismo sin dad. De todos modos, el tema de nuestro na en otro; éste, a su vez, en otro, y así su reticencia que esta actitud de Hegel reve. tiempo la unión de lo temporal y lo etercesivamente, en cadena de diamante, en la es un buen punto del contraste para de nono está resuelto en Hegel.
disciplina dialéctica, que nos aprisiona, finir el cambio de sensibilidad que en los El caso de Hégel patentiza sonoramenpara, al cabo, dotarnos de la suma liber últimos años ha experimentado el alma te el error que hay en definir lo histórico tad. Como el Espiritu no consiste en otra moderna. sobre todo la europea. El mo como el pasado. Una concepción cautelosa de cosa que en conocerse, y lo logra ideale derno no se cree ya tan ingenuante la lo real histórico tiene que contar con el fumente en ese proceso lógico, quiere decir edad definitiva. En la filosofía hegeliana turo, con nuestro futuro, no sólo con nose que él es este proceso mismo, que es, por de la historia, todas las calificaciones y sotros, en cuanto futuro de lo pretérito. Así tanto, evolución conceptual; concepto que valoraciones del pretérito están calculadas acaece que esta filosofía de la historia no se va transformando y enriqueciendo, co en vista del presente como término de la tiene futuro, no tienc escape. Por eso es de smo el árbol evoluciona, por intimo desplie evolución. Lo histórico es sólo el pasado. un peculiarísimo interés averiguar como gue, desde ser simiente hasta ser árbol. Nosotros somos su lucido resultado. El se las arregla Hégel con América, que si Resulta, pues, que para Hégel la últi Espíritu del mundo actual es el concepto es algo es algo futuro.
ma realidad del universo es por si evolución que el Espíritu ha llegado a tener de sí Pero antes. conviene añadir unas palay progreso; consecuentemente, que lo cós mismo; él es quien posee y rige el mundo bras sobre lo que Hégel considera como mico es, desde luego, histórico. Sólo que y es el resultado de los esfuerzos de seis pasado histórico. No se vaya a creer que un la expresión propia de aquella evolución mil años. mí me abruma la cantidad de emperador está dispuesto, sin más ni más, absoluta es la cadena de la Lógica, la cual gratitud que esta idea me impone para esos a aceptar todo lo que se le presente. Pasado, es una historia sin tiempo. La historia seis mil años y esos miles de millones de en Hégel, son sólo aquellos pueblos que forefectiva es la proyección en el tiempo de esa hombres que se han fatigado en producir maron claramente un Estado. La vida prepura serie de ideas, de ese proceso lógico. me. Pero ésta es la dimensión de ingenui estatal es irracional, y Hégel, en su racioCada uno de sus estadios adquiere al fijarse, dad que reside en el hegelismo de inge: nalización de la historia, no llega a la geal acaecer en un instante del tiempo, cierta nuidad y de crueldad imperial. Es un nerosidad de salvarla y justificarla toda.
existencia aparte. la serie temporal de pensamiento de Faraón, que mira el hor Es aún demasiado racionalista. Antes del estos acontecimientos evolutivos del Es miguero de trabajadores afanados en conş. Estado no hay historia, sino sólo prehispíritu es la Historia universal. Cada es. truir su pirámide. él debe el sistema de toria, la cual se ocupa del hombre natadio lógico es vivido, representado, eje Hégel su carácter de sistema cerrado, sin turaleza. sin auténtico pasado, como no lo cutado por algún gran pueblo Egipto, Per. evolución más allá de sí mismo, sin maña tienen los átomos. Los pueblos primitivos, sia, Grecia, Roma, etc. que de este mo na. El presente, para Hégel, no es un tiem continentes enteros, no entran en la histodo, como momento necesario en el autoco po cualquiera: es éste, y sólo éste. por ria. Son pueblos dice de conciencia nocimiento del Espíritu universal, adquie eso nuestro presente no cambiará en nada turbia. Lo único propio y digno de la conre un sentido, un valor absoluto.
esencial, perdurará idéntico, sin preterir sideración filosófica es recoger la historia Hay en la filosofia histórica de Hégel jamás. El estado de espíritu de un Tra allí donde la nacionalidad empieza a manifestarse en su existencia terrestre. la ambición de justificar cada época, cada jano cuando edifica sus edificios eternos. etapa humana, evitando la indiscreción El historiador que con su persona cierra. Fuera, pues, los pueblos salvajes. del vulgar progresismo, que considera totapona: el curso futuro de la historia es Tras ellos comienza la historia propiamenarrastrado do el pasado como pura e inútil barbarie.
él no lo domina, hace de por te tal; a ésta sigue el presente, que es la. Así pensaban el siglo xvil y el xvii, para si un pretérito perfecto. la defensa plena y estable cultura, que ya no es histoquienes razón e historia son antitéticasde que la filosofía hegeliana se ha hecho ria. Cómo se las arreglarán los que viepor ser la historia, es decir, lo diciendo que en ella misma está previsto el men detrás. preguntamos. Hégelse pasado antes del advenimiento de la raison, lugar que ella ocupa ser la verdad de su inquieta un momento cuando la realidad le una pura irracionalidad. Hégel quiere época (como el rey que deja en el monu plantea esta pregunta que es el aldabonademostrar, por el contrario, que lo histórico mento preparado su tumba. revela, una zo del futuro. esta pregunta se la haes emanación de la razón. que el pretériaceptación del relativismo que pondria ce América. Veamos cómo se comporta to tiene buen sentido e, dicho de otro modo, fuera de si al imperial, al absoluto Hé Hégel.
que la Historia universal no es una retahiJosé Ortega y Gasset la de inepcias, sino que en su gigantesca secuencia ha pasado algo serio, algo que tiene realidad, estructura, razón. para esto intenta mostrar que todas las épocas han El estilo y la clase tenido razón, precisamente porque fueron De Crisol. Madrid.
diferentes y aún contradictorias.
Pero esta ordenación de las edades y de Hoy a todo se llama socialismo. Pero hay él se ha dirigido a esos que califica de ca. los pueblos como estadios del Espíritu en un socialismo idealista en fracaso, y un so maradas llenos de iniciativa. para mossu larga faena esencial de conocerse a si cialismo ideológico que se realiza. Cuan trarles una más grande atención, mayor mismo no puede verificarse sino cuando, do cede el estado de guerra no hay por qué solicitud y recurrir de manera más franca al cabo, logra el Espiritu terminar ese des requisar intelectuales: es necesario acudir a su colaboración. Resulta que hoy en Rucubrimiento de si propio. Esto claro esa ellos y enconmendarles la edificación sia hacen falta cinco veces más ingenieros, tá no aconteció hasta nuestros días, que de la idea. Es el momento de la inteligen técnicos, directores, etc. Habrá, pues, más son, que fueron, los de Hégel. Sólo desde cia. Ni se la acosa, ni se la deprecia: se la y mejor pagados. se les pagará en moel presente, y en función de lo que es para deprecia: se la pone en función holgada neda rusa, aun cuando sean extranjeros, nosotros nuestra vida, cabe, según Hegel, mente para que cumpla como buena. porque el proletariado ruso atiende espejustificar las edades pretéritas; sólo des Por los mismos días en que Mussolini cialmente a crear a sus propios intelectuade el espíritu de nuestro pueblo cabe dig licencia a los artistas que estaban amarra les. Así lo recomienda Stalin; pero además nificar a los espíritus de los pueblos antidos a los galeones de su propaganda, con atrae a los que hasta ahora perseguía por guos. Cómo? Mostrando que sin ellos grega de una voz Stalin a los intelec su procedencia burguesa. La razón es innuestro presente no existiria, que fueron tuales. Ha sido en su famoso discurso. En genua. Hace saber como la clase intelecque ha 18 de marzo de 1923 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica