Violence

268 REPERTORIO AMERICANO mo.
Un gran pensador, un maestro De El Tiempo, Bogotá, Si Santiago Pérez hubiera sido un poeta da para un edificio armonioso. Son escriprematuro cuando surgió en una velada de tores arquitectónicos. El escritor francés colegiales entre las aclamaciones de sus hace decir a Sócrates en presencia de Almaestros y de sus condiscípulos, la forma cibíades: este hombre semeja un Partede sus versos habría presentado, según lo nón. el nuestro, al exaltar el valor de la que nos enseña la historia literaria en nuesestatua, exclama: Si apresuramos la vida.
tro país y en otros, desde el primer momencon la llama de nuestra sangre tropicai, td la perfección propia de los ingenios que que tan aprisa gasta su yaso, animemos sianticipan sus frutos, maduros por un proquiera el mármol, ya que en la actitud y ceso subconsciente, que suele ser principio en la expresión artística, como en la zarza de una esterilidad próxima.
sagrada, la vida arde sin consumir.
La forma de sus versos fue en sus ciA pequeños sorbos bebió en la copa helémienzos tan imperfecta, aun entre el desnica este árcade colombiano, el zumo de la orden establecido por el romanticismo, que razón, como lo bebe a pequeños sorbos, el no puede calificarse entre los poetas premaárcade galo. Se diferencian, sí, profunda. turos. Al componer versos en su adolesmente, en que el uno fue un escritor claro cencia que despertaron entusiasmo entre los.
y luminoso, y al otro se le moteja de herméjóvenes de su generación, obedeció a uns, tico y aun de oscuro.
simple sentimiento de revolucionario. El La prosa del colombiano es un río de crisverso le sirvió para expresar en malas rimas talinas ondas. Las ideas aparecen en el los primeros vagidos de sus convicciones fondo, áureas por su gravedad, diamantipolíticas. Su romanticismo fue en él apenas por el esplendor de sus facetas. Corcel nas un prurito juvenil, del cual había de de riendas de seda, su período recorre todos curarse radicalmente. Estaba predestinado los senderos sin extraviarse; cruza la llaSantiago Perez a ser el más sereno, el más hondo y el más nura, escála las colinas, asciende a las artista de nuestros grandes periodistas. Se cumbres.
ha observado que los escritores de mayor retificación de su gusto literario fue labor de En la polémica aparecía dueño de sí mislieve empiezan por ejercitar sus facultades su orgullo de letrado y de su poderosa inSu serenidad desconcertaba al conen el manejo de las rimas. Así, quien emteligencia. Si había compuesto en su ju. trario. Su frase irónica, cuando la ocasión pezó componiendo versos medianos, acabó ventud versos románticos, siguiendo en sus era propicia a la ironía, semejaba un estisiendo prosista de. acendradísimo gusto, extravíos a la flamante escuela, al llegar lete de oro, que hería sin dejar envenenadechado de compostura, ironista delicioso para su mente la hora de la reflexión, realida la herida. La fuerza de su argumentación y maestro de humanidades. Poeta román za en prosa obra perenne. Sobrepujó a sus confundía al enemigo, que nunca pudo pertico, cual ninguno desordenado, vino a ser, rivales, no sólo porque se propuso dominar donarle la superioridad resplandeciente de merced a las más severas disciplinas litelos secretos del idioma al igual de los pró. sus armas y la elegancia de su florete de rarias y científicas, modelo insuperable ceres catellanos sino, también, porque su caballero sin tacha. Su razonamiento era entre nuestros escritores. Al leer ahora pensamiento libre de prejuicios, habituose según dijo aquel otro prosista formidaalgunos de sus artículos y discursos, que a volar muy alto.
ble, Juan de Dios Uribe un nudo de pladesgraciadamente no han sido colecciona Existe hoy en Francia un ensayista, al. tino, que aprisionaba al enemigo. Se le dos en volumen para honra de las letras cual colocan algunos de sus admiradores llamó Olímpico. Ciertamente que poseía patrias y regocijo de propios y de extraños, entre los príncipes del pensamiento moder una seriedad olímpica y una fuerza de sentimos, quienes entre sus compatriotas. noMe refiero a Paul Valery. Quizá por pensador convencido, que lo hacían aparemanejamos a diario la pluma. a lo menos que los escritores de una acabada pulcritud cer como demasiado seguro de la verdad besto es lo que a mí me sucede) tardío de se parecen naturalmente unos a otros; o de sus puntos de vista en materia de polisaliento. Es tan eximia la perfección de tal vez porque tanto Santiago Pérez como tica. Pero jamás perdía la clásica compostusu prosa, que no alcanzando mis fuerzas a Valery, el primero al componer su discurso ra de su espíritu. Atacaba las ideas del hacer dignamente su elogio, vacilo al com en el Ateneo, y el segundo en sus cortos adversario con gallardía insuperable, sin poner estas líneas y tartamudea mi pluma. pero densos ensayos, siguieron los mismos que durante el pugilato se descompusiera Cómo se efectuó el proceso de la evo principios en la arquitectura de su obra, su gesto, ni siquiera un pliegue de su toga.
lución estupenda del espíritu de Santiago lo cierto es que encuentro semejanza en la Fue el hombre de las líneas insuperables.
Pérez?
manera de exponer sus ideas entre el autor Se contentaba con derrumbar a golpes de ¿Qué elementos intervinieron para trans de Variétés y el insigne prosista colombia ariete la fábrica levantada por los perseformar las actividades románticas del ado no. Ambos parecen rehuir el encuentro de guidores de la Libertad y de la Justicia.
lescente en esa compostura clásica. la imágenes, mas, cuando ellos las buscan Cuarenta años antes de Gandi, el apóstol ¿A qué hora renovó sus valores espiri para hacer vivo el concepto, las hallan fe indio, predicó nuestro repúblico la resistentuales el autor de dramas románticos. lices y perfectas. De estirpe soberana son cia cívica, la protesta inerme y constante Es de presumirse que el alumno del Es las que emplea Santiago Pérez. Si Valery, contra los atentados de la dictadura, que piritu Santo, aleccionado por la severa crí con uno como desdén olímpico, compone su había proclamado una constitución monstica que de sus dramas hizo don Mariano discurso de recepción en la academia sin truosa, forjada especialmente, para manteOspina, resolviera dedicarse a la lectura mencionar el nombre de Anatole France, al ner aherrojada la libertad de un pueblo.
de los clásicos castellanos para educar su cual sucedía en la aún venerable corpora La protesta justa, sostenida y pacífica, gusto y domeñar los impulsos de su tempe ción, Santiago Pérez, hace el elogio de Mu escribió entonces, constituye el heroísmo ramento de artista.
rillo Toro con impersonalidad sublime; sin civil, heroísmo sin violencia y sin sangre, El estudio de las matemáticas, el dere mencionar el nombre del repúblico exalta que está al alcance de todo hombre de coracho y la economía política, contribuyeron, sus virtudes, y entre los períodos inimita zón de todo pueblo por desarmado que sin duda, de manera eficiente a la orgables de su oración levanta transfigurada se halle. Ese heroísmo importa la abneganización de sus ideas y a crear la arquitec la figura del prócer. En uno y en otro, la ción del presente, pero es al mismo tiempo tura sobria y maciza de su estilo. La rec palabra adquiere un valor de piedra, labra(Pasa a la pagina 976. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica