Repertorio Elmericano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1931 Tomo XXII Sábado 28 de Febrero Núm. 1 Año XII. No. 528 Lecciones de diguidad.
Un discurso y dos botas del Dr. Palacios.
La vida de Vivekananda (2. Por qué no se suicidan los maestros. Romance de la fiesta de Alicia del Carmen Que no se pos mezcle y se nos contanda.
SUMARIO Rodolfo Llopis Euripides (2)
La muerta.
Rafael Cardona Relatos nutivos y Zapatos virjos.
Terulles No hablen de ganar batallas.
Claudia Lars Bibliografla titular.
Max Grillo Sir Gilbert Murray Arturo Mejia Xiclo Curmen Lyra.
Juan del Camino La renuncia del Dr. Palacios Lecciones de dignidad De El Sol. Madrid El Dr. Alfredo Palacios acaba de renunciar la cátedra que desde hace años venía profesando en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. La noticia, aunque la esperábamos, nos ha impresionado profundamente. La esperábamos porque conocemos el temple moral del Dr. Palacios.
La esperábamos además porque cada día llegau hasta nosotros nuevos gritos de angustia de quienes luchan en aquellas tierras hechas para la libertad.
En esta hora argentina, tan decisiva para su historia, en que hemos visto disputarse entre dis.
tintos sectores sociales y políticos la «gloria» de haber obsequiado al país con una dictadura más, conviene quo subrayemos la actitud de quienes, individual y colectivamente, han afirmado desde el primer momento su más absoluta discrepancia con el régimen dictatorial imperanto.
Entre esas colectividades figura, en primer término, el «viejor partido socialista. de entre las individualidades, hay que destacar, arrogante y viril, la figura del Dr. Palacios.
El «viejor partido socialista, al día siguiente dela «revolución. publicaba un editorial en La Vanquardia doliéndose al «ver confundido hoy a nuestro país en el montón de los Gobiernos suramericanos. Y, poco después, el 11 de septiembre, lanzaba su manifiesto a los afiliados, a los sim.
patizantes, a la clase obrera y al pueblo. El Gobierno actual decía es un Gobierno de hecho.
El partido socialista no puede aceptar este estado de cosas voluntariamente. Ni puede impedirlo. Intentarlo implicaría precipitar a la nación en una lucha de incalculables y dolorosas consecuencias. Organización consciente de su fuerza moral añade más adelante. el partido socialista proclama ante el pueblo de la República su propósito de reclamar desde este momento la cesación de este estado de cosas. Quiere que concluya en el país el régimen de la fuerza y se devuelva al pueblo el régimen de la razón y de la ley. El Dr. Palacios, a su vez, como decano de la Facultad de Derecho, fué requerido por los estudiantės para que se les incorporara a la manifestación de protesta que contra el Gobierno de Irigoyen se acababa de organizar. Era el de septiembro. El Dr. Palacios se puso a la cabeza de la manifestación. La juventud no podría honrosamente llamarse asi les dijo si permitiera, sin que la masacren, que gobernara el país una dictadura militar. En mi carácter de decano do esta Casa de estudios. concluyó solemnemente, poniendo en sus palabras, aquella dignidad y aquella emoción civil que alimenta su vida. declaro: que si se constituye una Junta militar, dictaré en el acto un decreto repudiandola e incitando a la juventud a que se prepare para derrocarla, aún con el sacrificio de sus vidas. El de septiembre estallaba la sublevación militar. Al día siguiente, el doctor Palacios, cumpliendo su promesa, dictaba el anunciado decreto no reconociendo la Junta de Gobierno presidida por el general Uriburu. Poco después, dimitía el Decanato. Volvía a ingresar en el «viejo» partido socialista, del que estaba separado hacia quince años. Y, por último, renuncia a su cátedra, Una vez más el Dr. Palacios, siguiendo el noble proceso de su vida ciudadana, se eleva a categoría de conciencia civil.
1901. Palacios tiene veinte años.
Presenta en la Facultad de Derecho su tesis: La miseria en la República Argentina. Es un estudio acerca de las condiciones de vida de los trabajadores en la República. La Facultad rechaza la tesis. Se escuda en el art. 40 de la Ordenanza general universitaria, que prohibe toda palabra Pion Alfredo Palacios Un discurso y dos notas del Dr. Palacios Mis normas como mlembro de la Directiva de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires Al presidir por primera vez este Consejo, saludo con afectó a los que serán mis compañeros en el gobierno de la Facultad.
No he deseado el alto cargo que ocupo, pero tampoco he. querido rehusarlo porque llevaba implicita una gran responsabilidad, que afronto sin racilaciones, dispuesto a consagrarme con energia a la tarea de extirpar, en lo posible, los inales de esta querida casa tradicional, de resolver sus problemas y de modelar su alma nueva.
Mis ideas son conocidas y claras. Las he expuesto (Pasa a la página 118. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium la Universidad Nacional, Costa Rica