REPERTORIO AMERICANO 45 Primer grupo de Ninfas Vinieron ya las brisas de rostros virginales, trayendo entre sus alas frescores matinales.
Segundo grupo de Ninfas Las nieblas vaporosas cual húmedos vellones sacuden sus melenas y agitan sus crespones.
Tercer grupo de Ninfas Con timidas caricias las gotas de rocío Tecubren los remajes de un líquido atavio.
Cuarto grupo de Ninfas Saltando entre las ramas los pájaros cantores despiertan sus polluelos, celebran sus amores.
Quinto grupo de Ninfas En lagos de zafiro se pierden las estrellas dejando en las fontanas un polvo de centellas.
Coro de Ninfas Bailemos compañeras con ritmo de alborozo; resuene en las praderas el crótalo del gozo.
Cantemos de alegria. Cantemos de alegria.
Apunta ya aurora. Ya viene un nuevo dia. Ganimedes viene al centro del escenario. Un rayo de luz ilumina la cumbre del monte Ida. Ganimedes saluda el sol con la copa divina, luego la apura. Su cuerpo se va llenando de luz cada vez más intensa.
Se apodera de él una especie de furor sagrado y se entrega a una danza que culmina en un verdadero frenesi. Mientras tanto varios grupos de Náyades entran bailando, van vestidas de trajes plateados y mueven sus velos de vivisimos colores. Las Ninfas se retiran al fondo y permanecen inmóviles como las figuras de un friso antiguo.
Primer grupo de Nayades La copa de los cielos se llena de colores, de azules manantiales y verdes esplendores.
Segundo grupo de Náyades Alumbran el oriente mil joyas de to pacio que funde en sus crisoles el fuego del espacio.
Tercer grupo de Náyades Jardin de la Hespérides semeja el ancho cielo y cubre las colinas anaranjado velo.
Cuarto grupo de Nayades La sangre del celaje derrama sus rubies de rojos escarlatas y rojos carmiesies.
Quinto grupo de Náyades Trasponen ya las sombras los bordes de occidente, por fin el sol enseña su faz resplandeciente.
Coro de Náyades El sol vence e la noche. Las pálidas estrellas borraron del espacio sus titilantes huellas.
Huyó la última sombra. La luna pulidece. La claridad ya sube. La claridad ja crece!
Las Náyades se reunen con sus compañeras las Ninfas. Ganimedes termina su danza en el centro del escenario. En su mano derecha sostiene la divina copa. Su cuerpo se llena de luz más intensa y a medida que ésta aumenta se hace más fuerte el canto del Coro hasta terminar en un himno de gloria.
Coro Cantemos de la Lambre los dones regalados, con danzas vaporosas, con himnos concertados.
Allá en remotos tiempos, cuando nacia el mundo, juntose con la Noche el Erebo profundo Hemeros aparece, la luz del claro Dia, llenando de fulgores la soledad vacia.
Ob bijo de la Noche, Señor del Firmamento, efunde en nuestro canto tu celestial aliento.
Tú creas y destruyes, tú das la inteligencia, tú das el movimiento, el ritmo y la cadencia.
Inspira nuestras mentes, conduce nuestra danza, levanten nuestras voces el pean de tu alabanza.
De la sagrada Noche el bijo más hermoso. Hemeros glorioso. Hemeros glorioso!
Ganimedes Retumba el ronco trueno. El tayo se desata.
Los cielos resplandecen con circulos de plata.
El mar y el aire funden sus bálitos de gozo. Los vientos se entrechocan con báquico alborozo. Ob Zeus estoy pronto! Un águila diving.
desciende del espacio. Ya viene, ya ilumina mi espiritu, ya clava su pico en mis entrañas. Adiós valles umbrosos, colinas y montañas!
Una nívera águila arrebata a Ganimedes. El Coro se cubre con sus velos. Tros y Caliroe entran en ese momento y, al ver que su hijo es arrebatado, la Reina se desmaya. El Coro canta con religioso recogimiento Coro De Zeus ensalzamos el brazo prepotente que rige los destinos con un amor clemente.
FIN.
JOSE ACUÑA San José, Costa Rica, 23 de diciembre de 1930 Juventud del Perú: Mes a mes, año tras año, he seguido atentamente el doloroso proceso del Perú, sometido a una tiranía innoble que no Envio del Sr. Palacios conforme con subvertir la vida institucional, suprimiendo todas las libertades, reservas y de aplauso a vuestra brillante entregaba la patria misma al imperialis posición de combate.
mo plutocrático extranjero. Sólo vosotros, Al fin el tirano cayó. El pueblo del jóvenes trabajadores manuales e intelec Perú, en un hermoso gesto cívico, harto tuales, constituíais una permanente ba de soportar sobre sus hombros, tan pesarrera infranqueable a los abusos del des da carga impulsó a los factores que hapotismo y una luminosa esperanza para brían de consumar su mandato. Desapael porvenir de la nacionalidad. Sufrísteis recido el obstáculo personal, tenéis persecuciones, cárceles, destierros. Hubo abierto el camino del porvenir. Pero ahoentre vosotros quien cayó para siempre ra corréis más riesgos que cuando la en la lucha generosa. Todo, incluso la in dictadura os perseguía. Ahora que sois diferencia o el temor de otros núcleos los vencedores morales de tan grande sociales, se concito para malograr o dife pugna histórica, os van a solicitar con la rir vuestros esfuerzos. Jamás callásteis, adulación, la dádiva o el engaño. Sabiensin embargo y vuestra voz de protesta y doos invencibles cuando. Juchéis en el de indignación recorrió el continente de llano, van a querer derrotaros elevándoos extremo extremo, suscitando en todas a las posiciones oficiales.
partes un eco fraternal de adhesión sin Vosotros, jóvenes amigos, estáis en deuda con la América libre que os con templa con predilecta atención, y con vuestro propio país. Vuestra hermosa lucha no puede haber concluido con la caída del tirano. Tendría sólo un sentido destructor y negativo. Estáis en la obligación de edificar, de hacer realidad vuestros sueños de justicia.
Esa obra, que significa la verdadera instauración republicana y auténtica en el Perú, la tenéis que hacer con vuestras propias fuerzas, sin entrar en transacciones con la generación conservativa y retrógrada que, pese a los disfraces con que recubra su faz, es vuestra enemiga más artera y constante.
No os dejéis seducir por los cantos de las sirenas. La América, que espera mu cho de vuestro esfuerzo, sabe que el cami.
no para alcanzar los más altos ideales no es el atajo del compromiso apregurado, sino el áspero sendero, duro y difícil, que Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica