Democracy

76 REPERTORIO AMERICANO Echale así: Permíteme que llore el torrente de llanto que detiene mi razón que concluye: Deja que así los ojos se te aneguen.
En ese instante, de algo extraño lleno. no sabré si es tu llanto o si es el mio, y creeré que comprendes y que padeces mi dolor conmigo.
DESPUES DE LA TORMENTA Después de la tormenta, en los rotos ramajes los ſelonos vivos, erectos, frágiles. prometedores, rojos.
Después de la tormenta, los ardores del sol llamean por los recios troncos; robandole a la tierra la humedad, el arroyo se eva poru en un raho, y el campo se hace todo luminoso: los guijarros negreun; sacuden su lor pesa los matojos, y las hierbas ondulan en una nueva variedad de tonos: Después de la tormenta, la esperanza de nuevas flores. Oro chorreante del cielo.
sobre el mesquino lodo; pus y azul; armonía: Todo se ha vuelto mágico y sonoro.
Corre la maravilla de la dulce esperanza, sobre todo.
Después de la tormenta, en los rotos rumajes los retoños.
EL LIMPIABOT AS Desde la aurora, hasta la noche. el claroscuro del zaguán, el limpiabotas con su trapo, cepillo, liquido y belún. Ya está!
Persiflage Los maestros y la política. Colaboración directa Para el Lic. don Alejandro Aguilar Machado, profesor del Liceo de Costa Rica, porque regresa de Europa con ojos refrescados para ver la crisis de honradez política que aflige al país; con votos porque le dé buen ejemplo a la juventud que él enseña. Acepté la invitación del viejillo Gissing puntas de sus pezones serán de oscuro code pasar estos días. a su lado. El verani ral, como sus labios. suspiro, y me digo llo. me escribió en una de sus cariñosas el verso del poeta hindú. Quién escudriesquelitas garabateadas, pondrá bien a ñara el más hondo misterio de su mina de mi buena y fiel Maruxa; de manera que granate! Gissing ha hecho todo lo posible podrá atendernos a los dos con su callada para substituir con amabilidades las, invosolicitud de siempre. Además, estará, para luntarias deficiencias de su hospitalidad.
ayudarla, la colegiala morenita aquella que. Me hubiera ido a rato de haber llegado, si tánto aprovechó contigo. Adelante decía: no hubiese comprendido que el viejillo tie Te hará bien, y me hará bien a mí, un lar ne miedo, verdadero miedo, de quedarse go paseo diario. Pero no hay tal verani solo con Maruxa Castro enferma y refunllo. La desdentada galleguilla sigue que fuñona. Creerá el viejillo que Maruxa se josa y díscola. Para colmo de desventuras, le puede morir. Será otro su temor? Que la morenita que para pescarme puso de el clavel moreno esté en Puntarenas, parece carnada Gissing en su anzuelo, no llegó: preocuparle. Yo también estoy quejoso se fue a Puntarenas a pasar allí las vaca Encerrados por la lluvia continua de la tarciones. Yo, que aún no conozco el mar, no de leemos cada quien su libro, conversapuedo quitármela de la imaginación. Está mos, nos hacemos nuestro propio té con en la época que los franceses llaman de la tostadas, nos leemos en alta voz el uno para bauté du diable. veces me ha mirado de el otro. Nos escondemos de mil modos el un modo terriblemente perturbador. Ahora pensamiento intimo.
me figuro una playa como las que he visto De la política nos hemos ocupado poco.
sólo en vistas cinematográficas, y un mar Al margen de ella hemos discutido qué con sonoridad de versos de Homero: un hará don Justo con los profesores, reses ruido majestuoso, más vocal y matizado que cimarronas, que se le han metido en la cameste continuo del bullicioso Virilla; y en la paña. Más importante que lo que hará el playa me la figuro a ella, sirena doncellita, Ministro es la cuestión de si deben o no inhúmedà de agua de mar, con algas en los tervenir activamente en la política los homcabellos, algas verdes, de un verde brillanbres que le ganan sueldo al gobierno en el te. Qué bien va el verde con el negro! Las ramo de la instrucción. Limito así el tema, porque la prohibición ministerial no reza La pascua española. con directores de escuelas particulares, Viene de la página 67)
aunque éstas perciban ayuda del Estado.
Le decía a Gissing, en tono de lamento, que las especies de la hostia de la Democracia y del vino de la Justicia Social.
la prohibición que amordaza a los maestros Entre la España de Europa y las Españas venía a colocarnos en un nivel inferior al de América, ya no hay obstáculos tradicio de los carreteros. Yo estaba, al pensar así, nales. Ya los últimos fantasmas borbónicos malhumorado. Había leído en los periódi.
desfilan en ronda doliente hacia los pudridecos que don Justo andaba en Puntarenas.
ros del Escorial, que ya ha dejado de ser pa ¡Puntarenas! Si el lector es psicólogo; si lacio para ser sólo panteón. España, saliendo, se da cuenta de los absurdos sentimientos como la Verdad, del pozo de su cautiverio mique la fantasía engendra; si sabe la locura lenario, purificada por la sangre de sus héroes que el deseo reprimido enciende, compreny de sus mártires, proyectará sobre los Continentes la fuerza expansiva de su genio, que derá con qué amargura fiera, velada por flotará como el espíritu de Dios sobre las aguas.
razonamientos extremos, atacaría yo a don Entonces será posible la realización del sue Justo. Todo porque don Justo podía paño magno: la reintegración de la Hispania searse por la playa, oir la música del mar, Máxima, engarzados sus componentes, no por encontrarse, con algas verdes los cabellos el metal de un cetro inadmisible, sino por la de ella. a la sirena doncellita, toda choley suprema del Amor, rreando agua salada y relumbrona. y yo, La identidad de instituciones políticas abre sin poder echar mi as de espadas en la pouna posibilidad efectiva hacia la Confederalítica por prohibición del afortunado Mición de los pueblos hispánicos, que daria a éstos nada nenos que la hegemonía en el nistro! Gissing me tomaba en serio. Se mundo.
apoyó en la autoridad de Jaines Harvey El sol de España, vivificador de todos los Robinson, de uno de cuyos libros me leyó hemisferios, se ha encendido otra vez, y tú, páginas enteras, y su argumento fue más joh Madre. vestida de ese sol, y presidiendo o menos como sigue: la constelación fabulosa de los astros de tu Los planes para mejorar la sociedad órbita, alumbrarás el cielo más radiante de la cultura humana, por los siglos de los siglos.
y curar los males públicos, han seguido, hasta la fecha, tres derroteros: Cambios Amén.
César Arroyo en las reglas del juego; II. Exhortación Quito, 1931.
espiritual; y III. Educación. Si por algui Polvo, polvo, polvo, polvo.
El agua a torrentes correrá; lodo, lodo, lodo, lodo el limpiabotas limpiará.
Zapatos negros, sapatos blancos, capatos amarillos y champán, saputos grises, zapatos pardos, el limpiabotas lustrará.
Zapalos nuevos, charolados; cu palos de rusillo y cordobán; su palos con tacones retorcidos, el limpiabolus lustrará.
Zapatos con puntera pespunteada, zapalos de entreforros de fustán, ca palos con hebillas y lacitos, el limpiabotas lustrará.
Zapatos guardadores del pie fino; ca pulos con enérgico ademán, y supulos de gesto reposado, el limpiabolus lustrará.
Zapulos chicos y medianos, supalos grandes. Unos van, otros vienen; pero, todos el limpiabolus lustrará.
Hay zapalos que vienen entre tiempo; otros, alguna vez, nó más; otros, todos los días; pero, todos el limpiabolus lustrari.
Cepillo, liquido, betún y trapo, y, a todos los zapatos, el Ya está. Todos, menos los suyos que no tiene. el limpiubotas lustrará. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica