202 REPERTORIO AMERICANO tre labriegos. de qué modo habremos de miento puesto en los artistas que luchan, siempre también esta visión del maesolvidar las páginas de la novela de Zola. como él luchó, contra el prejuicio de la criHabrá acaso exageración en algunos aspectro, para los que trabajamos y hemos de tica la estolidez de cierto público. Desde trabajar sin descanso, es un consuelo. tos de esta pintura; pero la pintura es real el cargo modestísimo de empleado en una mente soberbia. Quien haya tratado a los veces nos sobrecoge el desaliento; en oca. librería, Zola fue poco a poco ascendiendo.
laboradores de la tierra, quien haya contemsiones paraliza nuestra labor la duda; moen su carrera hasta conquistarse la indepenplado el espectáculo de sus afanes y de sus mentos hay en que estamos a punto de redencia con su trabajo. Le vemos en esos pasiones, habrá de reconocer la verdad pro. dias primeros de su aprendizaje en un cuarnunciar a seguir escribiendo; instantes se funda de esta visión del maestro. de la ofrecen en que la visión del porvenir que. tito modesto, pobre; apenas tiene para collanura, de estas extensas tierras de sem mer; trabaja sin descanso; escribe todo el nos espera nos hace suspirar y lanzar tal bradio, pasamos a las estaciones. De La tie día. Cuando nos representamos con la imavez un callado sollozo. Entonces, en lo más rra a La bestia humana. Nada que marque ginación al maestro, no le vemos como a desalentador de la pausa, en lo más deses más el contraste de las actividades huma otros escritores, de pie, en el campo, o an perante de la tregua; cuando hemos dejanas, del trabajo del hombre, que un legón dando por la calle, o sentado en una butaca do la pluma o está la maquinita de escribir y una linternita roja. El legón sube por el con un libro en la mano. Zola lo vemos. parada, ponemos el pensamiento en el maesaire y se abate a la tierra y en su seno se siempre, indefectiblemente, encorvado ante tro; le vemos inclinado ante su mesa; vemos clava; la linternita camina en la foscura una mesa, con un mazo de cuartillas delante, el rimero de carillas que lleva ya escritas. de la noche a ras del suelo. El legón cono con una pluma que corre por el blanco papel, consideramos que mañana, a la misma hora, ce las labores del campo. sabe de las hierbas con otras muchas cuartillas que ya están tendrá escritas otras tantás. lentamente, y barrunta los cambios del tiempo; la lin llenas de renglones y que una mano febril al principio, con ardor luego, continuamos ternita lo que sabe es de las locomotoras, ha ido poniendo a un lado.
nuestra tarea.
de los rieles brillantes, de los faros que fulgen en lo alto, de los discos blånicos o rojos, zorin Madrid, 1931.
de los agudos silbidos de las máquinas y del paso vertiginoso de los trenes. El autor de estas líneas, lector en su adolescencia de Estampas Emilio Zola, apasionado de la novela del. Colaboración direita maestro en que se pinta la vida de los ferroviarios, ha vivido, por gusto, durante Calhoun el marino. Alto ahí!
una temporada en una estación. El tráfago No sabemos si los corresponsales que los de la armada periodística norteamericana.
de los trenes, el ir y. venir de los rapidísimos periódicos norteamericanos sitúan en estos Vendrá así la cólera del Departamento de expresos, las faenas todas de los obreros que países, los reclutan como al marino, con car: Estado y pueda que la intervención diplo en las estaciones y grandes depósitos se ocu telones en los parajes públicos por donde mática de que ahora no puede la Simmons pan, le han encantado. Entre todas las fapasea el vulgacho. Hacen tánto daño a la echar mano, y de la que tanto se duele Calrses del trabajo, acaso ésta, con la del campo, libertad los corresponsales como los mari houn, le llegue a la Compañía rapaz.
sea la más interesante. El campo, que es la nos y se piensa que son por igual gente de Pero si la voz del marino de la flota del inmovilidad, y las estaciones, que son la álma miserable.
papel impreso ha sonado para mover la actividad máxima. El labriego, que es la En la correspondencia que envía desde atención de un Gobierno movido por fuertradición, el ferroviario, que está abierto Panamá, Calhoun, a The New York zas imperialistas tremendas, también deben a todos los vientos de la vida moderna. El Times hay mucha mentira, mucha mala in hacerse oír voces de veracidad y de justicampo, que representa el prejuicio recortención calculada para despertar el apoyo cia. Calhoun el marino no puede ignorar dad las pretensas influencias de los astros, que toda conciencia honrada le niega a la hechos que niegan a la Compañía por la. y las estaciones, que simbolizan lo moviCompañía rapaz venida a Costa Rica al olor cual habla la condición de víctima. Nuesble, lo inestable, la innovación con que se de una merienda tropical. Para presentar tro Gobierno tuvo que separar a la Sim! quiere ganar tiempo, ganar un minuto, ga a la Simons. Construction Corporation he mons, que ahora según parece tiene dominar un segundo. En el adolescente que cha una víctima de nuestro pueblo, dice Cal cilio fijo en Charlotte, NC. de la admihemos imaginado, estas dos novelas de Zola houn toda suerte de falsedades. las dice nistración y dirección de un negocio tan han hecho una impresión honda. No des de vidas, por lo que le llevan informes pri importante como el de carreteras, porque deñemos al maestro; es moda ahora sentir vados salidos de Costa Rica. Quién es esa Compañía sangraba con infamia al país. desdén hacia las obras del naturalismo; al Calhoun y quiénes son sus informantes? Si Calhoun quiere de verdad honrar su cumaestro se le tiene alejado de la admiración Debe ser una unidad del imperialismo tan rresponsalia, infórmese mejor, deje de ser de los doctos. sin embargo, pocos escri dañina y repugnante como la que en Nica el marino que desbarata la dignidad de estores del dia, pocos de estos escritores que ragua armada de rifle asesina al nativo. tos p:ieblos. No es, coino él lo asegura por al presente aupamos tanto en nuestra estiY ellos, los que recogen la mentira que él los informes que le llevan los que pretenden ma, tendrán la fuerza, la profundidad, la adoba para la prensa yanqui, deben ser los desatar la infamia del Departamento de ternura, la pasión, el ímpetu, la humaniagentes del mismo imperialismo. vueltos Esta io, que la Simmons estuviera cum. dad, en. suma, que tiene Emilio Zola. Se ojos y vídos en la busca de pretextos que pu pliendo. No es tampoco que nuestro Gobieracaba de publicar ahora un libro en que se dran nuestra libertad. Le han soplado al no pretextara, para romper el contrato, que relata su vida y se hace el recuento de su inescrupuloso corresponsal que contra los los trabajos iban lentos y la estación lluobra. Al leerlo hemos sentido viva emoción. intereses norteamericanos está desatado el viosa se acercaba. Los motivos son otros.
Ha escrito este volumen una hija del maes ataque más amargo y persistente y hay. Haga Calhoun que le lleven el documento tro; en el libro ha puesto porción de por pruebas de que tal ataque puede ser fomen de nuestro Gobierno, redactado cuando menores y de datos que hacen la lectura tado por intereses británicos y alemanes. arrancó a esa sanguijuela de la Simmons.
interesante por todo extremo. Las páginas Calhoun lo estampa así para que llegue a Son motivos grandes, fuertes para un hom. dedicadas a los comienzos del maestro, nos decir al Gobierno de los Estados Unidos bre de probidad los que allí se invocan. La cautivan entre todas. Zola fue un luchador que Costa Rica le arrancó a la Simmons los Simmons entretenia la construcción de caformidable; tenia un magnánimo corazón; inmensos intereses que devoraba, por estar rreteras para darle filtraderos al dinero que defendió siempre las nobles causas. Pade azuzada por fuerzas contrarias a la expan la Nación con grandes sacrificios, destinaba ció en los comienzos de su carrera privacio sión del capital yanqui. No tiene otro pro a esos menesteres de fomento. Llegaba a nes durísimas: toda su vida tuvo el pensa pósito la correspondencia de ese marino un país desorientado en asuntos de caminos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica