REPERTORIO AMERICANO 73. De Lu Mución. Buenos Aires.
No ser hombre de partido cho frecuentísimo a lo largo del pasado humano. Por lo mismo, sorprende ver la diferente reacción ante él de unas y otras épocas. Las arteriores lo intercepMuchas veces he hecho notar que la programa bélico. Se considera que la taban como una desdicha y en conseignorancia de la historia padecida por lucha es la forma esencial de la convicuencia. como algo anómalo y accidenel hombre culto de ahora es una de las vencia entre los hombres.
tal. El siglo xix, por el contrario, alardea grandes desdichas que aquejau a nuestro Cualesquiera sean los antecedentes y de no hacerse ilusiones, de tomar la tiempo. Son innumerables los motivos gérmenes de ella, parece cierto que hasta realidad según ella es. Pero esto le lleque obligan a pensar así. Entre ellos, el siglo xix no surge la idea de que la. va primero a un prurito pesimista. Del he aquí el que nos importa en este mo historia está constituída por una lucha accidente desdichado hará la substancia mento. La vida tiene siempre un pasa perenne. Tal vez Guizot es el primer misma. La sociedad será, en su propia do inmediato, que encuentra en sí mis. pensador que habla formalmente de la esencia, lucha. y. nada más que lucha.
ma bajo la especie de recuerdo y que lucha de clases como motor radical del Convivir es pelear franca o artificiosano necesita. averiguar por medio de la proceso histórico. Hasta entonces había mente Parejamente los psicólogos de historia. Así hoy encontramos en noso parecido ésta una anormalidad tan fre entonces intentaban convencernos de que tros como fondo de pretérito sobre el cuente. como lamentable, pero siempre la percepción del mundo exterior concual, emerge nuestra vida el famoso si algo adventicio y en modo alguno con sistía en una alucinación consuetudinaglo xix. Ahora bien, ese pasado inme substancial con la convivencia humana. ria. En vista de que a menudo erramos, diato, único que tenemos sin un esfuerzo La contienda permanente tenía lugar consideraban la verdad como un error especial, tiende naturalmente a significar sólo entre sociedades separadas ciuda habitual. así todo.
para nosotros todo el pasado. Lo que en des, pueblos, estados y era, por lo mis este pesimismo en la concepción de él hubo y aconteció parecerá lo que ha mo, síntoma de insocialidad. Para el la realidad siguió un cinismo similar en habido y acontecido siempre. Esto es un griego y el romano la sociedad se pre la moral. Puesto que la vida social es error de óptica siempre funesto porque senta bajo la especie de ciudad y la constitutivamente lucha se dijo dedino hay ningún siglo que pueda preten ciudad bajo la especie de ayuntamiento. quémonos todos de manera concienzuda der asumir la representación adecuada entre antiguos enemigos, de acuerdo para a luchar. Neguemos el derecho de hacer de todos los demás. Pero en nuestro vivir juntos, en paz y unitariamente (el otra cosa. como la lucha necesita de caso la ilusión visual es funestísima. synoikismos. De aquí que para ellos el grupos beligerantes, hagamos de éstos.
Porque unos siglos son más normales prototipo de la anormalidad civil era. la forma substantiva de existencja huque otros, o si se prefiere, menos anor precisamente la lucha civil.
mana. Lo, piás importante del mundo males. Mas el siglo xix ha ido superla Sin duda, la lucha intestina es un he será el partido, la organización sobrein. tivamente anormal; uno de los grandes siglos críticos en el destino humano, sea dicho en su honor y en su vituperio.
En él germinan buena parte de nuesCancionero Infantil tras manías y desmesuramientos. De aquí que necesitemos curar nuestro error Levántate, Carmencita!
visual pidiendo a la historia que nos Envio del autor salve de la falsa normalidad propuesta (A la diablilla de casa. a nuestros ojos por esa centuria.
Esto parece muy claro en el asunto Levántate, Carmencita. cuáles son esos duendes?
del «partidismo. Es falso que la exis mira que ya viene el alba. Los pajaritos que cantan.
tencia de partidos como tales haya sido No oyes las panderetas normal entre los hombres. Más o menos, de la mañana?
Levántate, Curmencita, habrán existido siempre grupos de comja te está llamando el alba; batientes, pero esto no quiere decir que. Qué son esas panderetas. está mandando recados fuesen partidos. Tal individuo forin ula. Son las carretas, en marcha.
que parece que a ti manda.
y proclama un deseo. latente en otros Levántate, Carmencita. Qué dicen esos recados?
muchos; éstos se agrupan en torno de aquél y se inicia una lacha con el resinira que el sol se levanta. Son rayos, que se adelantan.
to de la sociedad para obtener de ella ¿no oyes muchas cornetas Ven y asómate a la puerta la satisfacción de aquel deseo. La lucha anunciando la mañana?
lleva a la victoria o a. la derrota. Una. qué son esas cornetas?
para que veas el alba: y otra tienen el mismo efecto: disuelven Pues son los gallos, que cantan.
están lanzando juguetes el grupo combatiente y con él el grupo para ver quién se los gana.
contrincante. Suprimidos ambos la lucha Levántate, Carmencita. De veras. cuáles juguetes?
se desvanece también y la sociedad re mira que ya viene el alba. Pues las cosas, que se aclaran!
torna a la convivencia pacífica y unita que le va a encontrar durmiendo ria. nadie se le ocurre perpetuar los Levántate,:y ves los campos.
el grupos hostiles ni el temple mismo de rey que por todo anda.
también mostrando las cartas, hostilidad después de la victoria o la. cuál es el rey, papá.
derrota. Es el sol, que todo aclara.
jugando a las cartas vistas jugando con toda el alma.
La exigencia de los «partidos. en el Levántate, Carmencita, sentido contemporáneo de la palabra,. Y: juegan a cartas yistas?
supone una interpretación de la vida porque ya despunta el alba. Asi juegan, y así ganan!
social muy distinta de la que lleva a el sol está ya jugando Todo en torno Carmencita, esas transitorias agrupaciones de com con su rosada baraja.
bate. Si en éstas lo substancial era el se aviva con la alborada. Pero cuáles son las cartas?
deseo sinceramente sentido de obtener Son, las nubes sonrosadas.
levántate y que los vientos tal o cual ventaja y sólo en vista de te bañen del agua clara. él se agrupaban los hombres y lucha Levántate, Carmencita, que cae como un rocio ban, en el «partido» lo substancial era porque, oye, viene el alba: que sin sentirlo baña. el «partido» mismo. Se quiere que la ya los duendes en el aire y que viene de los cielos sociedad este normalmente escindida en se están lavando la cara.
grupos, haya o no pretexto para ello.
a despertar cosas y almas. Cuando no lo hay, se inventa: Es preciso nutrir el partido refrescando su Rafael Estrada.
San Jose, Costa Rica, 1431. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica