vista de todos. No me interesó su vida, ja decida que a él le debe el impulso de la vic presión interna. qué fue Dostoiewsky?
REPERTORIO AMERICANO 381 xorable ley de la gravedad, nacía el mundo que bien podría hacerse, si alguien entre to La patria de Rendón no era la mulata que como en los días primordiales, y alcanzaba dos sus amigos puede ufanarse de mostrar soñamos muchos, robusta de sus propias ese desarrollo monstruoso que forma sus re nos hoy un Rendón limitado, sin vaguedad carnes, provocativa y azarosa, en su extralatos de viaje por entre las almas de los ni superficies desconocidas, o si alguno de vagante mezcla de razas de todo el planeta.
hombres. Así, cuando para todos estaba todos le faltó una sola vez al respeto, a él. La patria de Rendón no fue como la nuesadormilada, fatigada, despeada y sumida que anduvo entre aquellas encrucijadas en tra, objetiva y sentimental, sino evaporada, en soporosa fuga la conciencia de Rendón, que el respeto se marchita como instinto epi magra y toda inteligencia. La patria de cuando apenas brillaban sus ojos por un mi. ceno y mezquino. Pasó por toda esa vida su Rendón era el tercer reino, de hombres que nuto para oscurecerse otra vez bajo, el peso burbana y andrajosa, ebrio de su propio des no llegarán nunca, no de fronteras y suelo de los párpados, muchas veces creímos sor tino cómplice, se hundió en la romería de los mojonado, sino patria imprecisa, con homprender un relámpago de visión del tras desamparados, se mezcló en las pere bres elásticos apasionados y extendidos en mundo, y estamos seguros, porque lo vimos, grinaciones de los rebeldes, vivió entre gen anhelos confusos. Es ese tercer reino de que bastaba un segundo, el paseo lento de tes de resaca, y pasaba por entre la subma Dostoiewsky, que nunca se dijo cómo era, su mirada casi vidriosa por sobre el absur rina flora de la noche pecaminosa, como un que jamás salió con forma de la boca de do paisaje nocturno, para que se descolga sonámbulo entre el silencio respetuoso de los santos, que era una aspiración y no una ran pesadas de sus labios unas palabras que los que temen que un grito inoportuno, o un limitada realidad, que era un deseo interdejaban ver el proceso vertiginoso de humo escándalo o un manotón discolo lo hagan minable, una mistica patria pródiga de sorrismo, de sarcasmo, de la meditación extra despertar de su éxtasis y de su misterio Así presas y variedades.
viada, en una ráfaga de claridad que fatal son las figuras de Dostoiewski, en que el Para buscar una patria de carne no se mente se fijaba en su memoria para cuando epiléptico gustaba de retratarse, así es aquel va como iba Rendón, a investigarla entre despertase el mecánico a sacar el recuerdo Karamasoff, santo, que predicaba la lle las gentes que lo rodearon, aquellos hombres perdido en la punta del lápiz dócil. gada del tercer reino en casa de una moza truncos que departieron con él en largas veYo, compañeros, os confieso, en está ho de forzada, así aquellos santones que deja ladas, llenos de aspiraciones confusas, que ra en que pululan los amigos y en que se ban caer el prodigio goteado de su misión enloquecerían si los obligaran a precisar su agita alrededor de la tumba una rumorosa extrahumana en las guaridas de los asesi anhelo. gaseosos pobladores del tercer reimarea de recuerdos íntimos, que nunca ví nos y ladrones, entre el rumor de los vasos no, habitantes de la patria desconocida, ciuen Rendón al camarada. Bien hubiera po que se quiebran con el torvo mazazo de las dadanos de una república en la cual, como dido verlo como muchos ahor. como lo vie palabras blasfemas. Decidme si alguien, a en la de Gaspar, fueron ellos los únicos ciuron entonces, porque camaraderia era para menos que ignorase quién era, pudo alguna dadanos.
ellos transitoria habitación y fugaz alber vez burlarse de su suelo o mofarse de su ániYo no puedo compañeros, sorprenderme gue bajo una misma techumbre de figón. ma por la debilidad de la envoltura. eso de la manera como se abrió paso Rendón Yo, en su mesa, a su lado, cuando nos sor que pasaba, con su tercer reino entre los ojos hacia esta tumba. En su vida lo único que prendió más de una alba pueril o dramá hundidos, sin hablar, porque fue un santo comprendo bien es su muerte. Lo clemás es tica, en largos paseos sin hablar, en confra casi mudo, prendido a su vida de adentro, demasiado ilógico, grande, nocturno, para ternidad aparente de cuerpos, siempre me por entre la algarabía de los matones, alca mi pobre alma de hombre de dia que sufre senti abrumado y perplejo, tanteando en huetes y deslenguados, y que muchas ve oftalmía por exceso de luz.
su conciencia con preguntas que traiciona ces provocaba con el solo estrépito de su Cuando Dostoiewsky murió comenzó en ban siempre mi deseo de excavar en su risa lejana la reacción bárbara en los acan toda Rusia, de la frontera al corazón, el alma remota. Nuestros diálogos fueron tilados salvajes de aquellas balbucientes: gran desfile popular. Patrullas silenciosas siempre preguntas, desoladas y desiertas conciencias.
de mujiks caminaban por entre la nieve, en largas estancias de silencio. Se defendia Su obra, ya habrá quién la mida con el sobre largas rutas dormidas, para llegar con astucia, porque temía que alguien adivinara detrás de su obra y por encima de metro minimo de la utilidad. Ya habrá quién hasta la casa en que el santo estaba expuesos diga cómo fue de fértil todo lo ella, a pesar de sus carcajadas ficticias to con los brazos en cruz, la cruz sobre el pesalió que sus desbaratadas aventuras, algo que, era de su pluma, y cómo a su empuje caían y cho, las barbas plebeyas cubriendo el gesto superior a lo humano, allí colocado a la se levantaban los hombres, estrujados por adolorido y la melena áspera vertida en su sarcasmo. Ilabrá más de una secta agra lágrimas sobre la frente abombada por la más hice inquisiciones policivas sobre aquellas lagunas de tiempo que tenían que existoria, la creación de un plano popular para Un novelista. Un creador de humanidad, tir entre él, insomne, y nosotros adoloridos sus hazañas y el que hubiera destruído con pero para las gentes, apenas el atropellado a las seis horas de vigilia. Pero su alma, una fuerza gigantesca en la cual abunda narrador de vidas dispersas. Alguien me que me pareció excesivamente extensa, difíotra vez lo extļaordinario, regímenes y reidirá por qué yo quiero ver ese desfile hasta cil de medir con la torpe medida que yo nos, mandatos arbitrarios. y fraudulentas esta tumba que abrimos con el temor de que autoridades. Pero cuando tal estén haciendo, al echar en ella el cuerpo, y sobre él la tierra podía aplicarle, fue siempre una montaña rusa sobresaltada y llena de vértigos, y os yo lanzaré mi interrogación perdida a la morena, no haya jamás la resurrección de digo con simpleza de espíritu que sólo en fe que tengo de que Rendón sobrepasó, él, aquello que lo animó en sus correrías vaciDostoiewski existió tan ilimitada extenno su obra, el mapa donde se mueve lo norlantes. Podéis reducirlo, podéis limitarlo, y sión. Ya os oigo rumorar por lo bajo de vuesmal, lo común, lo sano, para entrar en las dejarlo apenas del tamaño que os conviene para la fácil comprensión, y deciros que no tras sonrisas que este meridiano es propicio regiones donde se abren los círculos contipara que en él grabemos con oro universal nuos del misterio. La pregunta es. Qué enterráis aquí sino un dibujante, un caricalas comarcanas acciones de nuestros pró cuál hubiera sido la satisfacción de su deperseguía Rendón. Puede alguien decirme turista, un humorista. Pero el puchlo sintió que esas lineas, que ni siquiera tenían la seo. Estáis seguros de que si hubierais he pueril pureza que muchos ambicionan como Pues bien. Yo retiro el paralelo que me cho una república perfecta, un mundo angé perfección, salían de la mano del dibujante, surge espontáneamente entre la vida del licq, no habría encontrado la sátira de lo pero movidas por el corazón de la multitud.
genio ruso y la del humorista colombiano angélico y se hubiera ahogado en la neceEl pueblo de Colombia, el de la llanura y lo retiro si alguno de vosotros ha mentido sidad de lo imperfecto?
azotada por un barrer de sol eterno, el de alguna vez contra Rendón, si alguno de vola montaña llena de vahos vegetales, brosotros se ha atrevido a calumniarlo o a roer La patria de Rendón no era sólo el trozo tados de las raíces monstruosas, el de los lo, si alguno entre nosotros calificó su arte de tierra que le templaba los nervios cuando ríos humildes o de los grandes ríos anchusiquiera con la rigidez de la crítica técnica, lo sentía amenazado, mutilado o deformado. rosos, ese pueblo de la aldea o la ciudad, el ceres. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica