204 REPERTORIO AMERICANO Poesía Envio del autorLección sobre Maud Bien quietas calles, nocturnas alumnas mías.
Yo que ejerzo mi cátedra en salas de silencio, voy desde mi pupitre de ternura a enseñar la lección sobre Maúd.
Mlás silencio.
Atención.
Allaúd, como su nombre lo indica nació de una flauta. es una mujercita tan igual a su nombre, aunque bien podría llamarse aleli.
Vive en un continente que está situado allá, hacia donde va el humo de los tabacos turcos y el color de las pompas de jabón. es tan leve Maíd que las muñecas juegan con ella a las muñecas.
En su país se pasa entretenida tejiendo tardes de blanda lana tibia y pintando amanecidas agradables.
Por ahora Maúd anda en la tierra, y la tuve tan cerca, que me encontré riendo muy pequeño adentro de sus ojos.
Esto es lo que yo sé, calles nocturnas.
Pueda ser que en alguna clase próxima, les diga de memoria los besos de Jaúd.
Pero antes que se vayan. por qué no se acomodan como letras de avisos luminosos viientras les voy dictando nombres desaparecidos?
Después, para que arriba no les sientan la hora de llegada. pregúntenle a mi sueño como se entró en puntillas por mis ojos cerrados.
Amor universitario Nuestro amor es otro estudiante.
llegado a la Universidad.
En el Liceo de mis sueños hizo sus años de escolar.
Pero qué estudiante más flojo.
No oye ninguna explicación.
Se lo pasa ideando cielos y armonías de otro color.
En clase se lleva saltando por las bancas entre ella y yo Sale a veces por la ventana, y nos dice: Tertulia con las estrellas Vengan al sol!
Claro, si no le pušan lista como hacen con nosotros dos. se encanta con distraerme. si atiendo por casualidad.
Fabrica con los ojos de ella palomitas de papel azul. me las lansa mientras habla cosas serias el profesor.
Los compañeros lo conocen y hacen sus bromas al pasa Notan un acento extranjero en nuestra manera de hablar, Vuestro amor universitario.
Pueda ser que no quede atrás.
Que se reciba con nosotros.
Que no se canse de estudiar.
Adelante.
Adelante.
Pasen ustedes señoritas estrellas.
Si se han de estar toda la noche asomadas a mi ventana, mejor pasen adentro, si algo les interesa.
Pasen no más, sin miedo, que si alguien me pregunta qué es lo que hay en mi cuarto, yo le diré que son luciérnagas.
Perdón que las reciba en esta bata de soledad gastada.
Es mi traje de casa.
No señoritas.
no es un trozo de luna.
Este es mi lecho, cuya blancura rije mi madre.
Ustedes que se miran en las aguas tendidas, no vayan a asustarse si se hayan verticales al verse en el espejo del ropero. Ni vayan a creer que yo fabrico estrellas porque he encendido un fósforo.
También les interesa el lavatorio. Pues bien. Es ahí donde mañana tras mañana dejo caer al agua mis caras trasnochadas.
Cuadro andando Qué cuadro es este viejo.
Yo le pondría un marco.
y que el tiempo lo firme con su rúbrica de horas.
En ves de ojos son negros sus anteojos sin ojos, y su cara una mancha de acuarela de arrugas.
Con la mano estirada bajo el cielo estirado, pisotea las tardes junto a la Catedral.
Cualquier día no más el cielo compasiro como una gran limosna el sol le va a tirar.
Este viejo es un cuadro.
Yo le pondría un marco. y en el museo vivo se sacaría siepepre la medalla de honor, hasta que afloje el clavo del carcomido muro Ni el cuadro hecho pedasos en un ataúd.
Ya deben irse?
Bueno. Hasta otra noche.
caiga julio Barrenechea Santiago de Chile, 1991. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica