1Repertorio Elmericano Tomo XXI!
SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA.
San José, Costa Rica 1931 Sábado 21 de Febrero Año XII, No. 527 Núm. SUMARIO Euripides.
Evaristo Ribera Chevremont.
Poemas.
Bibliografla titular.
La vida de Vivekananda (1). ii.
Sir Gilbert Murray Vicente Geigel Polanco Ribera Chevremont La propiedad y la moral moderna.
Carta alusiva. No apartemos los ojos de Nicaragua Una página de Gissing. Suludo a Américu.
Reinhuld Niebuhr Felix Llorente Juan del Camino Persiles Consuelo Trigo de dcuola Nafuel Curriona De los dos dramas que ocupan Euripides lusión así, pero nás aguda y más el grueso de este volumen, al Hiardiente, porque las esperanzas de pólito podemos dejarlo que se ex Introilucción al volumen que contiene las admilos hombres eran más altas y más plique solo. Sus dos mil quinientos rables versiones en verso, inglés que hizo Sir Gilingenuas, les destrozó en efecto el bert Murray del Hipolito y de las bacantes de Euriaños le han hecho poca inella. Tiene pides y de las raxis de Aristofancs. Traducción de corazón a nuchos hombres dos o algo, no cabe duda, de la solemniSALOMÓN DE LA SELVA para Repertorio Americanotres geueraciones antes de Aristó.
dad de las cosas antiguas, pero nada teles. El reflejo de esta desilusión de lo rancio; vi carece tampoco de en la obra de Eurípides: El brillo interés de actualidad bastante a de su primer albor, su amargadespertar nuestras vivas simpatías.
miento, la desesperanza, y, al fin.
Por severas que sean, las líneas de una visión postrera, medio profética su belleza, palpita en ella la terde verdades y de posibilidades más nura, y vibra la sutileza del senallá de esa desesperanza, es lo que, timiento humano. Hasta sus cona mi juicio, nos puede explicar en ceptos religiosos, si los aceptamos gran parte Las bacantes y servir con sencillez olvidando la falsa de clave para mucho de las demás mitología que hemos aprendido en obras del poeta.
los manuales, son fáciles de entenQuizá no ha habido periodo alder y están llenos de verdad. Es, guno en la historia del mundo, pero si no el primero, uno de los prini los comienzos de la Revolución meros dramas de amor, y. de tema Francesa con todas las perspectivas que fácilmente pudo haber sido que abrió a los ojos de la ilusión, afeado. En efecto, lo afean escritoen el que el porvenir del género res posteriores, especialmente los.
humano haya parecido tan brillante comentadores, que no se han dado como pareció serlo a las más eletregua en su labor desde en época vadas mentalidades del oriente de de los primeros escolios hasta nuestrecia por años del 470 al 445 tros días. Racine mismo, que quiso.
antes de Nuestro Señor. Para nososer bondadoso con su Phèdre, la tros, al volver ojos de crítico sobre ha hecho venir a menos permiese tiempo, nos parece como si el tiendo que sufra el roce de ciertas.
árbol de la vida del hombre hubiese fatales y erróneas sugestiones. La repentinamente florecido todo él con Fedra de Eurípides es mujer disflorecer exquisito y efímero que tinta por completo, y la calidad tarto inquieta cuando lo hallamos de su amor, aparte de las circunsEuripiller en cualquier momento de crecitancias que lo redearon, es entemiento histórico. Se pone uno, casi Busto en mármol que se conserva en el Maseo ramente clara y fragante. El Hipode Nápoles: copia del retrato auténtico del poets soñando a imaginarse lo que senlito, como la mayoría de las obras que, a moción del ora. lor Licurgo, fué colocudo tirían los hombres que vivieron en el Teatro de Atenas en el siglo IV a.
de una personalidad recia, tiene esa época. De esos años nos quedan sus manerismos y tendrá, sin duda, escasos testimonios directos. Tenesus defectos. Pero, en conjunto, es una que la tragedia signifique y que, por mos el tono de exaltación solemue que obra de arte singularmente completa y implicación, sienten que algún signifi informa a casi todo lo de Esquilo. La satisfactoria: Deja lleno el espíritu: Es cado tiene.
elevada confianza de los persas, del Procosa de belleza a cuya contemplación Ahora bien, el significado de Las ba meteo, do Las euménides. Tenemos el espodemos saludablemente entregarnos y cantes y cómo llegó Eurípides a escribir plendor, medio esquivo, de ciertas porde cuyo goce debemos estar agradecidos; drama tan singular, además de un ver, ciones de Píndaro, como el Ditirambo y la atmósfera que en ella se respira es dadero interés propio posee, a mi parecer, en honor de Atenas y la cuarta Oda la del sortilegio de las cosas puras. gran importancia con relación a ciertos Nemea. Pero, en general, los hombres En Las bacantes hallamos una curiosa movimientos sociales de la Atenas del de ese día se mantenían demasiado ocudiferencia. Quizá supere al Hipólito como siglo quinto antes de Cristo y a ciertas. pados estaban demasiado felices, quialiento de genio; su calidad es más rara corrientes de la filosofía griega posterior siéramos creer. para ponerse a escribir o insólita. Pero deja al espíritu con ham a esa época.
libros.
bre: Es cosa inhumana: Sopla en ella un Alguien ha dicho que, de haber visto Hay, sin ombargo, un testigo intereaire frío, como de laberinto, aún en me Aristóteles, como en un espejo mágico, saute aunque de una generación más dio a los estremecimientos sorprendentes el curso de desarrollo y decadencia que bien joven. Herodoto puso fin a sus Hisque produce: Fulgura con luz otromun. la humanidad seguiría en los mil años torias cuando la gloria ya se había apadana, aturde, coufunde. Me figuro que después de su muerte, la desilusión le gado y el porvenir parecia entregarse intrigue a la mayoría de sus lectores lo habría destrozado el corazón. Una desi en nivelado equilibrio al bien y al mal. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica