CapitalismSandino

REPERTORIO AMERICANO 57 contratos.
rado de la fuerza. Es decir, en ciertos aspectos, norteamericano que vele porque el capitalismo que el hombre sedentario apenas conocer y el imperialismo se impone por fuerza bruta. En suyo que va a la América Latina obre con jus: que los viajeros contemplan con estática otros casos, en cambio, su manera es suave. ticia. Esa petición a ratos se hace clamor. ha admiración. Los placeres sociales encantan si la lógica algo vale, claro está que cuando di bemos en los Estados Unidos quienes de todo al hombre; pero no siempre vienen a su la fuerza bruta se trata, oponerse es cosa más corazón deseamos que no en vano se nos llame encuentro ni dependen de su voluntad. Endifícil. Pero cuando de suaves maneras se trata, a echar nuestro cuarto a espadas por la Justicia. tretanto, los placeres que proporciona la con mantenerse alerta y entero, con no engañars: Pero se nos enfría el entusiasmo cuando se nos lectura son de todo tiempo y de cualquier ni dejarse engañar, no hay modo de perder. Lo quiere convertir en Divina Providencia, cosa que lugar, y son los únicos que puede renovar que, desde luego, no es así como así. veces. aunque quisiéramos, no podríamos ser jamás. a sul albedrío.
parece que los pueblos, como las mujeres, invitan Aquí lucharemos en la medida de nuestras fuer Rioja ha podido decir asi, con simplial engaño; y el engañador no es en todos los cazas porque nuestro gobierno no apoye con su po cidad tocante: sos el mayor culpable, y tal vez ni culpable si derio militar ni con sus otros poderíos injusticia quiera.
ninguna contra los pueblos de Hispano América.
Así, si hay algo funesto para Costa Rica en Un ángulo me basta entre mis lares, Pero cuando se trata de contratos cuya efectivilos contratos bananeros recientemente aprol un libro y un amigo, un sueño lere dad depende no de la fuerza de bayonetas nues.
per su Congreso, no hay que culpar a la United Fruit Company. La mayoría de los miembros do tras, ni de presión de nuestros diplomáticos, sino que no perturben deudas ni pesares.
que de la aprobación de la mayoria de un Conese Congreso vehementemente defendieron esos greso como el de Costa Rica, tenemos más que La lectura es poderosa para curar los Si queja alguna tiene el pueblo de Costa Rica, lo lógico sería que llamara a cuentas derecho a decirles a los costarricenses: All right, dolores del alma; y Montesquieu lia escrito a sus representantes, a aquellos a quienes ha confriends. ustedes qué hacen por la Justicia?
en sus Pensamientos que jamais turo un fiado el cuidado de sus intereses. Quienes han Con sus congresales entiéndanse ustedes. De las pesar que no olvidara después de una hora debilidades de ellos y de sus torpezas, no culpen de lectura.
indagado a este respecto no han podido encontrar vestigio de sanción alguna popular. contra esos a! Coloso del Norte, al Pulpo Yanqui. Revivan He ahí un hombre al que la inteligencia a Bolívar. ha hecho grande entre los hombres de su representantes. Todo lo contrario, siguen, campantes, manejando los asuntos públicos de su cat. Y, a propósito, en la Nicaragua del apestoso época o de su siglo. Qué ha pensado sobre go, y parecen poder seguir haciéndolo indefini Moncada. cómo se irá a conmemorar la muerte Dios, sobre la naturaleza, sobre el hombre.
damente. Bolívar está muerto. Tiene un siglo de del Libertador? En la otra Nicaragua, la del eternos problemas que yo no puedo sondear, estar muerto. Parece que tuviera más.
hérce Sandino, alli no hay muerte que conmeporque mi expiritu se halla. inculto y mis Decir eso no es agradable. Oirlo tampoco será morar; porque allí Bolivar está vivo. Que triun. horas pertenecen al trabajo material? La agradable. Pero hay que decirlo. De muy buena fe es el deseo de los amigos norteamericanos de Biblioteca de la aldea contiene sus libros; fe, y con harta razón superior, se pide al pueblo Hispano América.
y no habrán pasado las veladas largas de este invierno sin que yo sepa lo que San Rebecca: Kaye Agustin meditó sobre Dios, lo que Pascal The Civic Club, 18 East 1th St. discurrió sobre el hombre y lo que HumNueva York, Noviembre de 1930. boldt enseña sobre las leyes que rigen el universo risible.
El libro es enseñanza y ejemplo. Es luz y revelación. Fortalece las esperanzas que El libro y su lectura ya se disipaban; sostiene y dirige las rocaciones nacientes que buscan su camino a (l iens de la página primera. través de las sombras del espíritu o de lux generar la excistencia moral e intelectual han creado las librerías de distrito en los puede ascender hasta el renombre inperedificultades de la vida. El joren obscuro de centenares de hombres.
Estados Unidos, y que hoy se propagan cedero, conducido como Franklin por la Dar un libro es casi nada; pero el libro ripidamente por la Francia!
lectura solitaria.
dado realiza la parábola de la semilla que El libro da a cada uno testimonio de su los vientos arrastraron, que los pájaros del aire no comieron y que cayendo en tierras Cuando oigo decir que un hombre tiene, vidi intima. Es el confidente de las emo.
extrañas fructificó bajo la bendición de e? hubito de la lectura, estoy predispuesto çiones inefables, de aquellas que el hombreDios en fértiles cosechas. El don sin preha acariciado en la soledad del pensaa pensar bien de él. Leer es mantener cio puede revestir un valor infinito, porque siempre viras y despiertas las nobles famiento y más cerca do su corazón. Asi la.
fué un libro encontrado a la casualidad el cultades del espíritu, dándoles por alimento lectura del libro, que nos ayudó a pensar, que infundió la persererancia en el tra nueras emociones, mueras illeces y mueros a querer, a soñar en los dias felices, es el bajo a Franklin y a Lincoln.
conocimientos. Lepri ps multiplicar y enriconjuro de sus bellas risiones desranecidas Cincuenta bibliotecas, desde Quilmes hasta quecer la rila interior, por siempre en el pasado.
Humahuaca, han nacido ya bajo los aus Leer es sobre todo crociarse a la eris Cuando puedo sustraerme a lo que me picios de la Ley Nacional, demostrando tencia de sux semejantes, hacer acto de rodea, y releo nris antiguos libros, parece que no es perdida entre nosotros la invo. Unión de fraternido con los hombrex. que se renuera mi ser. Vuelvo a ser joven.
cación que se hace a los sentimientos ge El que lee, aunque se halle confinado en Lo que pasó está presente; y creo por un nerosos.
una aldea, rire del morimiento universal momento que puedo envolverme de nuero Difundamos su conocimiento, hagimonos y puede decir como el hombre de Terencio: en la suare corriente de los sueños desva.
sus ejecutores y sus agentes; y el llama que nada humano le es indiferente. necidos, cuando repitiendo con acento entermiento permanente consignado en la ley, y La lectura fecunda el corazón, dando in necirlo el rerxo de Lamartine o de Virgilio, los llamo y los nombro con las voces de la cooperación ofrecida a los que quieran, tensidad, culor. cxpansión a los sentipromover el adelanto intelectual de su pais mientos mi antiguo cariño.
por la difusión de buenos libros, determi Los egoistas no practican por lo general Enseñemos a leer y leamor. El alfabeto narin una nueva dirección a la caridad la lectura, porque pasan absortos en la que deletrea el niño es el rinculo viviente pública, haciendo brotar ese raudal de la dirida contemplación de sus intereses per en la tradición del espiritu humano, puesto beneficencia y del patriotismo, que en In sonales. No sienten la necesidad de salir que le da la clave del libro que lo asocia Unión Americana dota los establecimientos de xi mismos y estrecharse con los demás. a la vida universal. Leamos para ser mede enseñanza, funda bibliotecas populares Las personas indolentes no leen; pero ¿qué jores, cultivando los noblex sentimientoso y derrama a millones páginas impresas, son el ocio y la indolencia sino las formas ilustrando la ignorancia y corrigiendo nuespara que se dispersen por su pueblo y por plústicas del egoisno?
tros errores, antes que vayan con perjuicio el mundo, como nuncios de la rerdad que La naturaleza es pródiga en sorpren nuestro y de los otros a conrertirse en pertenece a todos los hombres!
dentes escenas, en mararillosos espectáculos, nuevos actos. Por qué no se suscitarán también entre nosotros esas asociaciones, que apellidánNicolás Avellaneda dose con el nombre glorioso de Franklin, Buenos Airer, 1810. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica