106 REPERTORIO AMERICANO Nuestras manos antiguas de una piedad del cielo se han colmado: tejen el hilo de oro de la Vida y vuelven a su mundo subterráneo. ahora.
noso y sugerente, de, dilatadas perspectivas y Al borde del sendero, hondos goces espirituales para el ánima encendiestá tendido el árbol.
da de misterio y sedienta de verdad. Ah, qué pena me da ver cómo ha muerto. Pajarera no es libro de audacias arribistas Detened al que lleve ni de reclame sensacional. No funda sus prestiacero ensangrentado.
gios en rarezas verbales ni deslumbra con novidades de importación. Es libro de original emEncarcelad al que ha cortado el árbol.
peño y de madura emoción. Fruto de largo enPoema de intenso vigor sentimental, que lo trenamiento, supera los esfuerzos precedentes y graría sacudir la psiquis del lector menos avis logra altos valores, poemáticos. El crítico oficioso sado.
anctará dos o tres remedos de la vieja lírica y alEn otros poemas Silencio, Flora invisible, gun poema que debió excluirse del libro por Arquitectos de lo abstracto. persigue el au factura o por su ideación. Esta labor no nos intor emociones de abolengo intelectual. Aca. teresa. Sólo nos preocupa la unidad espiritual de lla las voces íntimas; apaga las expresiones de la obra, su lírico fervor, sus hitos de avance.
ternura; silencia los imperativos de la carne, pa. Pajarera trasciende todo provincianismo litcra adentrarse en un mundo de símbolos meta rario, todo criollismo limitativo, y logra una físiccs, escenario cósmico donde es grávido fuerte expresión de universalidad. Realiza, pues, pensar, el gesto trascendente, angustiosa la in la verdadera pozsía valor universal plasmaquietud. Paisaje sordo a las solicitaciones cotidia ción de la belleza en formas de inmeperecedero ras, yermo para el sentido profano, pero lum: aliento.
su el Vicente Geige 1:Polanco San Juan de Puerto Rico Junio 1o. 1929.
Poemas de Ribera Chevremont Envio de Geigel PolancoCrimen ¿Quién ha cortado el árbol?
Encarcelad al que ha cortado el árbol.
El árbol tiene alma.
y es un ser casi humano: Yo le he visto reir en primavera con su carga de ramos, teñirse de oro y rosa ser cosa de fiesta para el pájaro. Quién ha cortado el árbol?
Encarcelad al que ha cortado el árbol.
Yo le he visto inclinarse para servir de apoyo a un árbol flácido, y después; lleno de humildad y gracia, levantar, hacia el cielo miles manos, manos que son las hojas, manos que buscan luz y huyen del barro. Quién ha cortado el árbol. Encarcelad al que ha cortado el árbol.
Te acuerdas de aquel árbol?
El nos juntó una tarde de verano.
Ramas ebrias de sol eran sus ramas; Cantaba la cigarra su himno cálido. se unieron nuestras bocas, y sentimos cómo tremaba de contento el árbol. Quién ha cortado el árbol?
Encarcelad al que ha cortado el árbol.
Detened al que lleve acero ensangrentado.
Al borde del sendero, está tendido el árbol. Ah, qué pena me da ver cómo ha muerto!
Encarcelad al que ha cortado el árbol.
Transparencia Mi alma es una fuente honda; honda fuente de marizada transparencia; ella brinda la ciencia de su onda: ciencia de llanto, que es divina ciencia.
No ha de cesar su chorro dulce bueno.
Venga el que tenga el cántaro vacío; que venga a darle al cántaro su lleno. Es para los sedientos este rio!
Hay silaridad de espíritu y ternura; hay sentido de amor, clara doctrina: que no hay licor como el del agua pura: en él piedad del cielo se adivina.
Tiene mi fuente extraordinarios caños, caños de irisaciones siderales: te lleva a ellos madurez de años. Corren hondo mis hondos manantiales!
Secreto de palabras interiores es mi secreto. De mi fuente mana en tierna claridad para las flores: el es la móvil luz de la mañana.
Bebe iú de mi fuente limpia y bella el agua que las piedras han batido, que tierra y cielo beberás en ella y pulsarás en ella mi latido.
Latido de recóndita corrienie, recóndito fulgor de vida extraña.
De sangre toda espíritu es mi fuente y sombra de demonio no la empaña.
Cuando bebas mi agua, serás brisa, árbol, flor, nube, hierba, luz, guijarro.
La humildad de tu ser se hará sonrisa: oro, por la humildad, será tu barro. Manos antiguas Nuestras manos antiguas de cosas trascendentes se han colmado: misterios cristalinos, horas blancas que dieron en la luz frutos y ramos.
Nuestras manos antiguas acaban de salir de su letargo con voces inefables, limpios sueños que transparencia dan a nuestras manos.
Nuestras manos antiguas sostienen los racimos argentados de aquello que renace con nosotros. los brotes nuevos de remotos años!
Nuestras manos antiguas llenas de auroras, músicas y cantos: Un agua vieja resplandece, y filtran los dedos que ahora siempre se han juntado!
Nuestras manos antiguas. aman la sencillez de los harapos, y es por eso que surgen asombradas del resplandor de frutos y de ramos.
Somos dos silencios Somos dos silencios en un solo espíritu; somos dos silencios que trenzan sus ritmos.
Estás en mi sombra dentro de mí mismo, y eres en mi sombra profundo latido.
Siento, por mi carne, correr lus fluidos, porque yo soy uno conmigo y contigo.
Puedes tre ser pájaro, porque yo soy nido.
Somos dos silencios de claros sonidos, dos sonidos hechos de carne y espíritu.
Somos dos silencios, dos silencios tímidos; dos silencios puros que se han confundido.
Somos dos silencios que se han hecho himno, himno que no escuchan externos oídos.
Puedes tú ser pájaro, porque yo soy nido.
Somos dos silencios, dos delgados hilos que en el aire empatan dioses del destino.
Somos dos silencios, dos sueños con nimbos, dos etéreas formas de un país no físico.
Somos dos silencios que, en alado giro, van por miles curvas al negro Infinito.
Puedes tú ser pájaro.
porque yo soy nido.
Somos dos silencios, dos violines limpidos que, en candor de luna, diluyen sus ritmos.
Somos dos silencios que se han confundido: somos un radiante silencio infinito. Quién tendrá el secreto de nuestros dos hilos. Quién podrá pulsarnos. Quién podrá medirnos?
Puedes tú ser pájaro.
porque yo soy nido.
Arquitectos de lo abstracto Escalemos, escalemos los miradores más altos, para expresar lo sentido en un lenguaje embrollado: no habrá oídos para ornos; todos están bien cerrados.
Serán nuestros los misterios de lo santamente humano.
Nuestras mentes, en un sueño filosófico y extraño, nimbaran la ideología singular de nuestros salmos, nuestros salmos que son luces de una biblia hecha de astros. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica