REPERTORIO AMERICANO 73 12.
Bertrand Russell Doy por sentado que to Decálogo de un filósofo mente una fuente de placer do el mundo tieno una lista en causar dolor. Todo ciru De La Nación. Buenos Aires.
propia de aquellas virtudes jano tiene el deber de inhibir que intenta poner en práctica; más aún, su repulsión natural a causar dolor, que si fracasa en la realización de tales mas ciertameúte hay una tendencia actos virtuosos, se siente avergonzado psicológica a permitir que dicha insin que para ello tenga nada que ver hibición ceda el puesto a impulsos la opinión ajena. He procurado resusádicos. Admiramos y alabamos el samir en algo así como un decálogo crificio propio, y nos complacemos aquellas virtudes que yo quisiera po. ante la contemplación de vidas vir seer: helo aquí: tuosas totalmente despojadas de felicidad; esto también suele tener sus No mientas para ti mismo. raíces en la crueldad, y hace que los Considero que este mandamiento os inoralistas condenen el sacrificio proel más esencial de todos. Alguien pio aun cuando no haga ningún bien harto racionalista podría argüir que para nadie. Por todas estas razones es inútil mentir para sí mismo, puesto nos inclinamos demasiado a creer que que uno no podría jamás creer en el emel dolor es bueno para los demás: y.
buste propio; pero este argumento se si bien esa creencia se halla a veces funda en mera ilusión. Coué nos ha justificada, como por ejemplo. en el enseñado a curar enfermedades mecaso de una operación quirúrgica nediante la autosugestión, y el mismo cesaria, deberíamos estar completamétodo es igualmente eficaz cuando mente seguros en cada caso de que se lo aplica con miras obscurecer nuestro juicio no se encuentra some.
la conciencia o percepción de nuestido a la influencia de algún impulso tros propios defectos. Si uno ha estahacia la crueldad.
do ocupado en realizar una transacción comercial y ha logrado efectuar Cuando desees el poder, exaun negocio que dejara pingües gamina cuidadosamente el por qué de nancias a expensas de alguien mucho ese deseo. El ansia de poder es parinás pobre que uno mismo, no tiene te del mecanismu esencial de la namás que asegurar para sus adentros turaleza humana y no debe ser contodas las noches, cuando está por dorsiderado como un mal en si; sólo se mirse, que supo dar muestras de exconvierte en malo cuando va asociado a: traordinaria generosidad y que la inciertos otros deseos e impulsos. Los mensa mayoría de la gente habría leader religiosos; los reformadores procedido con menos blandura; y acay los hombres de ciencia obran todos bará por creerlo cuando lo haya rebajo la influencia de varias formas petido para sí durante una semana o un aplicaciones mucho más amplias. Yo no de amor al poder, mas no por ello temes. Los jactanciosos no tardan en creer culparía a los niños por mentir ante sus nemos derecho a pensar mal de ellos.
en las proezas de arrojo que atribuyen padres si éstos son severos hasta más Por otra parte, es malo aquel poder que a su propia persona. Si uno quiere creer allá de toda razón; yo no culparía a un consiste en perjudicar a la gente. He en alguna doctrina teológica o política libre pensador por ocultar sus opiniones aquí, por lo tanto, que el amor al po. que aumente sus rentas, atribuirá mayor si el darlas a conocer hubiera de perju. der es un mal cuando va asociado al fuerza a los argumentos en pro que a dicarlo hasta el grado de hacerlo morir odio o al desprecio, mas no los en contra, a menos que tenga sumo de hambre.
contrario. La bondad o maldad del amor cuidado. hablando en términos gene Cuando creas que tu deber es al poder depende completamente de esos rales, uno será capaz de perpetrar cual causar dolor, examina a fondo las razootros deseos para cuya realización deseaquier villanía con la más clara concien nes que tengas para ello. Yo aconsemos conquistar tal poder. Si con seme cia, a menos que practique el hábito de jaría. No te complazcas en causar dolor. jante deseo se aspira a ser poderoso para decir la verdad para sí mismo.
si no fuera porque ésta es una cuestión que ser cruel, más valdría que quien lo exestá más allá del dominio de la volunperimentara se sometiera al tratamiento No mientas para otros a me tad. Si uno encuentra placer en causar en manos de un psicoanalista para que nos que estén ejerciendo tiranla. dolor, quizá logre alterar su carácter le cambiara el carácter. o de lo conEsto está en franca oposición con la mediante varios métodos indirectos; pero trario que se suicidara.
opinión generalmente aceptada, según no conseguirá eliminar dicha sensación la cual uno debería decir la verdad placentera por el mero hecho de decir Cuando tengas el poder, úsalo a los fuertes, pero no a los débiles.
para sus adentros que aquello es bajeza. para dar facilidades al pueblo y no Se considera justo y adecuado que los Mediante un acto volitivo uno puede, para oprimirlo. Esta máxima tiene esgobiernos y ciertos órganos mientan so sin embargo, abstenerse de cometer ac pecial aplicación en lo que se refiere a bre asuntos públicos; se considera bien ciones a las que se siente tentado por la cducación. Aquellos que tratan con hecho que los padres mientan a sus hi el deseo de ese placer. decir verdad, los jóvenes, tienen inevitablemente el jos sobre asuntos sexuales y aun sobre el deseo de causar dolor es mucho más poder en sus manos y resulta harto fála excelencia moral de dichos padres. común que cuanto cree la mayoría de cil ejercer ese poder más bien en forma Mi principio es el anverso de todo esto, la gente, y se encuentra en el fondo de que complazca al educador que no con Yo considero que los gobiernos deberían muchas creencias consideradas como mo miras a lograr utilidad para el niño. El decir la verdad a sus súbditos o ciuda rales. Hubo entre nosotros muchos que ejeinplo clásico, por así decirlo, nos lo danos, y que los padres también debe creyeron y la opinión persiste aún en da el padre que quiere que su hijo lo rían expresar la verdad a sus hijos, por Japón que es perverso que una mujer siga las huellas en todo; que aspira a.
muy inconveniente que esto pueda pa reciba anestesia durante el alumbramiento. que, como él, el vastago sea un estadisrecer; pero no creo que los tiranos ten Esta creencia jamás tuvo otra base que ta eminente, un financista prominente, gan derecho a esperar verdad de los la el sadismo, apesar de que para ella se ha un distinguido hombre de ciencia, y esbios de sus víctimas. En casos extremos, dado toda clase de razones seudo cientí to y aquello y lo de más allá; que se esto sería admitido; un conspirador que ficas. Dudo que operaciones tales como indigna cuando llega a descubrir que bajo la tortura se niega a traicionar a la extirpación de las amigdalas sean los gustos de su hijo son completamente su cómplice, conquista admiración siem siempre necesarias cuando las recomien distintos de los suyos. Toda propaganda pre que su caso no sea demasiado abo dan los cirujanos, y sospecho que algu. en cuestiones de educación cae realmenminable. Pero creo que el principio tiene nos de estos encuentran inconsciente te dentro de este capítulo, ya que conen caso Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica