REPERTORIO AMERICANO 285 Shelley, el predestinado Es cierto que Shelley compartió la suerte de casi todos Seguimos publicando el magistral ensayo de los poetas contemporáneos suFrancis Thompson en in trudacción que para yos, en cuanto no fué apreciado. Como Repertorio Americano ha hecho Hipólito Mattoellos, sufrió a manos de críticos que nel. Las primeras dos partes se publicaron en constantemente le trasquilaban los rizos las entregas y 15 del tomo en curso.
alborotados a la poesía con las. tijeras de sus sarrosas reglas; críticos que no podían ver que una rama literaria proyectara fuera del nivel de su día sin cortarla de tajo con una crítica torcida. críticos que indomablemente mantenían, en el desfiladero que conduce a la fama, los «cánones establecidos» que poeta tras poeta. había venido acribillando. Pero.
rehusamos creer que un poeta del calibrede Shelley pueda haberse sentido seriamente lastimado por carecer de boga. No es que supongamos que haya encontrado consuelo en esa insensata superstición del «aplauso de la posteridad. Posteridad, iposteridad. posteridad que va a Roma, llora tamañas lágrimas, y graba bellas inscripciones, sobre la tumba de Keats; y el gusano tiene que retorcerse para dar gentilmente gracias por todo eso, puesto que el pobre chico muerto, dondequiera que esté, tiene otro ropaje que atender. por más que sean las lágrimas, jamás un solo hueso menos seco!
El poeta tiene que ser, hasta cierto grado, camaleón, y alimentarse de aire.
Pero este aire no es preciso que sea el aliento viciado de la multitud. El poeta puede hallar su mantención necesaria en el juicio de aquellos cuyo juicio sabe podían haberle sido necesarios como insque es valioso, y esa mantención la tuvo piración: el motivo todo suficiente para Shelley: que cante un gran poeta es el que Keats expresó: La gloire Ne compte pas toujours, les voix. Enseñaronme en el Paraíso Elle les pèse quelquefois. aliviarme el pecho de melodias.
Mas si tal cosa le era útil para su man. Francis Thompson tenerse, ni esto, ni el aplauso del pre(Seguirá próximamente Shelley metafisente. nį el aplauso de la posteridad, sico, continuación de esto ensayo. Precisamente. El pecho sobrecargado no puede hallar alivio sino es amamantando al bebé cantar. Enemistad ninguna de parte de las circunstancias exteriores, por consiguiente, sino en su naturaleza propia.
fué responsable del destino de Shelley.
Un ser dotado con tan gran dosis de la sinrazón de la niñez, y sin embargo, y a la vez, con el don de simpatía que brilla luminosamente en la dulce sin razón del niño, parecería predestinado por su propia esencia a la brevedad de la pompa y del arcoiris, de todas las cosas demasiado frágiles y bellas. Tendría parte en su tristeza sombra alguna de su destino? Es seguro que, por curiosa casualidad, él mismo, en Julian and Maddalo, festivamente predijo la manera de su fin. Ajá! Hablas coino en pasados años, le dice Maddalo (Byron) a Julián (Shelley. si no sabes nadar, cuidado con la Providencia. No sonaría en sus oídos algún extraterrestre dixisti cuando escribía eso? Poco tiempo después, y Shelley, que no sabía nadar, se ahogaba en las aguas de Lerici. No sabíamos como afectará esto a los demás, pero en nosotros ha sido una coincidencia que nos ha tiranizado largo tiempo con una inveteración absorbente de impresión (robustecida más bien que disminuida por el contrasto entre la trivialidad de la declaración y su cumplimiento fatal)contemplar así, anunciándose en burlona advertencia a través de los propios labios de su víctima predestinada, al Destino movidos por cuyo aliento agitabánse los Cabellos de Shelley en las playas de la Campania. La muerte que él había vaticinado le alcanzó, y Spezzia añadió otro nombre a la dolorosa lista de los Marcelli de nuestro idioma; copas venecianas que se cubrían de espuma y se rompían antes de que el venenoso vino de la vida hubiese subido hasta su borde.
believe. Carrera Andrade es un poeta joven menos bizarro a medida que se le haga cordillera, vendedor de mariscos y badel Ecuador. Ya bien conocido entre los más cotidiano, nano. Sobresale también el Encuentro líricos de habla castellana por sus dos La actuación de lo primigenio en Ca de Barcelona, donde «Barcelona sale al libros Estanque inefable y La guirnal rrera Andrade al combinarse con sus mar con chimeneas de hierro y sardanas da del silencio, donde predominaba impresiones del paisaje moderno ofrece de cristal. Es indispensable anotar, por un «franciscanismo» muy a tono con los cualidades de interpretación original de fin, la solidaridad de la poesía de Caantecedentes raciales del autor, la obra la vida en torno. Por ejemplo, en el rrera Andrade con el moderno movique ahora acaba de aparecer en España Saludo de los puertos, se junta la emo miento de la literatura revolucionaria.
representa una aportación importantísima ción de lo industrial. cosmopolita con la Sin que se evaporen las esencias de su para la nueva poesía. No es extraño, evocación intensa de lo primitivo y le poesía pura, él habla de «La extrema pues, que Gabriela Mistral, la gran poe jano. Desde el «Amsterdam de chocolate. izquierda. Tienes razón, cigarra obrera, tisa, salude en el prólogo a una voz y el Hamburgo azucarado de nieves de minar el estado con tu canto pronueva en la literatura hispanoamericana.
invoca al «hombre del Ecuador, arriero, fundo. Los dos formamos, compañera, la La Mistral califica a Carrera de poeta agricultor en la tierra pintada de dos extrema izquierda de este mundo. indofuturista, definición que le cuadra climas, conductor de ganado sobre la José Dlaz, Fernández exactamente porque sus poemas tienen (De El Sol, Madrid. la raíz oriental precolombiana y la expresiva metáfora moderna encajada en DR. HERDOCIA Con residencia en España ecuatoriano la forma libre del verso reciente. La lengua de que se vale para la pruebaEnfermedades de los ojos, de origen Jorge Carrera Andrade ha dado a la imprenta, hace poco, una codice la prologuista está terciada de in oidos, nariz y garganta lección de poesías, Boletines de Mar y genuidad, de atrevimiento y de una solTierra, en que no se sabe qué preferir, tura de lazo indio. La ingenuidad la Horas de oficina: si la frescura del temperamento o los pone en el tijereteo simplista de las figuras; la soltura le viene de dejar hablar 10 a 12 de la mañana rigores a que una técnica personalísima lo somete. Algunas composiciones Bioal indio su lengua abélica; el atrevi y de a de la tarde grafia, por ejemplo, o Saludo de los Puermiento salta en la metáfora 1930. Tal tos están muy eficazmente logradas y vez la entraña definitiva de su poesía Contiguo al Teatro Variedades recuerdan, sin filiación imitativa, la nosea este indianismo, que se le volverá ble humildad poética de Jules Supervielle Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica