REPERTORIO AMERICANO 113 es Ya hice la presentación del gran Persiflage ditad acerca de la impresión que escritor inglés Jorge Gissing. Ya deja. Quizás alguna vez tome nota referí una lección suya. Aquí va Una página de Gissing de los libros; otorguémoslo; pero otra. Cómo pierde limpidez su escom parad el espacio que se les de Colaboración directa tilo al pasar por mis manos de tradica con el que ocupan los intereses ductor intonso! Quienes quieran leer Para don LCIS DOBLES SEGREDA, acordándome del materiales de la vida: ahí tenéis la mucho dinero del Estado que hizo ganar a los impreel original y bien vale la penasores hasta lograr, cuando fué Secretario de Instruc medida cierta de la verdadera im.
abran The Private Papers of Henry ción Pública, que Costa Rica se pusiera a la altara ile portancia que la gente en general los países más civilizados en la producción de libros.
Ryecroft al capítulo XXII corresponle da a los esfuerzos intelectuales.
diente a la sección de Primavera. Yo No; el público que leo, en el sentido de soy un escritor demasiado personal casi la palabra digno de tomarse en cuenta, sólo soy una personalidad y mal me es muy reducido, reducidísimo. El púadapto para verter de lenguas extrañas blico que ni siquiera se daría cuenta de a la mía. Creédmelo, lia sido sólo por falta alguna si mañana se dojara de imcomplacer a mi anciano amigo y queprimir libros en el mundo, es enormo.
rido maestro que me he puesto a hacer Estos anuncios de obras sabias, que nos la traducción que sigue. El homenaje es parecen tan alentadores, son, comprensincero, por torpe que resulte. Por lo dámoslo, para unos pocos millares de demás, secretum meum mihi.
individuos, diseminados por el mundo. Con qué lentitud logran venderse unos «Si nos atuviéramos a los periódicos escasos centenares de ejemplares de los literarios exclusivamente, y con su solo mejores libros! Juntad de todas las tierras testimonio por base juzgáramos la época, que hablan español los hombres y musería fácil persuadirnos de que la civijeres que compran obras serias como lización ha hecho de veras grande y cosa corriente, y a los que tienen cossólido progreso, y de que el mundo está tumbre de buscarlas en la bibliotecas en una alentadora, etapa de ilustración.
públicas; en fin, a todos aquellos para Semana tras semana miro estas págiquienes la literatura más digna es una nas, ricas de anuncios; veo en las listas necesidad de la vida, y mucho ino equide libros que «acaban de llegar. que vocaré si no podéis acomodar holgadamuchísimas casas editoras con celosa acmente ese contado grupo de personas tividad dan a luz toda clase de obras en cualquier salón de cine.
nuevas y antiguas; leo los nombres de Pero aún concediendo ese punto. no ivnumerables trabajadores en todos los un hecho obvio que nuestra época campos de las letras. Muchas obras de tiende hacia una habitual actitud mental las aninciadas se declaran, a la simple Altar domestico de civilización semejante a la actitud que.
vista, de efímera o de ninguna impor En Yali, Depto. de Jinotega, Segovias de Nicaragua se manifiesta en el cariño por las cosas tancia; pero iqué multitud de impresos (Cortesia do Henry Lepidus. del intelecto. Hubo jamás período de invita la atención de la gente pensadora la historia en el que estuviesen tan dio estudiosa! la muchedumbre se le seminada la lectura del saber y la de ofrece larga procesión de autores clási interés que las aventuras amorosas des las emociones. No ejerce la. minoría de cos, en bellas ediciones, a costo mínimo; piertan.
los verdaderamente inteligentes una vasta jamás fueron presentados tales tesoros Con estos anuncios frente a nuestros y honda influencia. No guía a las matan baratos ni con tanta elegancia. Para ojos. no es de creer que las cosas de. sas por el camino derecho a seguir, por los pudientes hay magníficos tomos; edi. la mente son preocupación de primer más lenta e irregularmente que estas ciones señoriales; obras de arte en las orden en nuestra época. Quiénes son avancen en su séquito?
que se ha derrochado esmero, y habili los compradores de estos volúmenes que Quisiera creerlo. Cuando pruebas trisdad a gasto incalculablo. Aquí se ex las prensas sueltan a torrentes. Cómo tísimas me toman. por asalto, me digo: hibe todo el saber del mundo de todas es posible que tan gran comercio florezca Piensa en la frecuencia del hombre ralas edades; sean los que fueren las es sino como consecuencia de una general zonable: piensa cómo está en todas partudios que nos interesan, en estas co avidez activa en el campo intelectual? tes. trabajando para esparcir la luz: lumnas de Legenda aut adquirenda, si no. De seguro hay que tomar por de con ¿cómo será posible que a tales esfuerzos en uno en otro número de la revista, tado que en las ciudades y en el campo los derroten las fuerzas de la brutalidad hallaremos lo que nos llame la atención. crecen en número y en volúmenes las ciega, ahora que la raza humana la Aquí hay labor de eruditos, ejercitada bibliotecas; que la humanidad dedica, adelantado tanto? Sí, sí; pero este moren toda disciplina del saber. La ciencia gran parte de su tiempo a la lectura; tal a quien acaricio dándole el nombre expone sus más recientes descubrimientos que la ambición literaria es uno de los de razonable, de ilustrado, do esparcidor de la tierra y del cielo; le habla al filó estímulos más comunes del esfuerzo. de ilustración; este autor, este investisofo en su soledad y a las turbas en el Ello es verdad. Todo eso puede de gador, este conferencista, este caballero mercado. En publicaciones incontables cirse de la Inglaterra, de la España, de estudioso del borde de cuyo saco me agase nos ofrece el fruto de mentalidades la Costa Rica actuales. Pero será bas rro desesperadamente, representa siempre que han aprovechado ol ocio; bagatelas tante para quitarnos la inquietud que la justicia y la paz, la dulzura del trato, y rarezas de sabor intelectual; cosas re abrigamos. respecto a la civilización? la pureza de la vida, en fin, cuanto tiende cogidas en todas las veredas del humano Hay dos cosas que recordar. Por grande a la verdadera civilización? He aquí una interés. Para otros estados de ánimo, ahí que sea el comercio literario, conside falacia de la mentalidad libresca. La tenéis a los fabulistas; a decir verdad, rado por. sí solo, relativamente es peque experiencia prueba a diestra y siniestra son quienes por regla general ocupan ñita cosa. en segundo lugar, la acti que una vigorosa vida mental puede 110 el lugar de honor en tan variados. catá vidad literaria no es de ningún modo ser más que media personalidad cuya logos. Quién contará su número. Quién prueba invariable de la actitud mental otra mitad es la barbarie moral. Puede calculará cuantos lectores tienen? Los que distingue al hombre verdaderamente un hombre ser arqueólogo excelente, y hacedores de versos son muchos; pero el civilizado.
a la vez carecer de ideales humanos.
observador se fijará en que los poetas Haced a un lado el Semanario de El historiador, el biógrafo, hasta el poeta, contemporáneos ocupan lugar inconspicuo Cultura que os visita cada sábado y to pueden ser hombres que juegan a valoen este indice del gusto público. Los li mad el periódico que sale día a día, por res de Bolsa, renacuajos de sociedad, bros de viajes, en cambio, tienen nume. la mañana y por la noche. Aquí halla. chauvinistas clamorosos, o intrigantes sin rosa representación; el apetito general, réis la exacta proporción de las cosas. escrúpulos. Por lo que toca a los «home ávido de relatos acerca de remotas tierras. Leed vuestro diario el que vale quince bres de ciencia de primera filas. qué parece cederle primer puesto sólo al o el que sólo vale diez céntimos y me optimista los proclamará del lado de las Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica