222 REPERTORIO AMERICANO Hasta lo más modesto tiene para Jua bra. Que Juana de Ibarbourou siga ilu que a cada nuevo amanecer construye, y na de Ibarbourou color y sabor de encan minando! Aunque quiere irse de la Juven clueña de Montevideo puede, aunque de tamiento. Mi calle, humilde de dia, de tud, la juventud la detiene y le afirma. allá no se mueve nunca, visitar los países noche se hace fantástica. El coco, ás en el rostro sus encantos. Todo en ella de su reino, llenarlos de sus canciones, y pera fruta que del Brasil le llega, hace es musical, es femenino, es poderoso, como bañarlos, en la luz de faro que sus pupilas brillante el día lluvioso. Cuando hundo invitación a los palacios de la fantasía lanzan, a todos sus devotos.
los dientes en su pulpa compacta, nie pa rece que bebo agua del Amazonas y muer1. Nieto Caballero do sol. El Tacuari, su rio nativo, tiene las aguas hechizadas. Quien calma la sed en ellas se vuelve soñador para Al margen de los Persiflages que se refieren a gentes y cosas de escuelas to.
el yunque.
dedos por la nuca y le hace descender por: la espalda el relámpago de un escalofrío olvidaclo. Piensa en los vendedores ambulantes, en los indios ateridos de frío, Osias Castro y su. Escuela de Artes tres. va y viene con armonioso movimieny Oficios del Taller de Obras Públi. en los negros crepitantes de calor, en las Los decimales se aplican y no resulcas. Hace pocos días oí a unos. maesdiversas situaciones, costumbres y climas tros comentar la visita que acababan de.
tan una lucha entre niaestro y alumnos.
de nuestra inmensa América.
hacer a la Escuela de Artes y Oficios esDecroly, Ferriere y clemás apostoles de enamorarla de toda ella, profunda tablecida en el Taller de Obras Públicas la Escuela Nueva y de la Escuela del Trade bondac, quiere la rosa de los vientos, de San José. Me dieron ganar de ira yo bajo, se habrían sentido contentos en este la que ninguna mujer ha tenido en la también a curiosear y fui.
ambiente. Sin embargo ni su fundador cintura ni en los cabellos. para hacerla Lo Osias Castro, ni los maestros que dirique encontré es de aquello en donde bailar entre los dedos divinos que acariel espíritu ansioso de sencillez y de fuergen el trabajo de los muchachos, saben cian el papel en que escriben, feliz de za se siente a sus anchas. Nada de ronada de Pedagogia ni de nuevos ñi vie.
poseer el dón supremo de dar un soplo manticismos y artificios cursis inventajos métodos de enseñanza. Quizá sea por cálido a la altiplanicie helada y una co dos por los modernos, pedagogos de estas eso que van saliendo adelante con su emrriente fresca al horno tropical. Capri. latitudes pobres imitaciones de métodos peño. Cómo me parece cada día más cho de niña, pero también de diosa, ese cierto aquello de o prácticas de los Estados Unidos, con que el que puede hace de hacer crecer los arbuştos de café. y las el fin cle producir la ilusión de y el que no puede enseña. Si yo fuera.
están que palmas de coco frente a la cabaña del în cducando, escultora, gozaría tomando por modelo al.
diecito triste, de carne erizada por el aire. En la Escuela de Artes y Oficios a que adolescente que da con el mazo en el hieque curta; atienipo que hace revolcar al me refiero. y loado por ello sean los rro rojo que otro muchacho sostiene sobre viento lo mismo que a un potro, según dioses. no acogen al visitante con dis¡Cuán bellos sus movimiendice. o que lo hace mover como un aba. cursos interminables, ni con recitaciones tos al levantar y dejar caer el mazo!
nico entre los negros bulliciosos que en ¡Cuánta armonía en este cuerpo joven que en coro o individuales ni demás tonterías los ingenios se asan!
con aire de cosa inteligente que se acostrabaja! Se le hinchan los bíceps con el El mar vuelve a llamarla. Puede sentumbran en la mayor parte de las escueesfuerzo y las venas de la frente se le tirse atada y feliz en la contemplación las y colegios de aquí y de allá. No, lo quiere saltar. El reflejo rojo del hierro de los valles y los montes, pero no pue que salió a nuestro encuentro y nos rocandente ilumina el rostro grave, de los de escapar a la sugestión del Atlántico, muchachos absortos en su tarea. El medeó luego fué el trabajo, pero el trabajo que hasta la puerta de su casa llega, sem sin pretensiones de trascendentalismo altal se vuelve dócil bajo la energia del brabrado de caminos. Un afán de partida desnudo, fresco, alegre, lleno de zo y el canto del yunque sube a través guno, se apodera de su espíritu, y la mece, y promesas como un árbol de yemas en pri del aire luminoso del medio día como un la arrulla, y le ausenta los ojos, que se van marera. Los obreros son muchachos de: himno al trabajo y a la fuerza.
tras el espíritu, mientras la reflexión re trece a diecisiete años lo más. En el recinto Hay unos muchachos que con tiras satorna y la convence de que el deseo, bello, palpitan ruidos agradables. Cepillan, secadas de linos estañones construyen cacomo deseo, traza arabescos en torno de rruchan, martillean, tornean, toman memas de hierro para la policia y los soldalo inútil, Símbolo de la felicidad es la dos: así no se los comerán las chinches.
didas, dibujan, forjan, caldean, taladran.
escapada hacia tierras. remotas, porque Otros remiendan los. carretillos que acaEn el aire flotan chispas, rubio aserrín siempre creemos que estaremos mejor donrrean material en las carreteras en consy olor a madera nueva. La Geometria de no estamos. La realidad, cuando el detrucción, o les hacen ruedas más resisno es como en las aulas de las otras esseo se cumple, lo va borrando todo. Ya dicuelas algo que parece no tener arte ni tentes que aquellas con que éstos vienen parjo para siempre Pierre Loti la melancolia te en las dimensiones de los cuerpos terresdel extranjero.
cle los viajes. De qué valen los cambios Me cuentan que están preparando una si el ser humano encuentra a donde quiera exposición para el mes de setiembre próque llega, que anticipadamente instalado La, casa abandonada. ximo. Ya tienen bastantes objetos listos. lo está esperando su espíritu?
escritorios, sillas, estantes, martillos, pin(i iene de la página 290. Quédate donde lo quieran tus fatalizas, llaves fijas. El hombrecito que apedades. escribió Barrés. Nada más dulce miento a los galiegos de España. yo contesto nas si tendrá diecisiete años, ha construíque acomodar el ánimo feliz a ese consejo.
a Pedro Claramonte que prefiero hacer un llado la silla giratoria de escritorio, tan bien mamiento a los naturales de Galicia, que viven Todos los días vamos echando raíces. La lejos, muy lejos de la patria querida. Tal vez terminada que tenemos ante los ojos; ese tierra que nos nutre, nos sorbe. De ella éstos, por vivir lejos, sientan al leer estas líneas otro es el que hizo el escritorio artístico vivimos y para ella vivimos. Poco a poco una angustia en sus corazones; tal vez vean en que nos señala el maestro de ebanistería, nos sentimos invadidos de una conformidad la casita que se va a derrumbar el simbolo de con sus taraceas tan lindas de madera de. toda una tierra que ellos aman tanto, y que es una que se va transformando en ternura, en café de grevilea. Hay un obrerito que de las más hermosas de España.
amor, en un arraigo tan hondo que ya El llamamiento está hecho, querido don Pedro toma medidas y aplica en la construcción no es de las plantas sino del corazón, Clara monte; el escritor ha dado lo que podia dar; del portón de hierro forjado uno. de cumientras llega la hora de que el corazón el fruto de su pluma; que otros den, si quieren, yos batientes está ya por terminarse los se detenga y las platas se hundan, para conocimientos que sobre dibujo decorativo Azorin siempre jamás, entre el suelo y la somMadrid, 1880.
le da el maestro de dibujo Arturo Ramón.
otra cosa. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.