REPERTORIO AMERICANO 83.
parece infinitamente delicado y útil el que de los cuarenta y un años. Otro retrato nos las mismas impresiones de siempre: visita los ojos del niño vean desposeída de su com lo presenta a los cincuenta y cinco años. a unos amigos para felicitarlos por el casaponente pagano la grandeza del acto crea Muy envejecido, con todo el aire de los poe miento de una hija; se pasea al sol después dor. Finalmente, contribuyó a formar el tas románticos de su época; pero respirando de almorzar, lee un bonito articulo, aprovetemperamento de Amiel el ambiente de su también esa normalidad tan difícil de ob cha bien su tiempo, revisa temas para las cuidad y de su época, empapada de un pu servar. De acuerdo con estos datos morfo próximas lecciones; en fin, lo de todos los ritanismo irreducible, peor que el mismo li lógicos está la conducta de Amiel. El días. Tan sólo una alusión brevísima a la bertinaje. Todo lo que tiene de funesta la tímido por incapacidad huye de la mujer. noche anterior, llena de tentaciones. Firevelación prematura, tiene de funesta la Amiel no sólo no las huye, sino que pasa la nalmente, una referencia discreta a una prolongación excesiva del misterio.
vidą obsesionado por buscar la compañía carta escrita en un papel rosado, con el Amiel se queja, ya en su madurez, de! la mujer. La felicidad dice es la cual se paseó bajo el cielo azul. termimal irremediable que le causaron la cautela sociedad de las mujeres. Al lado de ellas na. Qué pasará mañana? esta mañahiprócrita y los prejuicios con que fue ini me esponjo como el pez en el agua y como na, el de octubre, empieza también con las ciado. Este error cuenta en su diario. el pájaro en el aire. Pero Amiel, hombre anotaciones cotidianas del tienipo: trabajo me enveneno para siempre la vida. Queja especificado, buscaba, entre tantas mujeres por la mañana, recibo la visita de una vieja en verdad, tardía, porque el hombre, cuan como tuvo, a una sola mujer; a una mujer señora de Berlín. luego nos relata la do sale de la pubertad, tienen ya escrito en tan ideal, que se murió sin haberla encon aventura única y trascendente, los minutos su vida instintiva el camino inexorable que trado. Un ideal realmente de superhombre, en que se resume toda su vida de varón, con ha de seguir en el amor. En esta pubertad, y por ello estrictamente monogámico; pero la perfecta tranquilidad con que cualquiera que yo he llamado la edad crítica del varón, sólo el hallazgo de una mujer única podría de los demás días anota sus lecturas y sus se modela para siempre el destino sexual hacerle feliz. Feliz el que encuentra a una paseos. Al día siguiente declara que la futuro. De aquí las delicadeza infinita con mujer enérgica y pura escribe compa formidable aventura en nada ha cambiado que el niño debe ser tratado en los años que ñera de las noches y de los días, apoyo de su vida. pasea con otro profesor, visita una rodean a su florecer. Amiel, como a la la juventud y de la vejez, colaboradora de Exposición de frutas y legumbres, juega. mayoría de los hombres, le sirvió de escul los trabajos y eco de la conciencia. He aquí al billar, hace juegos de manos para entretor la mano dura y ciega del azar, le retratado el fantasma que persigue en va tener a unas jóvenes, y nada más. La vida vemos arrastrar la miseria del tímido hasta no. Pero Amiel ignoraba que esa mujer sigue como antes ¿Qué clase de hombre es los mismo meses que precedieron a su ideal no se encuentra casi nunca, porque, éste. se preguntan con asombro. Yo res. muerte.
por lo común, no es obra del azar. El ideal pondo: Sencillamente, un hombre. Este La teoría del tímido. Analicemos la femenino, como los demás ideales, es pre hombre que, por serlo, se desvió de su apticiso construirlo con barro propicio, claro tud instintiva para el vuelo excesivamente categoría del tímido cuya génesis acabaestá; pero lo esencial es construirlo con el especificado de la gran aventúra amorosa, mos de ver. La mayoría de los comentadores del diario de Amiel suponen que era un amor y el sacrificio de todos los días, ex considera un episodio entre las demás actitimido del tipo que hemos descrito. Fue poniendo para ello en un juego arriesgado, vidades de la vida la pérdida de su virgia cara o cruz, el porvenir del propio cora nidad. No representa para él nada trasun tímido superior, por supervirilidad, y zón. Por eso, cuando se sabe si la mujer cendental, porque tiene, sin darse cuenta. su diario nos proporciona datos inapreciala conciencia profunda de su capacidad. No bles para la apreciación de este tipo. Hay elegida es la mujer ideal, el dia de la boda está ya tan lejos, y la cabeza tiene tantas se cree, como los jovenzuelos, superior por tres grupos de datos que nos permiten hacer la distinción entre las dos categorías canas, que si no se acertó, hay que resignar haber tenido una amante.
de timidos que el juicio ligero de las gentes se a la equivocación para siempre.
Las mil y una noche del amor. Para suele confundir. Uno se refiere a la morEn el caso de Amiel, la documentación referente a este punto es preciosísima. Tolos tímidos por inferioridad esta experienfologia, otro a la conducta del tímido frencia victoriosa hubiera sido la liberación; da la vida Aniel está llena, en efecto, de te a la mujer y otro a la valorización psíla obsesión amorosa. De una parte, su vipara Casanova, tema de varios capítulos de quica de la mujer como complemento del rilidad envía el impulso de conocer el misnovela erótica; para Amiel, media página propio instinto. Examinemos rápidamente absolutamente serena. Qué encuentra en terio; de otra parte, sus escrúpulos infinitos estos tres caracteres en el caso de Amiel.
Por lo que respecta a su morfologia, poseyó del instinto. Él mismo confiensa que desde le impiden una y otra vez levantar el velo el amor físico? En apariencia nada más que una lección, desde luego radical, porque el todos los rasgos de virilidad perfecta y reniño la sexualidad fue su Némesis y su amor no se conoce en un día, como él supuciamente acentuada. Sabemos, aún cuando sea por conducto de una mujer, que ya a suplicio. se entregó a una castidad perso con petulancia, sino que requiere, por lo los veinte años era un guapo mozo. Dessistente, erizada en noches inquietas y de menos, las mil y una noches de la leyenda. Con palabras de perfecta exactitud expojemos de su literatura, no muy elegante; lecturas eróticas, hasta que un día, a los cuarenta años, tuvo su primera aventura presa Amiel este sentimiento. Cómo voy este comentario hecho por una solterona enternecida, y examinemos los retratos que amorosa completa con una mujer. a llamar a la experiencia de hoy. Otra consideración que sugiere esta hisposeemos de él. Uno, a los cuarenta y un. La primera aventura. Los anteceden toria es la más instintiva y también la meaños, que nos muestra una cabeza de tan tes y la consecuencia de esta aventura han nos comentada. Me refiero a la actit de recia especialidad viril que no dejaría lugar cambiado por completo su concepto sobre la heroína de la aventura y en general de dudas a cualquier experto. Recuerda, por el amor, y constituyen, por otra parte, uno todas la mujeres que rondaron en torno del cierto, este retrato, los de nuestro Ganivet, de los documentos más útiles que hoy tene autor del diario. Esta actitud es quizá exde carácter muy parecido al de Amiel, y mos para la interpretación del instinto mas traña, de fervor apasionado e inquebrantacuya vida efectiva pasó aquel misterio do culino. Hay aquí tres puntos esenciales: ble ante el gesto retraído, frio y egoísta del loroso. El parecido del cuerpo es aquí, como primero, la perfecta naturalidad con que varón. no cabe duda que la seducción siempre, seguro indicio del parecido de las ocurrió. Imaginemos este hombre, obse existió bajo tan poco grata apariencia. El almas, y no es la primera vez que pienso que sionado durante cuarenta años, día tras día, mismo Amiel confiesa, a los treinta y nueGanivet no se hubiera suicidado si hubiese por la mujer, y ya en la inminencia de lle ve años, muy satisfecho: Ejerzo un magsabido, como Amiel, ventilar la atmósfera gar a la clave, y en una edad en que se da netismo especial sobre las mujeres más fuercargada de su alma con la válvula de su dia a todas las cosas, y sobre todo a éstas, toda tes y voluntariosas, a las que domino sin rio. también declaro que Amiel, sin su su trascendencia. Su emoción pensamos proponérmelo, porque al fin yo soy siempre diario, que, como todo diario, es un suicidio sería infinita. Sin embargo, el de oc quien recibe las declaraciones. Nadie polento, pudo arrojarse al lago Leman antes tubre, víspera del acontecimiento, escribe drá calificar de fatuas estas frases. EI Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica