REPERTORIO AMERICANO 349. Envio del antor estable, definir los derechos de nuestros recho por algunas de las potencias belige mente habré cometido muchos yerros. Sean comerciantes y proporcionar al gobierno los rantes, ha sido reconocido virtualmente por los que fuesen, ruego fervorosamente al medios de sostenerlos, reglas convenciona todas.
Todopoderoso que se sirva apartar o mitiles de comunicación, las mejores que permi La obligación de tener una conducta neugar los males que puedan ocasionar. Llefan las actuales circunstancias y la opinión tral, se deduce sin buscar otras razones, varé también conmigo la esperanza de que mutua, pero momentánea, y susceptibles de la obligación que la justicia y la huma mi patria los mirará siempre con indulgende variarse y abandonarsę según lo exi nidad imponen a toda nación, que se halle cia, y que después de 45 años de mi vida giesen las circunstancias; teniendo siempre en libertad de determinar de mantener empleados en su servicio con un celo recto, presente, que es locura que una nación es inviolables las relaciones de paz y amistad entregará al olvido las faltas de mi talento, père de otra favores desinteresados; que con otras naciones.
lo que acepte bajo este concepto será pre Los motivos de interés que tenemos para como en breve lo deberá ser mi persona a los lugares del descanso.
ciso que lo pague con una parte de su in esta conducta, será mejor dejarlos a vuesConfiado en su bondad en este particudependencia; que admitiéndolos se ponen tra propia reflexión y experiencia. Una raen precisión de corresponder con valores zón dominante para mí ha sido el ganar lar, como en todos, y movido de aquel amor fervoroso tan natural en uno que ve en ella reales por favores nominales, y aun a que tiempo, a fin de que se consoliden en nuesse les trate de ingratos porque no dan más. tro país sus instituciones todavía nuevas, su país nativo, y el de sus antepasados por No puede haber error mayor, que esperar o y que progresen, sin interrupción, al grado muchas generaciones, miro con una guscontar con favores verdaderos de nación de fuerza y consistencia necesarias para tosa anticipación el retiro donde me proa nación. Es una ilusión, que la experien que disponga, hablando humanamente, de meto realizar, sin mezcla, el dulce placer cia debe curar, que un justo orgullo debe su propia suerte.
de participar, en medio de mis conciudadaarrojar.
Aunque revisando los acontecimientos nos, del influjo benigno de las buenas leyes Cuando os ofrezco, paisanos míos, estos de mi administración no me acusa mi con bajo un gobierno libre, objeto siempre faconsejos de un viejo y apasionado amigo, ciencia haber cometido error alguno con vorito de mi corazón y la feliz recompensa, no me atrevo a esperar que hagan una im intención, sin embargo, conozco demasiado como lo espero, de nuestros cuidados, trapresión tan duradera como quisiera, ni que mi insuficiencia para creer que probable bajos y peligros comunes.
contengan el curso común de las pasiones Jorge Washington o impidan que nuestra nación experimente el destino que han tenido hasta aquí las Estados Unidos, 17 de setembre de 96.
demás naciones; pero sí, puedo solamente lisonjearme que produzcan alguna utilildad parcial, algún bien momentáneo, que alCuentos galantes. guna vez contribuyan a moderar la furia del espíritu de partido, a cautelaros contra La muñeca los males de la intriga extranjera y preservaros de las imposturas del patriotismo Un saloncito. Mejor dicho, un salonci una muñeca vulgar. Podría tener un nomfingido; esta esperanza recompensará suto completamente femenino. Feminilidad bre. Hay en ella como un alma extraña. Alficientemente mi anhelo por vuestra felide veinte años. Todavía adornitos de porce guien parece haberse desprendido de su cidad, único móvil que me ha estimulado lana, más bien juguetes o fetiches: Budas, propia alma y se la ha trasmitido a este a dictarlos.
Los archivos públicos y otras pruebas sobre una canasta. Muebles de caoba, muelefantes, un chiquillo desnudo jugando juguete de colores y de sedas. Más que encantada de la vida, ella, la muñeca, ha agode mi conducta os manifestarán y a todo el chas curvas, damascos azules. En las ven tado todos sus misterios. Su estudiada inmundo, hasta qué punto me han guiado tanas, cortinas y persianas de caprichoso diferencia es casi cansancio. Qué bien se los principios que acabo de delinear en el encaje. Cuadritos en los muros. Algunos retrata en ella el cansancio en el vivir que desempeño de mis obligaciones oficiales.
son cuadritos de ilustraciones en las revis llevan algunas mujeres prendido del alPor lo que a mí toca, mi conciencia me asetas de arte, otros se acercan a ser cuadritos ma como una vaga luz de otoño!
gura que por lo menos he creído haberme verdaderos. Todo lo fantaseador que tiedirigido por ellos.
La vida pasa delante de ella como una nen estas pinturas escogidas con una sen melodía complicada y ella no abandona su Con respecto a la guerra, que todavía sibilidad femenina. Estatuillas de bronce severa actitud. Las damas jóvenes conversubsiste en Europa, mi proclama de 22 de o de mármol de nuevo estilo. cojines fan san cerca de ella de intimos o escabrosos abril de 1793, es el indice de mi plan. El tásticos en los colores y en las represen motivos y ella, que lo conoce y lo sabe todo, espíritu de esta medida sancionada por taciones, caras de muchachas parisien adorna la conversación con su silencio inalvuestra aprobación y por la de vuestros reses sorprendidas al salir de las tiendas de terable. veces llora una de estas dapresentantes en ambas salas del congreso modas.
continuamente me ha gobernado, sin que mas jóvenes y ni siquiera los pliegues de su ligero vestido, de su vaporoso traje, se haya influido cosa alguna para obligarme Una aristocrática muñequita sentada so descomponen. En las noches cae desde las a persuadirme a abandonarlo.
bre un cojin de seda amarilla y verde. La arañas de luciente bronce una lluvia de luz Después de un maduro examen auxi cabellera imperial, las cejas muy finas, los que es como un velo, el cual deja ver la maliado de los mejores conocimientos que pude ojos más bien lánguidos. Mucha sombra co jestuosa desnudez de las cosas, y ella creeadquirir, me persuadi de que en todas las mo para hacer resaltar la vaga luz de los rá que aquella luz está dentro de ella como circunstancias del caso, nuestro país tenía ojos. Estos ojos no miran hacia ninguna una de esas amables ilusiones de mujer, derecho y estaba precisado por la obliga parte. Se dirían que ven hacia dentro. Las que de no realizarse, parecen eternas como ción el interés a tomar una posición neu muñecas modernas tienen un interior im son eternas las estrellas. Bajo la protectral. Habiéndola tomado resolvi mantepenetrable como el de las mujeres moder ción transparente de esta luz, danzan los nerla con moderación, constancia y firnas. Un precioso traje de fular a finos valses de Strauss o las canciones primiticuadros lilas. Unas manos blancas de del vas de los atormentados puertos del munNo hay necesidad de exponer por menor gados dedos que descansan como dos pa do, y. ella apenas si ahonda su mirada en aquí las consideraciones relativas al dere jarillos blancos japoneses, sobre los cua su sentido del tiempo, buscando el vínculo cho de guardar esta conducta. Sólo diré dros lilas del traje como sobre la fiesta de perdido entre su pasado, lleno de cantos que según mi modo de entender en la ma matices de un jardin. unas zapatillas y caricias, y su presente, que es como un poeteria, lejos de habersenos negado este de tintas. Contraste de rojo y blanco. No es ma de serenidad. Ha conquistado, al fin, meza. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica