REPERTORIO AMERICANO 345 México, 20 de Nov. de 1931. Envio del autor WOOL Una carta interesante de Mario Sancho No hay razón para despreciar la cultura colonial española en América diantes de azulejos; o a TepoSeñor don García Monge, zotlán, para que admirara el San José.
más estupendo delirio de arte barroco; o a San Agustín AcolQuerido García Monge: man para que quedase encan Por los interesantes reportado de por vida con la sencitajes que le hacen a menudo en.
llez la elegancia de esa joya el Diario de Costa Rica veo del Renacimiento, en que que está usted lleno de humor hasta el último detalle sirve a y de entusiasmo. Mucho, me la sólida y al mismo tiempo gusta leerlo y saber de sus prograciosa perfección del conjunyectos que ojalá se le cuajen.
to, en que todo es orgánico y Los periodicos y algún libro nada sobra joya única, permuy de cuando en cuando consdida en la soledad de los camtituyen mi único contacto con pos vecinos a la laguna de Texlas cosas de allí. Ultimamente coco, cuyo suelo iba tragándohe leído con gusto la Rosalia sela poco a poco, y hubiera acade Vincenzi, divertido y a ratos bado por tragársela, del todo admirado de que nuestro fisino hubiera sido porque Vaslósofo se haya metido a espigar en la lite jara en palacios, iglesias, pinturas, tallas conselos la descubrió, tanto en sentido esratura picaresca y a hacer alarde ingenioso de piedra y de madera, trabajos en hierro, piritual como material, pues me dicen que a sus habilidades de escritor arcaizante. en plata y oro.
cuando el Gobierno resolvió declararla moTambién he leído en estos días el Epinicio Si Jinesta se diera la vuelta por México numento nacional, estaba su pavimento ce Jinesta sobre Juan Santamaria, que me sería cosa fácil convencerle y hacerlo rebajo dos pies de agua y lodo. Pocas cosas gustó, Está bien escrito y bien inspirado negar de lo que dice. Un vistazo a la Cadan una impresión más profunda de abanen el amor de la patria, la grande de todos, tedral, otro a esa maravilla barroca del Sadono, y de abandono inmerecido, como está y la chica de él: Alajuela. Hay, sin embar grario y una visita a la antigua casa de los que yo suelo llamar la Princesa del Bosque go, una cosa en ese folleto que me mueve, Durmiente. Recuerdo que la tarde que fui Condes de Santiago, entre las muchas mancomo se dice en inglés, to take exception.
a conocerla me estuve hasta que se hizo siones señoriales de aquí, bastarían a mi La Colonia rindió flacos frutos de arte. noche contemplándola en amoroso silencio.
intento. Pero con ſinesta, que es muchacho dice Jinesta, y éste pasará a lo venidero, Sólo en Venecia, en Segovia y en Toledo en sumarios sin garbo ni sensibilidad.
inteligente y de fina sensibilidad, yo no nehe sentido una sensación igual. Me sentía cesitaría echar mano de estas piezas grueTal afirmación, refiriéndose a Costa Ricomo hechizado por aquella bellísima obra sas de artillería. Preferiría llevarlo a Chuca, donde los españoles nos dejaron bien de los frailes agustinos, caída en el olvido poco, casi nada en materia de arte, puede rubusco para que viera lo que es un con. luego, pero conservando en su desamparo pasar, pero generalizarla, como hace Jines vento hermoso que, de estar habitado, dala suave resignación y la serenidad armota, a toda América, es un error que entra ría ganas al más mundano de meterse a niosa de las grandes almas.
ña además una injusticia, pues si hay algo fraile; o a San Angel, con sus cúpulas ra Este mi tan amado San Agustín Acolque nadie, ni siquiera los historiadores más man ilustra bien el desvío en que hasta dominados de prejuicios, se atreve a poner aquí hemos vivido de nuestros tesoros hereen duda es la riqueza del patrimonio artísdados de España, no sólo de los labrados tico que España legó al Nuevo Mundo.
en piedra, hierro, madera u oro, o de los Otras cosas admiten discusión. Así, algupintados en tablas y lienzos, sino de los nos desaprueban sus métodos de conquista; otros, los fabricados a fuerza de estudio, otros hallan falta en sus leyes de India que, de empeño, de sabiduría y de paciencia.
sin embargo, Romey considera el código No es de extrañar, pues, que allí se llamás sabio, humano e insigne que se vió men flacos los frutos de arte de la Colonia, jamás en el orbe. y hasta puede darse el si aun en país más favorecido de ellos que caso, ya cada vez más raro, de que se hable el nuestro ha privado a veces la incuria todavía, tratándose de la obra cultural de incomprensible y el desamor injustificado España en América, de oscurantismo y de estas cosas, siendo necesario que viniechamusquinas inquisitoriales, y no de los ran los extraños, los americanos maleriasacrificios realizados en pro de la civilizalistas que, sin embargo, guardan como oro ción por aquellos abnegados frailes que en paño las tradiciones y los pocos monurecorrían los países recién descubiertos a mentos que les quedan de sus Misiones de pie y en medio de grandes privaciones y California, a revelárnoslas después de hapeligros para educar y ayudar al indio: berlas estudiado en sus espléndidas biblio¡los primeros en aprender los idiomas abotecas, que antes fueron nuestras, pero que rígenes y en escribir gramáticas o Artes, nosotros, los idealistas, les vendimos. como entonces se decía, de cada uno de asi, por obra de otra raza, se han dado a ellos; los primeros en fundar escuelas, coconocer muchas hazañas y grandezas de la nuestra.
mo la que aquí fundó en 1526 aquel admirable Pedro de Gante, que prefirió el aposEn México, afortunadamente, el intetolado humilde a las prerrogativas de la rés de la historia y el gusto de lo colonial riqueza y de su sangre real! Pero todo el cobran cada vez más popularidad y van mundo está de acuerdo en hacer honor a dejando de ser lo que antes, esto es, un feuEx Convento de San Agustin Acolman, de Méx.
España por las bellezas de arte que nos dedo de los Ramírez, los García Icazbalceta, Fachada de la iglesia, después del desazolve. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica