Cortesismo

REPERTORIO AMERICANO 61.
Galileo era un gran fregao. Ayer me he Persiflage crosanta verdad. La educación de la jupasado el dia queriendo explicarlo a mis ventud en manos de tipejos como ése!
conciudadanos. El resultado es una cruda Defensa de Galileo Galilei. Es lo que dice Manuel exclamó uno que tengo que me lleva el diablo. Las cosas. Colaboración directa. de mis congratulantes.
ocurrieron como a continuación verídica Para el Lic. don Eduardo Salazar, gerente de las. Manuel, entonces, opina como yo? mente se relatan.
Cins. Eléctricas, para que vea, desde Rootor St. New York City, como van las cosas que el dejó.
le pregunté, con cierta severidad, Ayer fue día del Carmen, Carmen, que Si maestro, respondió, un poco unquire decir jardín, que quiere decir canción.
tuoso, mi súbito amigo.
Amanecí bilioso. En mi casa me aconse Pues ustedes, les dije sonriendo de jaron que tomara, tempranito, una limonaamabilidad, podrán comprender a Galileo, da. Se buscó limones y se les halló. Pero ¿Me permitirán que les diga lo que de ese faltaba azúcar. Alguien dijo que mejor togran fregao pienso yo?
mara la limonada con sal. Si es por pereza ¿Galileo? preguntó un caballero que de ir a comprar. azúcar. dije yo irritado lucía una calva de cuarto creciente.
ibilioso al fin. yo iré en persona. Galileo Galilei, le respondi, hijo en persona fui, por azúcar. No me había de Vincenzio Galilei de la esposa de este desayunado.
noble florentino republicano, Giulia AmAlto el uno, de rizoso pelo con brillo de mannati, de Pescia. Nació en Pisa el 18 de ala de zanate guanacasteco, y de bella boca febrero del 1564, en días aciagos para de labios ondulosos, sensuales; y el otro, la fortuna de su padre, cuya condición era la de un noble arruinado.
bajito, una miseria de hombre, pero en hervor continuo, con ojillos claros imbécilBrindamos por la salud eterna de la 10mente danzones, danza de enano era la ble familia de Galileo que diecinueve veces danza de sus ojos, los dos amigotes estaestuviera representada en la Señoría de Floban por casualidad en la taberna pulpería rencia, ciudad a la que diera un gonfalocerquita de mi casa. Vamos, por casualinero, en el 1445; y cuya fortuna ascendió dad no. Estaban allí porque ya comenzó la y descendió con la de la República.
campaña política para la elección de nuevo En ese caso, maestro, los Galilei fucPresidente de la República, y, buenos señoron del bando opuesto a Dante. no?
res profesores que son, se abstendrán de. Eran otros tiempo, otros tiempos. Galileo emitir juicios en papel impreso, y hasta de Galileo, que despreciaba la Jerusalén liberechar discursos en poblado, pero de revoltada, que admiraba el Orlando furioso, que verse entre el pueblo, de codearse con el ni más ni menos. Por consiguiente; urge nos ha dejado un manojo de sonetos y unas demos soberano, de recalentar su humani que nosotros los intelectuales acuerpemos cuantas estrofas sueltas, era devoto de Dandad ciudadana rozándose con la ciudadana la candidatura cortesista.
te. En la Academia Florentina, por el humanidad de sus conciudadanos al amLa cosa iba demasiado aprisa.
1581, dicta docta conferencia acerca del siparo del alcohol, eso no hay qué ni quien tio del Inferno. Sabía usted que era un lo prohiba. allí estaban. El uno, el alto. Orden!;orden! cada quien conviene gran hombre de letras Galileo? Educaclo darle su lugar. Obró o no obró mal. Su te, ensayando con la línea de sus labios en el monasterio de Vallombrosa, cerca de Santidad al negarse a revocar el decreto sensuales curvas como para modelo de llade la Inquisición Florencia, aprendió admirablemente el laen contra de su amigo Ga tin, y el griego, y, concía con envidiable mas, y el otra bailando sus ojillos bailones lileo? La cuestión gira sobre ese punto. Yo y bobos chupa que chupa los dos el licor del intimidad las obras clásicas. Así se comsostengo que hizo bien el Papa. No se trapaís.
prende la nobleza de su estilo, la amplitud taba de cuestión científica. Galileo mismo Entrambos me abrazaron con una cortede su punto de vista intelectual, lo hiriente estaba lleno de equivocaciones. Declarar un sía olorosa a Fábrica Nacional de Aguarde su brillante retórica sarcástica. Un gran error de las Sagradas Escrituras para enaldiente. Yo les quería hablar de Galileo.
fregao, Galileo!
tecer un error de Galileo, era algo que me ¡Un gran fregao, Galileo! El azúcar se me Yo ignoraba, maestro, que Galileu suparece, señores colegas, lo digo con sinolvidó. Amanecí bilioso de haber pasado la ceridad, que hubiera sido un error papal.
piese tánto.
noche en claro, bebiendo café, fumando, le Joven, joven. qué se imaginaba usted Porque no se trataba de substituir una verde Galileo. yendo cuanto decente se ha escrito sobre el dad por un error, sino de escoger entre dos inclito mecánico italiano. Yo siempre lo Pues, maestro, lo que era: un gran as errores uno nuevo y otro antiguo, uno per trónomo.
he dicho: genio, los italianos, compadre. Lo sonal y otro institucional, demás es bobería, como dicen los cubanos. Voto a Dios. me vi forzado a exclaEl desvelo me hizo mal. toparme con. pur si muove. exclamó, con lo que mar Galileo era apenas un mediano astródos ilustres profesores de Alajuela. me pareció demasiada estupidez, el profenomo. Para astronomía, Kepler. Galilco sorcillo miniatura. Galileo. Un gran palomo! Precisaera un gran fregao. Escritor, sépalo usted.
mente el hombre para entender a Galileo. Callese, so bestia. me vi obligado a mecánico. Un gran mecánico. Pero sobre es don León. No sé cuál de los insignes gritarle Usted no sabe lo que dice. mí todo, escritor. Formidable. Levantaba anpedagogos fue quien hizo tamaña aseveno me importan las consecuencias, pero la pollas. Sépalo usted.
ración. En fin! Los humos de una chicheverdad hay que defenderla a como haya lu. Eso es lo que yo digo, maestro. dijo ría pública enturbian cualquier telescopio. gar. Sepa y entienda que Galileo jamás el joven insistente. Los escritores deben Además, nadie está exento de equivocacio dijo eso, y que jamás hubo ocasión para que irse con Manuel. Brindemos por Manuel. nes. Así, Galileo creía que las mareas las lo dijera. Un gran fregao, Manuel. Dos fregaos, producía la rotación de la tierra. El propio La refriega comenzó por ahí. El corte Manuel y Galileo!
Galileo, amigos míos, no estaba libre de sista de los labios ondulosos quién sabe qué Apuramos las copas. La tierra me daba creer burradas. Pero a los grandes hombres se hizo. Al chiquitin me lo comí. libre unas vueltas que hubieran encantado a Gahay que tomarlos con todo y sus defectos. ya de él, me vi rodeado de gente que me fe lileo. Ni en Florencia ni en Pisa, ni en Ve. Perdón, mi admirado profesor; con sus delicitaba.
necia ni en Roma, fabricaban, apuesto yo, fectos y todo! Un gran fregao, Galileo. Yo no hago más. les dije modesta un colorao como el que fabrica el Gobierno ¡Ese sí que era palomo! Como don León mente, que defender los fueros de la sa en la Fábrica Nacional de Licores. Infeli Éste documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica