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252 REPERTORIO AMERICANO te, una Los párrafos que siguen están entresaUna pastoral. Grande Diana la de Efeso. repicados de una pastoral de nuestro viejo tió la muchedumbre fanática. Amotiamigo el señor obispo de Luceria. Sería Dios y el. César nóse el pueblo en defensa de su diosa inútil buscar ese documento en los boleDe El Sol. Madrid tutelar, creciendo el alboroto de tal suertines diocesanos o en las páginas de los que poco después San Pablo, tras periódicos que se llaman católicos. Los de abrazar a sus discípulos, hubo de escritos del apostólico pastor de Luceria, abandonar la ciudad, partiendo para como aquellos otros del olvidado Macedonia.
obispo de Hades, no aparecieron mate Ya en aquel tiempo, los intereses crearialmente en el papel ni se conservan en dos y los provechos materiales, al verse los archivos catedralicios.
en riesgo, procuraban establecer para su Existen, sin embargo. Como en el propia defensa una impura alianza con bloque de mármol se halla implícita la. la religión. Alagna Diana Ephesiórum!
estatua, que surgiría en realidad si acertásemos a quitarle a la piedra lo que le sobra, así también en el mármol venera Pretenden muchos en nuestra época ble de la tradición cristiana están virmantener esa impía solidaridad y contualmente contenidas las ideas de ese vertir nuestra santa religión en singular prelado. Para que de hecho aliada de la riqueza y del. poder. Los se destacasen ante nuestros ojos haría opulentos, con las sobras del festín, fafalta quitar lo que sobra. Lo que sobra vorecen a las casas monásticas, que se es cabalmente la mayor parte de los engrandecen entonces como alcázaresactuales textos eclesiásticos y de los contra el consejo de nuestra madre Teartículos de la buena Prensa.
resa de Jesús, que quería convento peVan, pues, a continuación algunas de queño y humilde, cuyos muros hicieran las líneas contenidas en la piadosa exhorpoco ruido al derrumbarse el día del San Agustin tación pastoral del obispo de Luceria.
Juicio, y desde las casas monásticas Miniatura original de Fr. Macario Sanchez se bendice, en cambio, la mesa de la opulencia. Sin duda conocéis, hijos míos. En los conflictos entre los anla historia del motín de Efeso, Ante la conciencia moderna helos del pueblo y las represiones narrada en el capítulo XIX. de los Un obispo ejemplar del Poder, los representantes de Hechos de los Apóstoles. De El Sol. Madrid la Iglesia, con olvido del espíritu Hallábase San Pablo en aquella No, no digáis que los liberales, los avanzados, menosprecia cristiano, no suelen caer del lado ciudad arengando al pueblo y premos la religión y combatimos sistemáticamente a sus ministros. Por del pueblo. Entre el ideal renodicándole la nueva doctrina, la el contrario. Cuando en algún texto actual, en algún escrito vador el instinto de inercia, apomoderno sintáis palpitar una emoción de sincera y elevada relidoctrina del amor, la religión del giosidad que os recuerde las incomparables páginas del Evangelio, yan con frecuencia a los que quieespíritu y de la verdad, en oposi. casi podréis asegurar que aquellas palabras brotaron de una plu ren que no pase nada. Entre la ción a las ceremonias exteriores ma libre, no sujeta a eclesiásticas censuras. Sobre todo, si, entre libertad la autoridad suelen rodel rito oficial de aquella época y sus párrafos, hay alguno en que de nuevo vibren las terribles imbustecer el principio autoritario, del culto nacional de aquel país.
precaciones evangélicas contra los fariseos y los mercaderes del beneficiándose cómodamente de Templo Muchos dialogaban con él; no Ni siquiera abunda en nuestro campo el anticlericalismo. las dictaduras, y no se deciden, pocos se convencían. Pero había Por fortuna o por desgracia, el anticlericalismo pasó de moda. por lo común, a levantar la voz en el lugar un platero llamado De Por desgracia, eso sí, el clericalismo se lleva todavía. Pero, por ante el atropello de la libertad humetrio, el cual fabricaba estatuita nuestra parte, en cuanto un sacerdote pronuncia algunas frases mana. Entre las repúblicas y las de respeto a la libertad, de simpatía hacia la democracia, de com. y templecillos de la diosa Diana, monarquías, sostienen casi siemprensión para nuestra época, ya tiene el elogio caluroso de todos.
Patrona de la ciudad, realizando los periódicos de la izquierda.
pre la secular alianza del trono con su venta, él y otros artífices no sólo si el que habla es un modesto presbítero, sino también y el altar. Entre la política avany mercaderes, abundante ganancuando se trata de los prelados y las altas jerarquías de la Iglezada y la política regresiva, aposia.
cia.
Ahora mismo quiero presentaros el ejemplo ilustre de un yan habitualmente de un modo obispo cuyas enseñanzas acogemos siempre con interés y cuyas Por eso, enfurecido contra el más o menos directo a los partiacciones merecen muchas veces nuestra aprobación entusiasta.
apóstol, reunió Demetrio a los inEs éste el obispo de No, no temáis que esa inicial endos reaccionarios. De esta suerte, teresados en el negocio, diciéndo cubra una ficción literaria. La diócesis está enclavada en el a los ojos del vulgo, la Iglesia es les: Varones: bien sabéis el lucro mundo real, y si leéis hasta el fin estas líneas conoceréis el nom una fuerza de la derecha y consbre verdadero de ese admirable pastor de almas. Tampoco ha que nos resulta de nuestro oficio, tituye en nuestra época la gran ocultado el suyo el buen clérigo, discípulo y familiar del prelado, y harto veis y oís que ese Pablo, no que, bajo la garantía de su firma, nos ha trasmitido estas noticias. potestad coservadora.
solamente en Efeso, sino en casi Pero el Evangelio no es deretoda el Asia, ha apartado de nosHubo una época en la que el obispo de sostenía pú.
cha. La verdad emancipa, Dios otros a muchas gentes afirmando blicas controversias con los incrédulos y los heterodoxos de sus es espíritu y la libertad resplandece diócesis.
que no son verdaderos dioses los allí donde el espíritu alienta. Ubi No contento con predicar desde el púlpito, daba conferencias que se hacen con las manos. Pone en los centros de cultura y hablaba también desde las tribunas spiritus Domini, ibi libertas. El así en peligro nuestro negocio y populares. Amaba la discusón, el libre contraste de las ideas.
aire que corría por los huertos menosprecia el templo de la gran Asistió más de una vez a reuniones contradictorias en las que, ante floridos de Galilea cuando el Maesdiosa Diana.
un público de diversas creencias y opiniones, el prelado católico tro hablaba era un hálito de lientablaba un debate con los representantes de las doctrinas opues Oídas estas razones, los platebertad.
tas, para que el auditorio, escuchándolos a todos, pudiese decidir ros y comerciantes, pensando que por sí mismo de qué lado estaba la verdad.
menguaban sus ventas y enflaque veces, con esas disputas, se apasionaban las ánimos. No La religión de Cristo, hijos cían sus bolsos, simularon una todo el mundo sabe mantenerse en la noble región de las contiendas ideales. En cierta ocasión, una personalidad eclesiástica llegó míos, debe permanecer ajena a la devota indignación y salieron a a verse materialmente agredida y maltratada por sus adversarios.
política. No es más monárquica las plazas clamando. Grande es Al calor de ese lamentable episodio, los Tribunales civiles procela Diana. de. Efeso. Pasa a la página 268. Pasa a la pagina 266. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica