LeninMarx

Repertorio Americano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXIII.
San José, Costa Rica 1931 Sábado 19 de Diciembre Núm. 23 Año XIII. No. 567 Hégel y América.
Hégel.
El estilo y la clase. Qué hora en Para los Apuntes de los maestros despiertos.
El portalito La odisea del pueblo judio.
Contra el angosto criterio de los justos El mensaje de Lenin Gandbi, ol sembrador de esperanzos.
SUMARIO José Ortega y Gassel Los diez y nueve mandamientos de Gandhi.
Alberto Gerchanoff Noticia de libros An nio Marichalc acia una nueva Ednd Media.
La idolatria del hombre público Gris El alma de las palabras.
Claudia Lars iAdios, mi General. Viera Altamirano Bibliografia titular.
Persiler Canales interoceánicos: Panama, Nicaragua. Nieto Caballero Fernán Felix de Amador Augusto Arias Leon acheco Juan del Canino Crisurtomus Hugo Barbagelata y Francisco Contreras Heart Hégel y América De El Sol, Madrid. Era vergonsoso que la Filosofía persona, caída en tan extrema desventura.
de la Historia Universal, de Hégel, no Hégel es un emperador del pensamienestuviese traducida ni al francés ni al casto en un sentido radicalmente distinto y tellano. Sólo hay dos versiones italianas, mucho más sustancioso de lo que ha imaambas infieles y anticuadas. Esto y la conginado al pronto el listísimo lector. En nintingencia de que recientemente se haya reguna de sus obras trasparece, tanto ese caconstruído en Alemania un nuevo texto de rácter organizador de grandes masa la obra mucho más completo que el conocido y duro para la carne de cañón como en es. me ha llevado a procurar una edición espata Filosofía de la Historia Universal.
ñola que ahora va a darse al público(1. Con Sobre ella hablo largamente en el prólogo este motivo he vụelto a recorrer cuidadosaa la versión española; pero ahora quisiera miente las formidables páginas de este libro espumar un tema particular: cómo ve este imperial. Imperial, sí. Hégel era un empegran filósofo de la Historia la América rador del pensamiento frase estúpida si emergente.
usted, lector, se empeña en entenderla como Hégel ha sido uno de los últimos filósofos suelen entender hoy a los escritores los lecpara quienes el universo es algo real. Destores de habla española; es decir, no entenpués de él vino el diluvio del fenomenalismo diéndolos, suponiéndose desde luego e inen todas las formas, formatos y variantes po defectiblemente más listos que el escritor sibles. Como ahora sentimos. y no sólo que leen. En algunos países de Suramésentimos la urgencia de redescubrir la rica esta enfermedad de los lectores puede realidad tras de los meros fenómenos, más llegar a constituir una calamidad nacional)
allá de todo relativismo, el contacto con Hégel es un caso curioso de archi inteHégel, ya que no nos conquista, nos colectual, que tiene, no obstante, psicologia de rrobora. La realidad universal que descuhombre de Estado. Autoritario, imbre fué llamada por él Espíritu ponente, duro y constructor. Su alEste no es otra cosa que aquello HEGEL ma no se parece nada ni a la de Plaque se conoce a sí mismo. como De Caras y Caretar, Buenos Aires tón ni a la de Descartes, ni a la de el que se conoce a sí mismo no es Spinoza ni a la de Kant. La casta pesar de hallarse Alemania sometida a la solución más que eso, no se puede diferende su carácter le sitúa más bien en de problemas afligentes, no se olvidan allí las preocupaciar de otro que posea la misma conla línea de César, Diocleciano, Gen ciones espirituales. Sabe Alemania que su prestigio en el dición. El saberse del uno es idéngis Khan y Barbarroja. no es que mundo, sul ascendiente moral, no le viene tan sólo de su po tico al saberse del otro; por tanto, fuese uno de estos personajes aparderoso ingenio para el trabajo. Antes de haber sido la na no hay más que un Espíritu, una te de ser un pensador, sino que lo ción de las industrias, de la expansión económica, fue país única realidad absoluta. Todo lo fue precisamente como pensador.
de fecundidad en la creación de obras del espíritu. en la Su filosifia es imperial, cesárea.
demás es real sólo como miembro y mejor época alemana, en el período de profunda incubagengiskhanesca. así ocurrió que, elemento de ese Espíritu, que, conción intelectual y especulación filosófica floreció el pen sistiendo en un conocerse, consiste a la postre, dominó políticamente samiento de Hégel. Nació en 1770. Murió en 1831. en el Estado prusiano, dictatorialen una actividad, en un movimiento el centenario de su muerte, el mundo civilizado evoca a mente, desde su cátedra universiy esencial agilidad, que le lleva taria. Ya digo que es un caso único esa gran figura de constructor de ideas, a ese creador pudel ignorarse hasta el saberse. Va, jante de sistemas. Fue, en los tiempos modernos, el último en la historia de la filosofía. Lo habitual ha sido que cuando un fimetafisico alemára, comparable por su magnitud a los más pues, pasando de idea en idea hasta arribar a la idea completa de sí, lósofo pretende ser político le pase insignes forjadores de doctrinas orgánicas. Fue un extrahasta volver en sí, como un jerifalte ordinario organismo mental, que influyó con su raciocilo a Platón. Salió ingenuamenque te a reformar el Estado de Dioninio, con su lógica, con su procedimiento especulativo, en que vuelve al puño, si el puño fuesio. y pocos meses después tuvieron las inteligencias constructivas del siglo xix. No ha inse un jerifalte. Este vuelo de idea fluido únicamente en los que se dedicaban a las ideas puras.
en idea no es caprichoso, constituque comprarlo en un mercado de esclavos, a fin de rescatar su divina Influyó en sistematizadores de teorías políticas y econó ye un itinerario forzoso, rígidomicas. Hallamos su huella en el método de Marx, como la es un proceso lógico. La Lógica. En dos volúmenes. Ediciones de La Revista de Occidente. Madrid. 1923 (Pasa a la página 942)
de Hegel desarrolla este proceso Este documento es gropiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.