157 REPERTORIO AMERICANO Merece ser estudiado con interés y, con cariño.
Después de la guerra europea sobre todo, la sociedad humana, fatigada y asustada, se acoge a las viejas fórmulas morales y sociales que, buenas o malas, ofrecen al instinto de conservación un albergue tradicional y una secular defensa. La grave es que, malas o buenas, esas fórmulas, nuestra sociedad sabe que, en lo intimo, ha dejado de creer en ellas. la juventud no puede vivir sin creer. La vida nueva necesita una fe nueva.
La autoridad paterna, la autoridad social, lus maestros, en suma, se quejan que los jóvenes se les escapan y se les rebelan: Dolor explicable.
Pero presumo que, en el fondo, también sienten hoy muchas veces los jóvenes la falta de los verdaderos maestros.
José de Costa Rica, 1930. un texto que de Libreria Herrero Hnos. biera inmediatamente ocupar lugar preferente Av. de Mayo, entre Palma en todas las escuelas de la República. Tanto y Isabel la Católica, más como que en lo esencial es de por sí adCiudad de México.
mirable. Posee claridad, de manera que de lo Libreria Albela y Co. fácil se pasa a lo más difícil en graduación de Habana, Cuba.
adelanto tan diestramente dirigido, que en ningún punto del método se tropieza con dificultad. Librería Lumen de Montealegre, que sobrecargue la inteligencia del estudiante, Ciudad de Guatemala.
Su impresión no deja nada que desear: Fácil Libreria Diaz Barneond, mente podria, en un concurso, obtener este San Salvador, El Salvador.
libro el primer premio, tal es la nitidez de su Carlos Feuberger y Co. impresión.
Managua, Nicaragua. pesar de cuanto indicio avieso tenga de lo contrario, creo firmemente, en que Costa Rica Libreria Alsina. Sauter, Arias Co. es una nación consciente. Si mi equivocación San José, Costa Rica.
no es grande, este texto prontamento substi. Libreria Ernesto Latorre, tuirá a todos esos manuales inferiores, de los Ciudad de Panamá.
que nos hemos venido valiendo, faute de mieur, quienes enseñamos inglés en la República.
Camacho, Roldán y Tamayo, Bogotá, Colombia.
Salomón de la Selva Mogollón y Co. San José, Costa Rica. Febrero, 1931.
Barranquilla.
Libreria Nascimento inglés Santiago de Chile.
El método progresivo para su Libreria Justo Arce y Co. estudio y enseñanza, Prat 525, Antofagasta.
mencionado en el artículo anterior, se vende Librería La Facultad, por ahora en las siguientes casas: 359, Calle Florida, Libreria Fernando Fe, Buenos Aires.
Calle del Arenal, Libreria La Normal, Madrid, España Av. No. 1119, La Plata, Argentina.
Libreria Francesa, Rogge, Rambla del Centro y 10, San Pedro Sula, Barcelona.
Honduras.
El siglo XIX y este siglo XX ofrecen una cierta semejanza en sus comienzos.
En 1815, caída de Napoleón, se rehace el mapa de Europa. En 1918, caída del Kaiser, el mapa de Europa vuelve a rehacerse. En 1815, después de una revolución y de una gran guerra, como en 1918, después de una gran guerra y de una revolución, el ambiente espiritual está cargado de inquietudes y de ansias renovadoras. En 1918, como en 1815, trata de mantener el mundo oficial un sentido conservador en lo religioso, en lo moral, en lo económico, en lo político.
Los hombres nacidos en las primeras década3 del XIX, los hijos del siglo, engendrados en anns de guerra o de confusión ideológica, vinieron al mundo con una huella anímica peculiar, un rasgo de noble descontento, característico de aquella generación. También tienen su huella psíquica, u rasgo inconfundible, en esta vigésima centuria, los nuevos hijos del siglo, los que, nacidos después del novecientos, vieron con ojos de niño el hotror de la guerra.
Pero hay una diferencia esencial entre los hijos del siglo XIX y los del siglo XX. Aquella primera generación romántica. físicamente lánguida, era soñadora y pesimista. Esta generación que ahora asciende, deportiva y soleada, qui.
siera poder ser optimista.
Qué hora es. Lecturas para maestros: Nuevos hechos, nuevas Ideas, sugestiones, ejemplos, Incitaciones, perspectivas, noticias, revisiones.
OXXXII Leed esos libros de guerra y de post guerra Los hijos del siglo escritos por jóvenes. Los que tenían doce años cuando la guerra, como Ernesto Glaeser en AleUn estudiante mania, o los que tenían diez y ocho al llegar el armisticio, como Juan Prevost en Francia, traDe El Sol. Madrid ducen el mismo amargo sentimiento: desilusión.
Terminaba el concierto en el teatro Payret rente en medio del dolor de la patria, y anunHan perdido el respeto a sus mayores: Repude la Habana.
ciaba el triunfo de los anhelos de la nueva gedian rudamente los principios que sus antece¡La Habana. Hace ahora tres años, me dessores predicaban en el hogar, en la escuela, en neración.
pedía yo del la capital de Cuba, y desde la cu Ante la inesperada arenga, muchos de los preel templo, en el Foro o en el libro. Los rechabierta del barco veía alejarse sus claros edifizan porque han visto en el espanto de la guerra sentes aplaudieron, mientras que otros, temiendo cios, sus fachadas de un blanco puro, un rosa que fuese a alterarse el orden, se apresuraron a y en el fracaso de la paz que nuestra civilizapálido, un amarillo de marfil. Bajo la brisa tem.
abandonar el teatro. Entre tanto, el incógnito ción no practica realmente esos mismos prinplada del invierno antillano, la vida era alli cipios que sostiene y proclama con gravedad himozo desaparecía como una sombra.
pócrita.
tranquila, blanda, cómoda.
Leo ahora en El Mundo, de aquella ciudad. Los hijos dejaron de creer en ellos porque, La visión de ese mancebo vestido de luto re en la hora de la prueba, se dieron cuenta de que, que el otro día acababa en el Payret un concierto de música cubana ejecutado ante distinguida cuerda un poco la de los antiguos profetas al fi. en espíritu y en verdad, los padres tampoco nal de los bíblicos banquetes.
creían. Desencanto angustioso.
concurrencia. Mientras el público se sentia quizá.
Pero hay una notable diferencia. Antaño, el Mas la juventud no sabe vivir sin ver temgratamente arrullado por las sonoridades de la que conminaba a las almas distraídas, haciéndo blar en el aire la bandera de una ilusión.
orquesta, irrumpió en el escenario, con asombro de músicos y cantantes, un joven alto, vesles oír la voz del colectivo deber y anunciándoles los tiempos venideros era un anciano de blantido de negro, que comenzó a dirigir la palabra La juventud pide hoy una nueva sociedad al auditorio en términos de enérgica reprobacas barbas. Hoy es un joven. Es un estudiante.
un nuevo Estado. Por eso se ha vuelto esencialNo hay ya jóvenes, muchachos y muchachas ción.
mente política.
Protestaba indignado el muchacho contra adolescentes son los que en Cuba sostienen y. la Convénzanse los varones maduros de que es presencia de tan numeroso concurso en una fies.
aun alguna vez con el sacrificio de sus vidas en flor la campaña por la libertad.
imposible una juventud conservadora. Puede hata, cuando el país sufría ber en Francia jóvenes nacionalistas, o en Aloу luchaba atravesando una aguda crisis económica y una profunda permania cascos de acero, porque estas tendencias, turbación política. En nombre de la juventud, en Lo mismo ocurre en casi toda Hispanoamérica. aunque erróneas, representan una transformanombre del Directorio Estudiantil, increpaba a Más aún: es un fenómeno universal de nuestro ción decisiva del actual orden de casas en las la sociedad madura, capaz de divertirse indife tiempo esa inquietud idealista de los jóvenes. respectivas naciones. Aunque ofuscadas, pudo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica