158 REPERTORIO AMERICANO Ya sabemos que el cuerpo pecaba más tallas no lo volvió matonesco la mon que quería decir, como entendemos bien bien de pequeño, y yo no escondo que tura y que, en cuanto bajaba, era civil, por «barbarie. tantas veces escrita, algoun Bolívar con cuatro palmos más de como si al general lo dejase en el es: que no le está opuesto diametralmente, cuerpo, llenaría el gusto de mis ojos, tribo, y por añadido tan cortesano, que sino que, más bien, está implícito en lo quio disfrutan viendo, los sarmientos bailaba como si se pasara el día dan otro.
en llama del Greco, que se estiran zando sobre los tapices.
Si se le hubiera apurado, estoy seguro todo lo posible. Sin embargo, aún esto Servía para muchas cosas, y en esto de que habría dicho: civilización y barse lo alabo como manera de lealtad.
a la raza. Nuestro indio español es pe anotarle el sudamericanismo. Para mucomo en el cuerpo menudo, hay que barie son sinónimos entre nosotros; con la diferencia de que civilización es lo queño sin la insignificancia del otro chos menesteres servimos, a fuerza de que seremos y barbarie lo que hemos sido.
mongol, pequeño y eléctrico como el ana.
llevar dos tres sangres, y no somos Tanto uno como otro concepto, usados daluz, o pequeño suficiente como el frana raza tiesa ni de un solo pedal.
con precisión y en sentido concreto, cés. Hay que bajar a una quebrada de Chile: para hallar en el mestizo de vasco Fascinante, ágil y definitivo Bolívar.
cierran un ciclo, una totalidad. Eso somos y eso fué lo que Sarmiento comcuerpos lanzados con un puñado de baHagámosle criatura cotidiana mejor prendió como ningún otro argentino: rro a la altura posible. Pequeño, don que nombre de aniversario; vivámosle ambos factores como términos de una Simón, y lo ágil que se sabe; no canso en la permanencia y no sólo en las lo ecuación.
monturas, no ladeó sillas, y Edisón di tras puntuadas de los centenarios, Junto a él los adalides de la cultura, ría de él que era la materia de su gusto Vivamosle en la continuidad como se de la reorganización, son unilaterales y la bombilla eléctrica que da lo más con vive una ley; pongámonos a tenerlo por fragmentarios. Basta que alguien se le lo menos.
paisaje nuestro, hasta quo nos corra por la enfrente; como Alberdi, para advertir Sabemos que a este hombre de bata sangre, hecho la masa de nuestra sangre. esa limitación junto a un cosmos completo. Punto por punto, especialidad por especialidad, podían aventajarle; pero Gabri a Mistral ¿quién como él procedía en vista del conjunto, de la totalidad?
Es indiscutible que a pesar de sus contradicciones aparentes, Sarmiento es Sarmiento a los 120 años.
un sistema; el más adecuado, no sola(Viene de la pághia 158. mente a la realidad argentina, sino a la americana, que es el segundo estadio desu concepción. Porque lo que él conce.
superfetación nuestra realidad, según sus siera él, entero. para equilibrarla hasta bía como totalidad nacional, formaba ideas, sin haberse extinguido y sí sólo. tanto llegaran de fuera fuerzas de renue parte integrante, a su vez, de otra unidad sofocado, las fuerzas disolventes que agi. vo. en última instancia cera real continental. Al proceder en rista de lo taron nuestra historia en el período que mente civilizado todo lo que deseaba argentino tenía presente lo americano, abarca Facundo. No se había cambiado encontrar al despertar de su sueño de que tan profundamente conocía, y sólo una realidad por otra; y, andando el civilización?
así se explica que lo que en su tiempo tiempo, desaparecidas las fuerzas de or Todo lo vió y todo lo comprendió: era verdad sigue siéndolo hoy; que los đen que primaron, por capacidad de la tomó lo mejor que halló y se lo trajo, problemas que planteaba participaban a minoría, sobre la multitud, habrían de y con eso y con lo que ya teníamos, la vez de la inmediata realidad argenpugnar, eruptivas, por retrotraer al caos bueno y malo. se instaló en el centro tina y de un orden de cosas continental.
latente aún, un mundo de fábrica. de las más urgentes cuestiones y comenzó Ya decía él. Tal como el río Uruguay Aquellos hombres no pudieron hacerlo a gritar la verdad.
se confunde a cierta altura con el Paratodo y nosotros estamos ahora otra vez, Einprendió la clasificación de los va. ná, para formar el Plata, así ambas privados de la luz que los alumbró; no lores, con la precisión de un botánico Américas, moviéndose con movimiento sotros que somos hijos de los coetáneos o de un zoólogo que clasificara una flora diverso, pobladas por nacionalidades disde sus nietos: seres. colocados más aca silvestre o una fauna salvaje. Decía: tintas, acaban por ser uma América. del límite donde terinina la experiencia «esto es bárbaro. y tenía razón; de ma ciento veinte años de su nacimiento,. personal de la historia.
nera que ni sus vejámenes nos humillan. este hombre ha variado tan poco, o tanto, No, creo, tampoco, que encontremos Eramos bárbaros y él se ponía en bár siempre coordenadamente, como la rcalisus huellas, en el desconcierto que ha baro, a fin de que halláramos al mismo dad argentina; pues ésta y él caminaron seguido al orden que instauraron. tiempo en qué éramos también civili jantas. Unicamente envejeció en él lo Se da uno a pensar si puede, sin zados.
que envejeció en ella. Pero en ambos peligros mayores que los males ciertos, No se equivocó en indicar lo que po engranan bien. En lo que ya se cumplió, precipitarse el proceso de formación de díamos utilizar como levadura y abono en lo que ya es pasado, su obra caducó las nacionalidades, y si una civilización de los detritos del pasado ininediato. ni también: en lo que todavía es presente, puede ser para siempre forjada en el en qué habíamos do abjurar de una vez Sarmiento está de actualidad; en lo que anhelo del bien público; o si es el resul y para siempre de nuestros antepasados.
aún no hemos realizado, sigue siendo tado fatídico y hasta no buscado, de la Sería muy interesante seguir a lo lar profético. Mas de ninguna manera podrelenta estratificación y oxidación de los go de su obra el maravilloso trabajo de mos decir que lo heinos dejado en zaga.
hombres en las ciudades. Es decir: si lo araña, que hizo para tramar nu Por eso no es paradójico decir que la que entendemos por civilización, como: realidad. Ver qué hilos toma, cómo los República es el equivalente del sueño bienestar, cultura; riqueza, jerarquía, anuda y, cuáles deja sueltos. Pues por de Sarmiento, bien que sus sueños ya ainor, es algo que puede llevarse de acá muy caprichoso e impulsivo que se le estuvieran condicionados por la reapara allá, construirse y ponerse como la juzgue, por muy veleidoso y espontáneo, lidad, más bien la históricamente posible levita y la. chistera, o si arranca del es lo cierto que desde su infancia a su que la real. tal punto, quo sería imfondo mismo del pueblo, por intususcep vejez, toda su existencia se orienta en posible hoy investigar unestro haber sin ción, de adentro para fuera, y que, al una misma dirección y que toda su obra hallar en su obra páginas enteras que fin, se le queda adherido a la persona, escrita y hecha, tiene la bella unidad de la reflejan con especular fidelidad.
conformándola como la piel. su vida.
Lo que en sus años de lucha era malo, Pero, lo que entendía por civilización, Sólo en el tiene sentido categórico sigue siendolo; allí donde él encontró la. era para el algo que habría de brotar esa palabra vaga y de tan relativo sig. veta. yace aún el oro; lo que era peso del suelo argentino, que trasplantarse. nificado. civilización. En sus inanos inerte, gravita todavía y vuola aquello o injeriarse? Esa barbarie, que advirtió y en su boca todos comprendemos lo a que le puso alas. y señaló tocándola punto a punto con el indice. era susceptible de devenir civilización, o era menoster que se puEzequiel Martinez Estrada. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica