Violence

REPERTORIO AMERICANO 307 Las danzas de Edouard du Buron Envio del autor Este hombre que ha estudiado el arte de desgracias de los hombres y es bondadosa y épocas olvidadas, las decoraciones primitino tiene el ceño jupiteriano de otros dioses.
Hermafrodita es esta divinidat bralaniavas, el movimiento emocionado de las dannica zas guerreras, las religiones sangrientas que al llegar al Japón se hizo humana de cultos exóticos, nos entrega a través de y delicada. Hokusai la presenta sobre un su cuerpo sensible al escalofrío de la múpez gigante con los brazos delicadamente unidos por la punta de los dedos. En el sica, una plástica intensamente expresiva de estados de alma, porque su cuerpo tiene teatro esta diosa aparece con la arcaica pose budista de las pinturas de Kanaoka, se va que decir dentro del movimiento ritmico exaltando muy lentamente por la música que lo hace decorativo como un friso lo que brota y la máxima orientalidad le sale que le es prohibido al rostro expresar. Las por los dedos en los que se siente la desmanos como en el cine mudo son elocuentes, los pies como en el hombre salvaje no carga de abundantes fuerzas de bien.
son escondidas partes del cuerpo que se La danza javanesa y la del indio invonos olvidan como son.
cando el gran espíritu, respiran un alien. Él crea los vestidos que necesita, los trato salvaje muy emocionado, la danza jajaba él mismo, así como el metal que va a vanesa más puesta en el ensueño, lenta cosonar o a brillar. Él dora el cuero que mo mar lascivo de trópico. La del indio necesita para su danza javanesa. Este dees fuerte y de extraños movimientos. retalle importante asegura conciencia artiscuerda serpientes y pájaros y parece que tica, pasión por el detalle para llegar a lo la música nacicra de la violencia de sus perfecto.
Si fracasa, el fracaso es del público, pogestos y no de que él tratara de seguir a la música. Este indio rojo que busca en el co imaginativo poco creador de formas al Edouard du Buron en el Preludio (Numero. en cielo al sol, no es el de opereta que nos escuchar ritmos, porque él nos materializa Do Venor). le Chopin.
han presentado siempre. Du Buron que va las imágenes que en nosotros son nebuloDibujo de a mighetti, hacia el Sur buscando esa América inédisas e informes, siendo como dice Paul Vata y orgánica que está en el quechua y el lérey al hablar del alma y de la danza: música y forma son una única e inseparable aymará, ha comenzado a interpretar cosas Rére, mais rére tout penetré de symésustancia. Se arrastra como sombra y vio del indio nuestro. Con música de David tries.
lentamente adelanta el torso que repinta las Sequeira, uno de los pocos que componen costillas en actitud angustiosa. De la noche haciendo sonar en el piano el lejano y trisEl preludio de Chopin. La figura nace estructural de su manto fluyen pliegues gó te, tambor indigena, du Buron ha creado acurrucada en el escenario vasto como un ticos, y Chopin doloroso en su piano enlu una de las más originales danzas, si puede cosmos, tiene amplio paño negro y va destado con sus enlutadas notas flota dentro envolviendo sus acordes de forma en el plie del pequeño mundo del escenario.
llamarse asi esa epilepcia maravillosa con que él interpreta la música de Sequeira, gue grave. La figura va creciendo, estirándose, parece que la música crea y hace na Kwaninon, la diosa de la gracia. o de la Lamiento del caribe. Amighetti cer la imagen, sin esfuerzo, sin dualidad misericordia, la que se conmueve con las Costa Rica, Novbro. 1991.
nales con los meridionales, sin restricción de la extracción indispensable de sus prolas fomentarían y aún las harían más alguna, y bajo la proteción de leyes igua ductos al peso, influjo y fuerza futura amargas. Asi se evitaría también la neles de un gobierno común. hallan aquellos marítima de la parte atlántica de la unión, necesidad de mantener establecimientos en las producciones de éstos, recursos para dirigida por una comunidad indisoluble militares crecidos, que bajo cualesquiera empresas marítimas y mercantiles, y ma de interés, según corresponde a una na gobierno que sea, son perjudiciales a la teriales. preciosos para su industria. És ción. De cualquier otro modo que posea libertad, y deben mirarse particularmente tos beneficiados por esta misma comuni esta ventaja la parte occidental, ya sea como enemigos de la libertad republicana: cación con aquéllos, ven aumentar su a por su propia fuerza separada ya sea por en este sentido debéis mirar vuestra unión gricultura y extender su comercio. ocu una conexión apóstata y desnaturalizada como el apoyo principal de vuestra liberpando en parte en sus propios canales los con alguna potencia extranjera, será in; tad, y el ampr de ésta os debe hacer más marineros septentrionales. Vigoriza su trínsecamente precaria.
interesante la conservación de aquélla.
navegación particular y mientras contri Mientras, pues, cada parte de nuestro Estas consideraciones convencen a tobuye por diversos modos a alimentar y au territorio encuentra de este modo un in do invidivuo que piense y sea virtuoso, y mentar la masa general de la navegación terés inmediato y particular en la unión; demuestran que la continuación de la nacional, aspira a la protección de una todas sus partes combinadas no pueden unión merece ser el objeto primario del fuerza marítima, que no podían conseguir dejar de hallar en la masa reunida de me desco patriótico. Dudais acaso que un por sí mismos, estando en igual comunica dios y esfuerzos, mayores recursos, mayor gobierno común sea capaz de abrazar un ción los países orientales con que los oc seguridad, en proporción contra los pe círculo tan dilatado? Que lo resuelva la cidentales hallan ya el adelantamiento pro ligros exteriores, una interrupción menos experiencia. Sería un delito oir sólo la esgresivo de la comunicación interior, tan frecuente de su tranquilidad por las na peculación para decidir. Debemos esperar to por agua como por tierra, y hallarán ciones extranjeras, y lo que es de mayor que una organización adecuada del todo, después cada día, más salida para los ar valor, la unión les libertará de las disen con las operaciones auxiliares de los gobierticulos mercantiles que vienen del extran siones domésticas que afligen con tanta nos para las respectivas subdivisiones nos jero o los que presentan nuestras fábricas. frecuencia a los países vecinos que no esdará un feliz resultado de la experiencia.
El poniente recibe del naciente renglo tán unidos bajo un mismo gobierno: di Este asunto merece que ella sca completa nes necesarios a su incremento y comodi sensiones que su propia rivalidad bastaría y exacta, habiendo unos motivos tan podedad, y lo que acaso es de mayor importan para excitarlas, y que las alianzas extran rosos y obvios. que influyen en todas partes cia, deberán necesariamente la seguridad jeras opuestas, las amistades e intrigas. del país en favor de la unión; y se debe Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica