306 REPERTORIO AMERICANO que la seda os la tela más fuerte, y por eso.
porque hablamos sólo existe en nuestra as cia y salgamos a batallar por el adveni sivas y acaparan los mejores contratos.
piración. No lo creemos así. El país ha miento de la gente nueva. Es claro suponer termina con estas palabras dignas de la estado szunido en la servidumbre impuesta que estamos también expuestos a la agre más grande reflexión. Todo en uso, apupor el culto al grande hombre criollo, Esa sión de la gente vieja, como reacción a la rando el servicio, cobrándolo bien, como si servidumbre es cosa tremenda, pero de ella osadía contra sus prestigios y sus saberes. fuera material moderno, equipándolo, artise han salvado muchos espiritus que pueden Pero triunfaremos si nada nos apoca, si sa llándolo, enarbolando en cualquiera la inmirar el gobierno como una función alti limos con una conciencia fuerte. Lo que signia de almirante, y disponiéndose a sinia. Son estos espíritus los que tenemos precisa es no vivir en ese sopor, no dejar seguir en campaña hasta materialmente presentes cuando pedimos el advenimiento que con nuestro consentimiento el gobierno lo echemos a pique.
de la gente nueva. Mentira que sea todo del país siga enfermo de rutina y de regre. Pues bien, allí está nuestra gran tarea. un páramo. Así, piensa el subordinado, sión. La lucha es grande, tanto por la echar a pique por proä o por popa a tanto el abúlico, el que padece la influencia del majestad que entraña, como por el coraje barco viejo que no se ancla para hundirse, prosclitismo. Pero hagamos que penetre que hay que sacarse del alma para acabar sino para seguir conquistando poder, para una nueva conciencia en cada uno de estos con la superstición enquistada en el país. estorbar, para hacer que el país retroceda mutilados. Volvamos, el pensamiento a Luis Bello compara esos hombres viejos y apague su brillo. echar a pique, a otros pueblos. Reflexionemos en España con barcos condenados al desguace, pero preparar la voladura de esos cascos carcocuando ésta alborea y la escudan sus mejo. que siguen navegando y obtienen exclu midos.
res vidas. El mal grande sería agazaparnos y seguir viviendo la indiferencia por Juan del Camino Cartago y Mayo del 31.
las cosas de la patria. Es preciso trabajar con el ánimo dispuesto a la lucha que culminará en un advenimiento serio y real.
Persiflage No nos acobardemos. Meditemos en los males tan grandes de un pueblo cansado, Un cuento sirio libanés dolido de que se vuelva cada vez con más Colaboración directa empeño al régimen de la rutina, pero quieto y sin clestos de dar la batalla decisiva.
Para el Licenciario don Alejandro Alvarado Quirós, hombre de seda, a sabiendas de que Llenémosnos de la severidad de los que condenan el gobierno de la gente vieja en déle que es tarde con la necedad de los sefarditas de Salonika, que con pueblos que han vivido siglos de atraso y de que yo no soy yo sino tal o cual servant la antigua pronunciación espade miseria. No tenemos por detrás esa his otro escritor, siempre alguien que ni en ñola. Yo tenia un amigo judío, que murió toria larga, pero no debemos tampoco espe Heredia reside; porque me buscan en en el Guanacaste, venido de los Darda. rarla, ni prepararla con nuestra indiferen Heredia quienes no me conocen, y no nelos; me enseñó romances del siglo Xv cia y nuestras inconsciencia. Si Bello siente. dan conmigo. Pese a lo cual, salvo una que, le había enseñado su madre. Las que los males de España vienen de los perque otra vez, en Heredia me paso los dees las dice mi sirio libanés. como la sonajes viejos entronizados en el gobierno dias y las noches, y, si de Heredia sal th inglesa de la palabra though, un de su país, el deber ndestro es reflexionar dia no sabría cómo vivir. En Heredia go, a Heredia vuelvo, y fuera de Here suave sonido quo se obtiene pronunciando la dé con la punta de la lengua eny buscar también la causa de nuestros ma me encuentran mis amigos. Entre éstos, tre los dientes. Me encanta oir a mi siles: Naturalmente que no estamos en la los niás de mi agrado, como grupo, rio libariés.
misma condición de España, pero lo que allá como clase, son quizás los vendedores Una vez, el gallego de nuestro círhicieron unos hombres cansados y llenos de ambulantes: turcos, alemanes, un francés, culo echó una de esas gallegadas sacríla ideología pasada, tan pasada que se desdos italianos, un yanqui la mar de di legas que llenan la boca y suenan a vertido. Aquellos alemanes que vendían trueno. El sirio libanés se santiguo pia. moronó, lo hacen en menor escala otros agujas para bordar en cambrai con hilo. dosamento. Baisano. me dijo después.
honbres a quienes la superstición alza y grueso. de lana de color, habían estado «en ini dierra al gue digà eso le gorquiere dar poder. Para Bello esos hombres en Bönn, se sabían de memoria largos dan la lengua. Las pees las pronuncia son metal gastado del cual dice: Fundido trozos de Nietzsche, cantaban música de bees, las cees gees, las tees dees.
en el crisol todo este hierro viejo no daría Bach y de Brahms. El francés era (y En nuestra ignorancia ilamamos turuna lágrima de metal noble. En estos digo era porque hace tiempo que no le cos a los sirios libaneses, y nos imagipueblos abunda igualmente ese metal mol veo) el menos interesante de todos: creía namos de ellos que son, o eunucos fugideando fachadas vistosas. La tarea șaluque, le bastaba con ser francés para ser tivos, o señores sensuales de harén. La dable consistiría en recogerlo todo y darle superior: los franceses son los yanquis. verdad es que son gente buena, sencilla, como reposo final una zona de respeto simde ayer: el pueblo, ayer, más ensimis religiosa; profundamento católica. Éste, pleinente.
mado de la tierra. De los italianos haré particularmente, es de una religiosidad artículo especial: todo italiano es un insondable. Algo de malevolencia para ¿Pero quiénes imponen esta tarea. En genio, y los hay para el bien, y los hay con los protestantes tiene este cuento dóndle como en España los Luis Bello que para el mal. Ahora hablaré de los tur suyo con que me hizo reir toda una tarde y comprarle un reloj viejo. Ese salgan en una cruzada que redima. Es necesariami nte obra reservada al sacrifiMi turco favorito no es precisamente algo de malevolencia para con los proturco sino sirio libanés. Lo que ha via testantes demuestra. verdad. lo buen cio de la gente nueva. Lo que necesitamos jado. Lo que conoce. Lo que le ha católico que es. El buen católico no es es difundir aliento, que ideas no faltan. enseñado el mundo. lo bien que sabe vi malo con los protestantes, pero sí bur. Por eso hemos comentado con ardor el pen vir, y el maravilloso don de voluptuosidad lón. El buen católico de ningún modo samiento severo de Luis Belo, del educa que posee, y la amplitud con que goza puede tomar en serio el protestantismo.
dor grande y visionario. Léanlo todos los de todos sus sentidos! Nunca me vende Algo se ha avanzado en los últimos sique viven bajo la influencia del miedo, de nada sin abrillantar su mercancía con glog. Dígase lo que se quiera, es de precierta servidumbre en que los ha tiranizado la pátina de un cuento. Una vez era ferirse una sovrisilla a una hoguera.
un regalo de Navidad lo que me ofrecía. Es el caso que un día de junio de la superstición del grande hombre. Bello «Baisano. me dijo. el mundo es be 1907 recibió órdenes sagradas, en un Setiene de hermoso en su lucha que no vacila, gueño. Hace un año estaba donde na minario Teológico norteamericano (norporque es ante todo educador y sabe que a ció el Redentor. soltó el cuento con deamerigano, dice mi sirio libanés) el mís.
su pueblo, para redimirlo, hay que hablarle que me hizo comprar una reliquia falsa. der Domas Dómlinson (Mr. Thomas Thomcon justicia. Aprendamos de él esa justi Las eses las pronuncia a la manera linson. y, apenas ordenado, obtuvo enCOS. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica