REPERTORIO AMERICANO 133 gar. También pozim. Yo me contenté con decir que cual plica, es ser como la reina de las abejas, me París con otro poeta, también atlántida: quier rumbo me parecía bien con tal de tidita siempre en casa dirigiendo la labor Mayorga Rivas. Suena a hindú el nombre, hallar lecho muelle para ella, que ya tenía de sus esclavas, a quienes ha de señalarles ¿verdad? Se habían encontrado con unas los ojos pesadicos de sueño y el cuerpecito, a diario sus faenas. Se empeñará en ser amazonas yanquilandesas en el bosque de cansado con la dulce fatiga de amar en la económica. Sobre todo, deberá tenerlo todo Bolonia, y se las habían llevado a un hotelito ternura de sus años. Nos acomodamos en en orden, el calzado, los trastos de la coci de las afueras. De repente la que le había litera de cortinas recogidas, y nubios cicló na, las diversas ropas, cada cosa en su lutocado a Darío comenzó a dar voces. Temepeos nos llevaron en ritmica prisa. Al pasar es, le dice, parte de sus de roso de un escándalo el del nombre hindú, por el Serapeum Gissing entró a conocer la beres; atender a sus esclavas cuando enfer corrió a ver qué era el motivo. La amazona famosa estatua venida del Ponto por sí men. Sí. exclama ella. y será el más decía que ella estaba dispuesta a todo cuanto misma cuando los pontinos se negaron a agradable de mis quehacereš, si aquellas a fuese ulatural, pero que a lo que Darío que därsela a Ptolomeo Sóter que la pedía para quienes trate con bondad se muestran agra ría, no, ni por el oro de Creso. Qué es esa rendirle culto especial en la ciudad que he decidas y me aman más que antes. deli depravación? le preguntó, amonestándolo, redara de Alejandro, de quien era hermano cadamente, evitando cuanto pueda sonar Mayor Rivas. Darío respondió. De bastardo. El clavel moreno dormía en mi a reproche, la persuade de que deje de usar pravación. No siaj chocho. Qué bien sé, regazo y no me quise mover. Pero cuando calzado de tacón alto, para parecer alta, y ve que no sój griego. la dejé en casa, en el Regio Judaeorum; al de pintarse el rostro con bermellón y con La experiencia parece demostrar, cuidado de una Sarah israelita, anciana ma blanco de plomo, prometiéndole que, si cum. prosiguió Plotino después de celebrada la ternal, me di al guía para caminar por la ple fielmente con sus oficios, él será el más anécdota, que muchas sociedades otorciudad.
obediente de sus esclavos. También Aristó gan toda licencia sexual a un sexo, prohiLas dos calles que he dicho, paralelas a teles, en el capítulo séptimo del libro pri biéndosela, sin embargo, al otro sexo. Enlas cuales corren todas las demás, tienen mero de su Economía, nos ha dejado un lin: tre los griegos muchas circunstancias han un ancho de doscientos pies cada una, y a do cuadro del carácter de la dócil esposa. conspirado para colocar a cierta clase de uno y a otro lado de ellas se levantan, sun Platón, es cierto, arguyó que la mujer. cortesanas en una posición que en otros lutuosos, los palacios y edificios públicos. De era igual al hombre. Pero las costumbres, gares no han tenido. El voluptuoso culto este a oeste la ciudad medirá bastante me. y los sentimientos de su pueblo han recha. de Afrodita le da a su profesión una espenos de cuatro millas, y de norte a sur una zado tal idea. El casamiento lo han consi cie de espíritu religioso. Cortesanas han milla escasa. Es, pues, oblonga. Al norte derado siempre los griegos a. la luz del ci sido las sacerdotisas de sus templos. De!
la baña el Mediterráneo, al sur el lago Ma vismo, como medio para producir nuevos las de Corinto se dice que por sus ruegos reótides formado con aguas del Nilo. De ciudadanos, y en Esparta se ordenaba an se evitaron graves males que amenazaban los cuatro cantones, uno lo pueblan griegos taño que los maridos incapaces de preñar a la ciudad. La prostitución ha sido parte. en su mayoría, otro judíos, otro egipcios. a sus esposas las debían ceder a hombre de de los ritos de Chipre, de Mileto, de TeneEn el cuarto hay una mescolanza de italia mayor vigor. En la historia de Grecia rara dos, de Lesbos. Leia el otro día que la voz nos y naturales de Libia, de Cilicia, de Etio vez aparecen los nombres de mujeres vir latina venerari se deriva de venerem exerpia, de Arabia, de Persia; ni faltan, según tuosas. La sencilla modestia de la esposa. cere, por las devociones del templo de Vevoy viendo, hombres hoscos y magros de la de Foción cuando su marido ocupaba el más nus(1. India, y bactrianos y escitas. Con todo, la elevado puesto en Atenas, ha sido recor Luego. continuó el erudito guía;ciudad es de un orden admirable. Fue a dada, así como uno que otro ejemplo de hay que considerar el intenso entusiasmo Dinócrates, el arquitecto que reconstruyera amor conyugal y de amor filial; pero geneestético de los griegos. La suma perfección el Templo de Diana en Efeso, a quien Ale; ralmente las mujeres que han atraído la de las formas la celebra el pueblo. Jamás jandro Macedonio encargó hacer el trazo atención pública griega han sido cortesaha sido la belleza en todas sus manifestade la ciudad. me dice el guía.
nas. Me gustaría. le dije mientras hablá Para entender la posición que han asuciones objeto de culto tan profundo y tan extenso. Le da. color hasta a la enseñanza bamos de los griegos, me gustaría una mido en la vida griega las hetairas, hay que moral, y he aquí que, para el griego, la vircasita griega donde ella y yo pudiésemos comprender el concepto griego de la exce tud no es sino la forma más elevada de la estar contentos y vivir enteramente como lencia, que es el desarrollo amplio, y per belleza suprasensual. Belleza es el fin de griegos.
fecto del hombre en todos sus órganos la moral griega. Belleza es la regla, suma mí también lo griego me interesa. y funciones, sin pizca de ascetismo. Algu de todas las reglas, del arte griego. Bellos dijo el guía. Pero será preciso saber pri nas partes de la naturaleza humana se conhijos es la súplica que la madre griega les mero si ha de ser ella esposa tuya o si tiene sideran más elevadas que otras; por tanto, dirije a sus dioses. Al individuo bello ropor suerte la de la hetaira.
permitir que los apetitos bajos oscurezcan déalo, entre ellos, una aureola de reverencia. En la civilización griega. explicó el el intelecto, tuerzan la voluntad, o dominen Con frecuencia lo más bello es la hetaira.
guía, legisladores y moralistas han pre. las energias todas de la vida, se juzga cosa Hetaira era Friné, modelo de Fidias. Hetendido establecer, no sin cierto éxito, dos vergonzosa. Pero la represión sistemática taira Lais, modelo y concubina de Apeles.
categorías de mujeres con referencia a su de todo apetito natural es algo enteramente Éste, habiéndose enamorado de una esclava relación para con el hombre que aman: la. extraño a todas las maneras de pensar de de Alejandro, la recibió del amo del mundo esposa, cuyo primer deber es fidelidad ablos griegos. Los legisladores, los moraliscomo el mejor de los galos. El amor que soluta, y la hetaira, que vive de amores fu tas, y la voz pública, han aplicado estos le tuvo a pequeña putita, Glycera, vendedogitivos. Es de la esposa, en su reclusión dei principios sin reserva a las relaciones sera de flores y de sus propias frutas, hizo del gineceo, de quien Tucídides dice que el ma xuales, y los hombres más virtuosos han más célebre pintor de flores de la antigüeyor mérito de la mujer es que no se hable ni tenido y tienen relaciones habituales y dad lo que fue. Píndaro y Simónides can. en bien ni en mal de ella. La tortuga sobre abiertas que a mí me disgustan grandementaron las alabanzas de las cortesanas, y los la que Fidias ha representado a la Afrodita te. Yo soy egipcio, ya te lo he dicho; nafilósofos más graves a quienes reverencio, Urania, también significa la vida recluida tural de Licópolis, donde aún conservamos hacían peregrinaciones para visitarlas.
de la esposa virtuosa. En Jenofonte tene antiguas costumbres. Es que la cortesana, dueña de su libermos un cuadro doméstico encantador. El Lo que conversamos me recuerda, amitad, ha sido la mujer que ha podido realzar marido recibe en sus brazos esposa de quin go Plotino. dijele una anécdota de un con gracias del espíritu las gracias corpoce años, absolutamente ignorante del mundo poeta centroamericano. Yo soy centroamerales. Aspasia pudo ganarle el corazón a y de las cosas mundanas. Él le habla con ricano. sabes? Yo atlántida. Este poesuavisima bondad, pero en frases como las ta tenía nombre persa. Se llamaba Darío. Verse: Vossias, Etymologicon lingual latinul, ve que les decimos a los niños. Su tarea, le ex Pero era moralmente griego. Se hallaba en Doror; Lumutbe le Vayer, Lettre xc.
soy Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica