372 REPERTORIO AMERICANO Hégel y América lo; por tanto, la Prehistoria es Geografía. Do El Sol. Madrid. En el capítulo geográfico de sus Leccio(Véase la entregn anterior. nes de filosofía de la Historia es donde América coloca el pensamiento his nada, por la sencilla razón de que siempre paradójicamente hallamos instalada a Amétórico de Hegel en una situación dramáti pasa lo mismo. El cordero que nace maña rica. Después de todo, no es sorprendente.
ca, mejor aún, paradójica. Cuando una idea na es lo inismo que el cordero nacido hoy, Si decimos de ella que es un futuro, decisufre de si misma y lleva en su interior do o ayer o hace mil años. La vida del árbol mos que aun no es lo que va a ser y puede lorido un drama lógico adopta la máscara desde que fué simiente hasta que él da siser. Ahora bien: esto es precisamente la escénica de la paradoja. En este caso es lo miente es un ciclo siempre idéntico. La vi. Naturaleza. Como para Hegel sólo es verparadójico que Hegel no puede instalar a da natural termina siempre en un indivi daderamente el Espíritu, la realidad de la América por ser un porvenir en el cuer duo igual al que fué: el padre en el hijo, Naturaleza consiste en algo que va a ser po de su Historia universal. Ya hemos visto que es otro ejemplar igual a él. En la Na Espíritu, pero que aun no lo es. Así se exque para Hégel lo histórico es, en un senti turaleza, la variación es pura repetición. plica que hallemos alojado el futuro en el do muy esencial, lo pasado. Termina en el. Por eso dice Hegel la Naturaleza es absoluto pretérito que es la Prehistoria napresente, cuya constitución es ya de carác aburrida. No pasa nada nuevo bajo el Sol tural, la Geografía.
ter definitivo, inmutable, y no puede pasar. natural. Sólo hay evolución cuando Y, en efecto, Hégel ve en todo lo ameriPrisionero de su propia perfección, hiera el Espíritu comienza. Entonces ya no hay cano el carácter de inmadurez. Empezando tizado en ella, se condena el presente a una más que evolución y empiezan a pasar por la tierra misma. Para él, América es perdurabilidad que a mí me parecería deses cosas siempre nuevas. En el tiempo espi el nuevo mundo; incluye, pues, la Oceanía.
perante. La etapa actual de la historia sería, ritual de la Historia no hay dos dias igua El nuevo mundo no es sólo relativamente por fin, la meta lograda, el lugar apeteci les. El ayer es un auténtico ayer, un defi nuevo, sino en absoluto, incluso en su consdo, y en busca del cual todo el pretérito se nitivo pasado, que no se repetirá jamás. titución física y política. No quiero neafanó, se movió y, por lo mismo, pasó. Si: Basta que haya sido para que el mañana se gar al nuevo mundo el honor de haber saliyo estuviera convencido de esta idea hege diferencie de él y lo supere, se libere de él. do de las aguas al tiempo de la creación, coliana y me sintiese adscrito a este eterno La Historia es el libertarse de la repetición mo suele decirse. Sin embargo, el mar de presente, se me iría con nostalgia el alma ha y del aburrimiento. La Historia es lo diver las Islas, que se extiende entre América cia el pasado, que era un camino y un an tido.
del Sur y Asia, revela cierta inmaturidad dar no, como el presente, un haber llega En cambio, la Prehistoria nos habla del por lo que toca también a su origen. La mado y reposar. Como Cervantes decía, es hombre natural (los alemanes llaman al yor parte de las islas se asientan sobre copreferible el camino a la posada.
salvaje o primitivo Naturmensch. del rales y están hechas de modo que más bien Pero la paradoja no radica en que Hégel hombre que aun no sospecha su latente po parecen cubrimiento de rocas surgidas reelimine a América repito, a un futuro tencia espiritual y pervive sonámbulo como cientemente de las profundidades marinas, del cuerpo propiamente histórico, sino que, el animal o la planta.
y ostentan el carácter de algo nacido hace no pudiendo colocarla ni en el presente ni Antes que Hégel había sugerido Sche poco tiempo.
en el pasado propiamente tal, tiene que alo lling la idea de una esencial Prehistoria.
Junto a la inmadurez, o como expresión jarla.¿Dónde dirán ustedes? Pues en la En la Introducción a la filosofía de la de ella, encuentra Hével la insuficiencia, Prehistoria.
Mitología, que recoge ideas suyas más la debilidad. Las tierras del Atlántico que La Prehistoria goza en el pensamiento antiguas, dice: El simple concepto de un tenían una cultura cuando fueron descuhegeliano de un valor sustantivo. No es, tiempo rigorosamente prehistórico excluye biertas por los europeos la perdieron al ensimplemente, la madrugada oscura de la todo antes y después que en él se quiera trar en contacto con éstos. La conquista del Historia, su primer capítulo tenebroso o pensar. Porque si en él pudiese pasar algo país señaló la ruina de su cultura, de la livido. Es francamente no Historia, anteno sería rigorosamente prehistórico, sino cual conservamos noticias. Se reducen ésHistoria. La Historia, hemos visto, no coque pertenecería yä al tiempo histórico. tas a hacernos saber que se trataba de una mienza mientras no entra en escena el homEl prehistórico es, por su misma naturale cultura natural, que había de perecer tan bre espiritual; por tanto, el Espíritu, consza, indivisible, idéntico. no admite diſe pronto como el Espíritu se acercara a ella.
ciente de sí mismo, con una consciencia muy rencia de tiempos interiores. En suma: um América se ha revelado siempre y sigue retosca de sí, pero atento ya a sí. El síntoma de tiempo es prehistórico no porque ignore. velándose impotente, en lo físico como en esto, para Hégel, es la existencia de un Esmos lo que en él pasó, sino, al revés, porque lo espiritual. Los indígenas, desde el destado. No sorprende este privilegio concedido en él no pasó nunca nada, sino que pasó embarco de los europeos, han ido pereciendo por Hégel a lo político. Conocerse a si mismo siempre lo mismo, y el pasado, en vez de pa al soplo de la actividad europea. En los aniel Espíritu es caer en la cuenta de que es sar, se repitió pertinazmente.
males mismos se advierte igual inferiorilibre, de que existe una realidad insumisa Hay porciones de la Humanidad que dad que en los hombres. La fauna tiene lcoa mandatos ajenos, dueña y señora de si hasta nuestros días perduran en esa situa ines, tigres, cocodrilos, etc. pero estas fiemisma, autónoma. Libre es el que se deterción prehistórica. Los pueblos salvajes no ras, aunque poseen parecido notable con las mina a sí mismo, el que se da a sí propio tienen historia, como no la tienen las abe formas del viejo mundo, son, sin embargo, leyes. Ahora bien. la existencia en el Uni. jas o los termites. Al estudio de estos seres en todos los sentidos más pequeñas, más déverso de algo que merezca el nombre de Esse ha llamado Historia Natural, concepto biles, más impotentes. Aseguran que los anitado es la existencia de algo que da leyes y absurdo. La única Historia Natural es la males comestibles no son en el nuevo mundo que no las recibe; por tanto, que se da a sí Prehistoria, en la que estudiamos a un ser tan nutritivos como los del viejo. Hay en mismo sus leyes. En la Naturaleza no exisque puede ser histórico cuando aún es sólo América grandes rebaños de vacuno; pero te nada parecido: cada cosa en ella está sonatural. Prisionero aún de la naturaleza vila carne de vaca europea es considerada alli metida a otra externa a ella; es por esencia ve el hombre ignaro de sí mismo, enajenado como un bocado exquisito.
esclava. La aparición del Estado es la iniy fuera de su propio ser. Vive, pues, incuDurante los sesenta años que aproximaciación de una realidad nueva, sobrenatubando un futuro ser. Esto es, en general, camente no se ha leído a Hégel, se le acusó ral; es el anuncio de que nace un orbe para Hégel la Naturaleza: aquella realidad cuya de opinar sobre las cosas históricas y nasustancia es Libertad. Es el orbe histórico o que precede y prepara al Espíritu. En ella, mezclado con los animales y con el paisaje, se insinuaba al decir esto que procediese meturales con soberana arbitrariedad. no sobrenatural, cuya vida y evolución no confermenta lo humano. Allí debemos buscarsiste en más que en un progreso de la condiante puras deducciones y abtracto goemeciencia de libertad. 0) Es sorprendente que Hegel, gran inventor de la trismo de ideas uso natural en quien no En la Naturaleza propiamente no pasa idea de evolución, no acierte a descubrirla en las especies vivientes.
pretendía hacer otra cosa, sino que ha Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica