326 REPERTORIO AMERICANO más lado de este misticismo pasivo, de ejemplo, Indagación sumergirme en mí mismo para encontrarhay otra especie de misticismo que sólo los. Las raíces comunes las lleva en lo prohalla expresión cabal en la acción y cuyos Queremos hacerla, con el ánimo de ayu fundo de sí mismo cada uno de nosotros.
darle al escritor cubano y amigo Félix Lizaso representantes han sido las fuerzas dina(Comisión de Servicio Civil. La Habana, Cuba. Por lo mismo que ellos son tan hombres micas de toda religión nueva y las fuerzas que está trabajando en la biografla de José como yo, soy yo, a mi vez, tan hombre como regeneradoras de toda religión decadente.
Marti. Hay que recoger más datos, hay que ellos: sé, lo sé perfectamente, que completar o comprobar los que se tienen.
lo que Sus nonbres: Pablo de Tarso, Mahoma, Se aspira a reconstruir lo más fielmente po a mí me duele e inquieta, les duele a ellos, Lutero, Ignacio de Loyola, Kierkegaard.
sible la vida y la personalidad de José Marti. tiene dolerles e inquietarles.
que Dos son las preguntas: Almas angustiadas, desconocen el descanUnamuno empieza a escribir en un moso; su sino les obliga a una constante mo Cómo recuerda Ud, a José Mart. Circunstancias en que lo conoció. Rasmento trágico para España. Los últimos vilidad, a una incesante ampliación de frengos físicos, morales, intelectuales. restos del imperio español se iban desligan te de combate y se, singularizan por su Cómo era el carácter de Marti? do de la metrópoli. El pesimismo cundia capacidad para soportar un ilimitado torAnécdotas que recuerde.
por todas partes! El ambiente no podía ser mento.
Las personas que hayan sido amigas de más desalentador para un escritor joven todos los rasgos dei misticismo unaMarti, que se enteren de esta indagación y que quieran responderla, dirijanse al Sr.
que se lanzaba a la lucha: la ramplonería, la munesco corresponden a esta segunda ca Lizaso en la Habana o al editor del REPER vetustocracia, la estolidez, el conservadotegoría. Nadie como Unamuno conoce el TORIO AMERICANO en San José de Costa rismo anquilosado y apolillado lo rodeaban, incesante vivir en peligro, tan caro al atorRica, inmediatamente y ahogaban en él, sin permentado Nietzsche, nadie tan activo como mitir tan siquiera exteriorizarlos, los más.
Unamuno; hasta su inmovilidad sobre tonobles propósitos y las más bellas ideas.
do su inmovilidad es tormentosa. Su llos a los cuales pueden aplicarse los más Sus primeras palabras son protestas preñaaltos conceptos. Hace de su personalidad quietud es semejante a la de los fiordos de das de cólera y amargura contra todos los la costa escandinava: quietud de superfi algo completamente distinto de lo que aquel falsos valores que se hallan entronizados, cie, pero en cuyas profundidades tienen hace; busca la vida y el dolor como único inmerecidamente y no tarda en convertirse lugar las más peligrosas corrientes. Nadie modo de dignificar la vida, cuando no se en centro único, debido al suicidio desespeha experimentado tan intensamente como cree un predestinado a los más grandes torrado de aquel otro gran sentidor español Inamuno la tragedia agónica o la agonía mentos: que se llamó Angel Ganivet, de una genetrágica de a cultura, de la civilización y Muy atrás en mis recuerdos nos dice ración rebelde, a veces un tanto misantropa, sobre todo y.
que todo del cristianismo está el pensamiento de en toda generaque que si bien es cierto que sus componentes ción dos o tres son sacrificados en benefieuropeo, de su cristianismo que también es carecieron de un común plan creador, todos el nuestro; agonia que no es otra cosa que cio de los demás; dos o tres están destinase sentían unidos por un sentimiento anáruna constante lucha trágica contra la muerdos a descubrir, entre horrorosos sufri. quico común: el deseo de terminar, de un te, por la vida o más bien por la inmortali mientos, lo que favorece a los otros y con modo o de otro, con aquel desagradable esdad de la carne, forma sensible del alma.
tristeza comencé a conocerme a mí mismo tado de cosas; terminar de una vez por cuando ví que estaba elegido para ello.
todas con la secular abulia española, con Revelación del alma que es el citer po Palabras similares hemos leído en las pá el funestísimo no querer de que nos habla La fuente del dolor y de la vida.
ginas de Nietzsche. el Hyacinthe, Gavinet, enfermedad que tanto parecido Lucha de fe contra la duda y, sobre todo, de quien Unamuno nos habla con veneratiene con el oblomovismo eslavo.
contra la incredulidad. Lucha que en la ción en la agonía del cristianismo, oyó La simpática generación del 98 no es una vida de Unamuno ha alcanzado una exalta expresarse a Gazier en términos equivageneración de filántropos, todos pueden ción más que shakespeariana. cósmica.
lentes: El cristianismo es como el cólera, gritar con Unamuno: Yo no soy un filánUnamuno aprendió el danés con el único que pasa sobre un país para arrebatar a un tropo. Siento demasiado el hambre y la objeto de poder. leer en el idioma origina! cierto número de, elegidos, después desased de Dios para amar a los hombres al las obras de Soeren Kierkegaard. En reaparece. Unamuno, comentando estas modo filantrópico. Hay que sembrar entre lidad con ningún otro pensador del siglo palabras, nos dice. no es acaso la civilos hombres gérmenes de duda y de desconpasado muestra Unamuno más cercano palización otra enfermedad que arrebata por fianza, de inquietud y hasta de desesperentesco espiritual que con Kierkegaard. la locura a sus elegidos? El cólera mata ración. Porqué no? sí, hasta de desesAmbos están animados de la misma agre rápidamente a los hombres. Para Gaperación y si de este modo pierden eso sividad contra el medio, del mismo desconzier, el cristianismo es una enfermedad.
que llaman felicidad y que realmente no tento y de la misma grandeza de alma.
La civilización otra. puede ser que en el lo es, nada se ha perdido. Como vemos en Odian por igual las medias tintas, los pacfondo ambas sean una sola y misma enferestas palabras, Unamuno va más allá de tos, las transiciones, las componendas. El medad. la enfermedad es la contradice Kierkegaard, que no se atrevió a predicar lema de Kierkegaard era: o lo uno o lo ción intima.
el cristianismo rigoroso por temor a destruir otro. El lema de Unamuno es el mismo toda esta feliz existencia que puede darse que esgrime Brand, aquella admirable en Unamuno nos ha dicho Waldo Frank aún allí donde no se encuentra (el cristiacarnación ibseniana de la filosofía de Kier es el moralista más potente de nuestros nismo) en contacto con el espiritu hasta kegaard: o todo o nada. Sin sentir com dias. Las voces de Shaw y Wells suenan el extremo de parecerle que llevaba consigo, pasión ni debilidades cobardes para con el aflautadas frente a su rugido certero. Na en su saber sobre el cristianismo, un crimen.
prójimo.
die en España, quizá en toda Europa, siente Schopenhauer declaró, en pleno siglo más intensa y profundamente, hasta el En oposición a la idea de europeizar Esxix, que la verdad. suprema estaba en la cogollo del corazón. el significado trágico paña defendida por Ortega y Gasset. Unanegación budista de la vida; Kierkegaard de la vida. Nadie siente tan en carne viva muno preferia españolizar Europa previa que era; en muchos aspectos, un hermano la tragedia del ser humano empeñado en una africanización de España. No han espiritual de aquél, proclama que el cris comprenderse a si mismo que es el único insistido acaso los intelectuales del otro tianismo vigoroso, ascético, es lo más alto modo de llegar a sentirse en comunión con lado de los Pirineos en decir que España que cabe concebir y en último caso lo único. Dios. Nadie ha podido proclamar con más es algo independiente de Europa cuando no Pero mientras Schopenhauer adopta una derecho que Unamuno el fondo común de en afirmar que el Africa empieza al sur actitud contemplativa, prefiriendo una li todas las criaturas humanas hasta poder de los Pirineos? Más que de la historia. beración intelectual y estética de la vo decir de sus semejante: Si son hombres más que de la vida urbana, cosas efímeras luntad, Kierkegaard avanza paso a paso no puede dolerles sino lo que a mí me duele. y transitorias, Unamuno es un enamorado para llegar a ser, en lo posible, uno de aque No necesito meterme en ellos; me basta de la subhistoria, o de la infrahistoria que Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica