144 REPERTORIO AMERICANO La Vida de Vivekananda quien trato do limitar sca un pueblo de No nos engreiríamos en nuestra propia pequeño lecho. Sintiose feliz de verme la Ainèrica vuestra.
gloria. No nos llenaría de ira la voz de y llamándome afectuosamente me hizo La cita de Plutarco debe encontrar. quienes nos quieren bien cuando nos sentar cerca de si, a un lado del lecho.
difusión pronta a fin de aplicar otra dicen que despertemos al peligro. Sería Pero un momento después, le advertí idea al concepto del peligro. No pasarían mos sensibles a la censura. La oiríamos agitado por alguna extraña emoción. Con sin mover mestra sorpresa y muestra siguiendo el consejo de Gracián: Harto los ojos fijos sobre mí, murmurando encondenación, tantos sucesos a los cuales más mal hace la lisonja de los amigos, tre dientes, se acercaba. lentamente. Penso les damos carácter transitorio. Confiaría aquella pasión con que todo lo hacen que probablemente iba a entregarse a mos menos en la obra de los providen bueno, aquel afecto con que todo lo di alguna nueva excentricidad, como la vez ciales y calamo vigilarin mejor sui simulan, hasta dar con un amigo en precedente. Pero antes de que pudiese patria y todas estas patrins desunidas. fermo, en la sepultura de su perdiciónpreverlo, había puesto sobre mi cuerpo.
su pie derecho. El contacto fue como de Juan del Camino Cartaxo y marzo del 31. rayo. Con los ojos bien abiertos, vi los muros y los objetos del cuarto atorbellinarse y desvanecerse en la nada.
El Universo ontero, al mismo tiempo que mi individualidad estaban próximos a abismarse en un vacío sin nombre, quie El discipulo amado Véase la entrega anterior.
devoraba todo lo que es. Aterrorizado, creí que me hallaba frente a la muerte. los diecisiete años, preparaba su ho venido a ver? pensaba yo es posi Incapaz de contenerme, grité. Qué es lo primer examen de Universidad. En no ble que esté loco de atar! Que! Yo soy que hacéis? Tengo padres y hogar. Enviembre de 1880, en wa casa amiga, la el hijo de Viswanat Dutt, y él osa ha tonces él se puso a reír, y pasando su de Surendranath Mitra, rico publicano blarme de este modo. Pero perma mano por mi pecho, dijo: Está bien; convertido al Cristo indo, durante una neci impasible y le dejé hablar. Volvió dejemos esto por el momento. Todo pequena fiesta en que Narendra cantó, tomarme la mano y me dijo. Prome vendrá a su tiempo! No bien hubo dicho un bello himno religioso, por la primera tedmé que volveréis a verme, solo, y estas palabras, cuando el extraño fenóvez. los ojos de milano» de Ramakris pronto. meno desapareció. Torné a hallarme en hna, apercibieron el alma insatisfecha. Narenda lo promete, por dashacerse mí mismo. todo, dentro y fuera, esY él puso sobre ella su esperanza. de su extraño huésped, pero interiortaba como antes.
así, rogó a Surendranath llevarle Na mente se juró no volver. Luego vuelven ren, Dakshineswar.
Trascribo el emocionante relato abste la sala común, donde se hallan los niéndome de toda reflexión inútil. CuaEl joven llegó, entre una tropa de otros. Narendra se sienta distancia y lesquiera que sean las que haga el lecamigos aturdidos. Entró y se sentó, con observa su personaje. Nada nota de descuido de todo lo que le rodeaba, al bizarro en sus facciones, en sus palabras: quedar absorto ante la potencia alucinator de Occidente, no podrá menos de parecer sin ver ni oír, encerrado en su una lógica interior, en que se presiente toria de esas almas de la India, que repensamiento. Ramakrishna, que le obser el fruto de una vida de renunciación cuerda a los visionarios apasionados de vaba, le rogó que cantase. Narendra obe absoluta, una imponente sinceridad. NaShakespeare. Agreguemos que el visionadeció, y su canto tenía un acento paté rendra oye decir y estas palabras corio aquí no es un espíritu debil, crédulo tico; y el Maestro, que como él era apa rresponden a su secreta persecución en y sin crítica. El se revuelve contra su sionado de la música, entró en éxtasis. la noche visión. Su fuerte personalidad, advertida Aquí, dejo la palabra a Naren. Dios puede ser realizado. Se le de los peligros, es violentamente refrac. Así que hube cantado, se levanto puede ver y hablarle, como lo hago con taria a toda acción hipnótica, y desde bruscamente y, tomándome por la mano, vosotros. Pero. quién se cuida de hame condujo a la verandah del porte y cerlo? Se derraman lágrimas por la esluego se pregunta si no habrá sido el juguete de algún mesmerismo. Pero de cerró la puerta tras de nosotros. Está posà, los hijos o los bienes. Pero. quién esto no muestra ningún indicio. Aun bamos solos y nadie nos veia. Con lo hace por amor de Dios? El que lo tembloroso del ciclón, so mantiene caugran sorpresa mía, todo él se hundía en hace sinceramente por El, a ese se ma teloso. Pero, después de este gran choque, lágrimas de gozo. Me tenía por la mano, nifiesta El. el resto de la visita es enteramente nory conduciéndome muy tiernamente, como Narendra tiene la impresión de que mal. Ramakrishna trata al visitante con alguien quien se conoce familiar estas no son, para el que habla, palabras una bondad simple y familiar, como si mente desde mucho tiempo atrás, me dijo: vanas; que él ha probado su eficacia en nada hubiera pasado. Ah! Venís tan tarde! Cómo has podido sí mismo. El joven no llega a conciliar la tercera visita. probablemente tener tan poca bondad para hacerme la imagen presente ante sus ojos, del una semana después Naren se muestra esperar tanto tiempo! Tengo cansadas las sabio simple y sereno, con la escena in la defensiva, armado de toda su críorejas de tanto oír las palabras inútiles concebible de que acaba de ser testigo. tica. No permite que se le acerque y de esos hombres. Languidecía por deSe dice. Es un monomaniaco; pero no Ramakrishna no trata de ensayarlo. Pa rramar mi espíritu en el seno de alguien carece de grandeza. Puede ser que esté sean, en el jardín. Luego, entran al saque fuera apto para recibir mis expeloco; pero se le debe respeto. Sale de lón; y Ramakrishna cae en éxtasis. Nariencias interiores. así proseguía Dakshineswar en esta confusión mental; ren lo observa. Pero, mitad de su en medio de sollozos. Luego, permane y si se le preguntara, en este momento.
examen, es sorprendido con pérdida de ciendo frente a mi con las manos juntas sobre sus relaciones con Ramakrishna, consciencia a su vez. Cuando vuelve en Señor dijo sé que eres el antiguo respondería sin duda que allí habían sí, mira Ramakrishna que le mira y sabio Nara, encarnación de Narayana. acabado.
lo pasa la mano por el pecho.
nacido en la tierra para hacer desapaPero la visión singular «le trabaja.
Más tarde, el maestro dirá a sus disrecer la miseria de la humanidad. Un mes más tarde, vuelve a pie a cípulos.
Yo cai de mi altura. Qué es lo que Dakshineswar. Le ballé solo, sentado sobre su. Mientras que él se hallaba en este estado, le hice algunas preguntas sobre. Ramakrishna dijo más tarde: No vi en el atensus antecedentes, sus orígenes, su misión ción alguna al caerpo; nada de pallordies, ningana Otro relato, que cuenta Vivekananda en sn Conliga con las cosas exteriores. y sus ojos. Parecia qun ferencia My Master, Vida de Viv. edición do 1914, vol. en el mundo y la duración de su vida alguna potencia hubiera atraido hacia adentro mues Pág. 212) dice que es Vivekananda quien, dirigión mortal. Entró él en el fondo de sí mismo piritu. Yo pensaba: Como es posible que un hombre dose directamente a Ramakrishna, le propone la cuncomo este viva en Calcatu. tion eterna, que lo mantenia elebrecido, de sabio a y me dió la respuesta. ellas no han. Determinado aspecto del Brahman, el Hombre Habio: Señor, habels viato a Dios, y que Ramakris hecho más que confirmar lo que yo ha.
Cosmico, la Grande Hipòstasis (V. Paul Margon Ourel, boa la responde: SI, bijo mío, yo le he visto. Yo lo bía visto de él. Estas cosas permaneceop. cit, 105 y passim. veo, en verdad, como te veo a tl delante de Mi: nola. Anl, desde las primeras palabras, en so delirio. mente que yo veo al Señor con mayor intensidad, y rån en secreto. Pero de esta suerte supe indicaba. Vivekananda sa deber de servicio social al puedo mostrartelo. Es posible que este dislogo tuque se trata de un sabio, maestro en la cual éste iba a consagrar su vida y que hizo distin viera Ingar posteriormente, cuando Vivekananda era meditación hasta lo sumo, y que el día guido sa papel entre los evidentes de la India ya familiar de Ramaskrishda Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptoçium de la Universidad Nacional, Costa Rica