Violence

204 REPERTORIO AMERICANO Ya está hueca, y sin lumbre, aquella cabeza.
Cecilio Acosta como si lo viera de montaña.
Está seguro de altiva, que fue cuna de tanta idea grandiosa; y su amor a los hombres y habla como padre. Su mudos aquellos labios que hablaron lengua tan De Nuestra América. Vol. VII delas OBRAS. tono es familiar, aun cuando trate de las más varonil y tan gallarda; y yerta, junto a la pared Gonzalode Quesada, Editor. Hahana. 1909 altos asuntos en los senados más altos. Unos del ataúd, aquella mano que fue siempre sostén perciben la composición del detalle, y son los de pluma honrada, sierva de amor y al mal reque analizan y como los soldados de la intelibelde. Ha muerto un justo: Cecilio Acosta ha gencia; y otros descubren la ley del grupo, y muerto. Llorarlo fuera poco. Estudiar sus virson los que sintetizan y como los legisladores de tudes e imitarlas es el único homenaje grato a la mente. El desataba y ataba. Era muy elelas grandes naturalezas y digno de ellas. Trabajó vado su entendimiento para que se lo ofuscara en hacer hombres; se le dará gozo con serlo.
el detalle nimio, y muy profundo para que se ¡Qué desconsuelo ver morir, en lo más recio de eximiera de un minucioso análisis. Su amor la faena, a tan gran trabajador!
a las leyes generales y su perspicacia asombrosa. Sus manos, hechas a manejar los tiempos, eran para asirlas no mermaron su potencia de escrucapaces de crearlos. Para él el Universo fue tación de los sucesos, que son como las raices casa; su patria, aposento; la Historia, madre; de las leyes, sin conocer las cuales no se ha de y los hombres hermanos, y sus dolores cosas de entrar a legislar, por cuanto pueden colgarse de familia que le piden llanto. Él lo dió a mares, las ramas frutos de tanta pesadumbre que, por Todo el que posee en demasía una cualidad exno tener raíz que los sustente, den con el árbol traordinaria, lastima con tenerla a los que no la en tierra. Todo le atrae y nada le ciega. La poseen; y se le tenía a mal que amase tanto.
antigüedad le enamora y él se da a ella como a. En cosas de cariño, su culpa era el exceso. Una madre; y como padre de familia nueva; al porfrase suya da idea de su modo de querer: oprivenir. En él no riñen la odre clásica y el mosto mir a agasajos. Él, que pensaba como profeta, nuevo; sino que, para hacer mejor el vino, lo amaba como mujer. Quien se da a los hombres echa a bullir con la substancia de la vieja cepa.
es devorado por ellos, y él se dió entero; pero Sus resúmenes de pueblos muertos son nueces es ley maravillosa de la naturaleza que sólo esté sólidas, cargadas de las semillas de los nuevos.
completo el que se da; y no se empieza a poseer Nadie ha sido más dueño del pasado; ni nadie la vida hasta que no vaciamos sin reparo y sin¡singular energía, a muy pocos dada ha satasa, en bien de los demás, la nuestra. Negó bido libertarse mejor de sus enervadoras seducmuchas veces su defensa a los poderosos; no a ciones. La antigüedad es un monumento, no los tristes. sus ojos, el más débil era el más una regla; estudia mal quien no estudia el poramable. el necesitado era su dueño. Cuando venir. Suyo es el arte, en que a ninguno cede, tenía que dar, lo daba todo; y cuando nada ya Cecilio Acosta de las concreciones rigurosas. Él exprime un tenia, daha amor y libros. Cuánta memoria Alma nuera que nos lee: Hágnse de las reinado en una frase, y es su esencia; el resume famosa de altos cuerpos del Estado pasa como Obras de Cecilio Acosta. En 1969 9, las ediuna época en palabras, y es su epitafio; él dede otro y es memoria suya. Cuánta carta elets en Caracas (Empresa El Cojo. el Gosentraña un libro antiguo, y da en la entraña.
bierno de Venezuela. Cisco tomos son.
gante, en latín fresco, al Pontífice de Roma, y Da cuenta del estado de estos pueblos con una son sus cartas. Cuánto menudo arsola frase: en pueblos como los nuestículo, regalo de los ojos, pan de mentros, que todavía, más que dan, recite, que aparecen como de manos de Lectura y glosa ben los impulsos ajenos: Sus juicios estudiantes, en los periódicos que éstos de escritores venezolanos de lo pasado son códigos de lo futuro.
dan al viento, y son de aquel varón En el Casino Municipal de la Exposición IberoSu ciencia histórica aprovecha, porque sufrido, que se los dictaba sonriendo, Americana, Sevilla, 1929, el dia 26 de octubre de presenta de bulto y con perspectiva los sin violencia ni cansancio, ocultándose 1929, con motivo de la SEMANA DE VENEZUELA.
sucesos, y cada siglo trae de la mano para hacer el bien, y el mayor de los sus lecciones. El conoce las vísceras, bienes, en la sombra. Qué entendi Señoras y Señores: y alimentos, y funciones de los pueblos miento de coloso. qué pluma de oro De corazón, agradezco en extremo vuestra presencia antiguos, y la plaza en que se reunían, y seda! y ¡qué alma de paloma. y el artífice que la pobló de estatuas, Él no era como los que leen un lien este acto en el que cumplo el encargo de leeros alguy la razón de hacer fortaleza del palabro, entrevén por los huecos de la le nos, muy pocos, de los que pudiéramos llamar grandes cio, y el temple y resistencia de las tra el espíritu que lo fecunda y lo dejan. clásicos o humanistas venezolanos, maestros de nues armas. Es a la par historiador y apósque vuele, para hacer lugar a otro. tras letras nacionales, que las generaciones sucesivas han tol, con lo que templa el fuego de la como si no hubiese a la vez en su ceprofecía con la tibieza de la historia, rebro capacidad más que para una sola respetado y admirado, aunque sin convertir, por lo rey anima con su fe en lo que ha de ser ave. Cecilio volvía el libro al amigo gular, sus disciplinas literarias en trabas que impidieran la narración de lo que ha sido. Da y se quedaba con él dentro de sí; y el libre desenvolvimiento de las ideas, de la sensibilidad aire de presente, como estaba todo en lo hojeaba luego diestramente, con se y del estilo, como reflejos de ulteriores y nuevos estados su espíritu, a lo antiguo. Era de esos guridad y memoria prodigiosas. Ni que han recabado para sí una gran psicológicos y sociales de nuestra evolución vernácula.
pergaminos, ni elzevires, ni incunasuma de vida universal y lo saben todo, bles, ni ediciones esmeradas, ni ediSimple lector, en esta oportunidad, ruego sin embargo porque ellos mismos son resúmenes del ciones principes veíanse en su torno; vuestra benevolencia para las breves glosas que me veo universo en que se agitan, como es en ni se veían, ni las tenía. Allá en un obligado a intercalar, como datos puramente informati pequeño todo pequeño hombre. Era rincón de su alcoba húmeda se ensevos, en el curso de esta incompleta selección, deficiente de los que quedan despiertos cuando ñaban, como auxiliadores de memotodo se reclina a dormir sobre la tierra.
ria, voluminosos diccionarios; mas tocomo obra mía, y en la que vuestro fino e ilustrado inteSabe del Fuero Aniano como del do estaba en él. Era su mente como lecto percibirá sin duda el espíritu heredado de nuestra Código Napoleónico; y por qué ardió ordenada y vasta librería donde estu España, con los matices y modalidades que el medio Safo, y por qué consoló Bello. Chinvieran por clases los asuntos, y en ana tropical, en largas centurias, imprimió a aquella heren dasvinto le fué tan familiar como Camquel fijo los libros, y a la mano la baceres; en su mente andaban a la par cia, pero conservando casi intregras las armonías y el página precisa; por lo que podía decir el Código Hermogeniano, los Espejos su hermano, el fiel Don Pablo, que, vigor del lenguaje castellano.
de Suavia y el proyecto de Goyena.
no bien se le preguntaba de algo grave, En efecto, es innegable que en el ritmo de nuestra Subía con Moratín aquella alegre casa se detenía un instante, como si pasease vida influyeron no sólo el contorno de naturaleza, sino de Francisca, en la clásica calle de por los departamentos y galerías de también otras literaturas e idearios de diverso origen, Hortalezas; y de tal modo conocía las su cerebro y recogiese de ellos lo que tiendas celtas, que no salieran, mejor pero sin que el idioma, por lo corriente, perdiera sus hacía al sujeto, luego, a modo de que de su pluma, de los pinceles concaudaloso río de ciencia, virtiese con esenciales virtudes. Además, como en España misma.
cienzudos del recio Alma Tadema.
asombro del concurso límpidas e inex y a menudo a través de ella, hasta Venezuela llegaron Aquel creyente cándido era en verdad haustas enseñanzas.
siempre, en formas más o menos apreciables, los proble un hombre poderoso.
Todo pensador enérgico se sorpren mas que agitan a Europa, y así adoptamos ideologias ¡Qué leer! Así ha vivido: de los derá y quedará cautivo y afligido libros hizo esposa, hacienda e hijos.
y direcciones literarias a veces con demasiada ligereza, viendo en las obras de Acosta sus misIdeas. qué mejores criaturas? Cienosados pensamientos. Dado a debido a aquella facultad de rápida asimilación que es cia. qué dama más leal, ni más prolífica. don o si queréis defecto de nosotros los indo españoles.
pensar en algo, lo ahonda, percibe y Si le encendían anhelos amoVe lo suyo y lo ajeno. Pasa a la página 406. Pasa a la pagina 09. mos aca para todo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica