REPERTORIO AMERICANO 163 de gratitud por las bondades con que usted a 1807. Un hijo de Fanny refiere sus ex Es posible que más tarde aparezcan otras lo honró y colmó; pero viene sin traerme centricidades: Mi padre (el Coronel Der cartas de Fanny para Bolívar. Los archide usted ni una sola palabra afectuosa des vieu du Villars) habitaba en Boujinad una vos privados ocultan sin duda muchos sepués de años de silencio a. todas mis casa en la que había un gran jardin. Cuan cretos. Felices los escritores que algún día cartas y de los varios recuerdos que le he do Bolívar se paseaba en el destrozaba todo puedan tener las primicias, como los de hoy enviado entre ellos mi retrato y el de mi lo que encontraba, ramas de árboles, yemas hemos tenido las de estas cartas inéditas hijo mayor, del mismo tamaño. Son, sin de la viña, flores, frutas, etc. Mi padre, que tan elocuentemente pintan una pasión duda, los que posee la señora Leonor Var que cuidaba con tánto esmero su jardín, que rondó en la vida de Bolívar, durante gas Cheyne de Vélez y que fueron reprodu entraba furioso viéndole cometer tánta lo un cuarto de siglo, sin que él, como el Don cidos en esta revista el 13 de diciembre curas. Arrancad las flores y las frutas que Juan en los Infiernos de Baudelaire, se dig.
último. Mi vida sería completa si pu queráis, le decía él; pero por Dios! no nara ver nada: diera volverlo a ver en Europa. Espero te arranquéis estas plantas por el solo placer Es posible que más tarde aparezcan otras ner esta dicha antes de morir, aunque ya de destruir. Oh! perdón, coronel. contes cartas de Fanny para Bolívar, y de él para no pertenece a la amistad ni aún a usted taba Bolívar: Creo que la mariposa no es ella, y quizá, alguna que, se dice, recibió mismo, puesto que sólo ya vive para la glo más voluble que yo, pues apenas arranco. en San Pedro Alejandrino, poco antes de ria. Adiós, Bolívar, el héroe de mi siglo, el una flor, cesa ya de agradarme, y deseo su muerte. Tal vez en aquellos días de Universo lo contempla. Su amantísima otra. Entraba a la huerta de árboles fruta desolación su corazón desgarrado por todas prima, Fanny Dervieu Du Villars, née de les mordía todas las peras sin concluir las amarguras se ablandaría ante el último Trobriand Aristeguieta.
ninguna.
recuerdo de aquella mujer apasionada que a Es la última carta, por su fecha, que La casa no estaba tampoco al abrigo través de la buena como de mala fortuna lo conocemos de Fanny du Villars para Bo de su manía destructora; arrancaba las había acompañado con su cariño constante, lívar. La familia. Trobriand cayó más tarde franjas de las cortinas, desgarraba con los que tan suavemente le había increpado su en desgracia. El barón dejó el servicio mi dientes los libros que estaban en las mesas, ingratitud, y que, ahora, cuando todos lo litar por su avanzada edad y la miseria desbarataba la chimenea con las tenazas; abandonaban, sólo ella permanecía fiel a parecía cernerse sobre aquella opulenta en una palabra. no podia estar diez minu. iin antiguo amor siempre suspirado, y es casa. Después El sepulcro, la leyenda, tos sin romper alguna cosa. Estos capri posible también que sea cierto que en aqueel olvido y sólo algún poeta, amigo del chos fantásticos indicaban, me parece, la llos solemnes días, el recuerdo de Fanny du pasado, de las cartas borrosas, de los libros necesidad que tenía de moverse y de obrar, Villars, Bolívar clavó la vista en el confin amarillentos que, conmovido, sueña con las ansiedad devoradora que no hallaba aún su arcano, vió por última vez el oceano, y romamantes que enmudeció la muerte. empleo y su objeto.
pió a sollozar cornelio Hispano En todas sus cartas Fanny se queja del: silencio que guarda su primo ante sus innumerables misivas. Espero, querido priEstampas mo, que esta carta no correrá la misma suerte de las que le he dirigido hasta hoy El letargo de los ensimismados y que parece no ha recibido. En otra. El intelectual nuestro vive pagado de su puesto en el mundo Ya le he escrito tántas veces, mi querido primo, y sobre todo hace algunos meses por conducto de la señora Zea. No concibo que Si las mismas estrellas, dice Gracián, vi tro? Posiblemente no. al no verla y reno haya recibido mis cartas o que no quiera vieran entre nosotros, a dos días perdieran conocerlo así chocaría contra un arrecife.
contestarme. Más tarde: Más de dos su lucimiento. Lo dice censurando lo ines erizado de vanidades.
cientas cartas le he escrito, y yo sólo he re table de la simpatía y la estimación huma Nos hemos acostumbrado a mirarnos en cibido una de Guayaquil. le dice de París nas, efímeras virtudes cuando no naceni un espejo que abulta todas nuestras proporel 14 de mayo de 1826; y en otra parte: del reconocimiento del valor superior que ciones y cuando alguien nos dice que esta Desde el mes de septiembre último (8 me una persona o una cosa tienen. Intereses, mos engañándonos, bufamos y nos apegases. cincuenta veces, por lo menos le he vanidades, son comunmente el estímulo del mos más al espejo. El intelectual de por escrito. otra vez: Esta carta, mi que corazón y de la mente. Dígannos la voz acá, ambicioso por atraerse la atención del rido primo, no es sino la repetición de mu justa y tras ella echamos a correr la pérdi mundo grande, olvida que antes está el chas otras que le he dirigido por diferentes da de toda simpatía y estimación. Si Ga mundo pequeñito en que tiene que crecer y conductos y que siempre quedan sin res briela Mistral, pensábamos al verla desem. morir. Por ese olvido malogra sus capacipuesta. Me complazco en pensar que no barcar, trajera en sus apuntes registrada la dades y pierde toda influencia en su país.
las he recibido porque nie sería penosísimo curiosidad de hablar de alguna faz de nues Ni siquiera puede conquistar influencia pocreer que se ha enfriado su cariño por mi. tro país (de la intelectual, por ejemplo) lítica, que es la que más lo cautiva. Qué Aquel a quien su genio ha colocado tan entraría en un cercado peligroso. Tendría espectáculo observaría Gabriela Mistral si alto y que lo ha sacrificado todo para dar que censurar y el intelectual nuestro vive con el ánimo de conocerlo y divulgarlo pulibertad a su patria no puede ser un ingrato. pagado de su puesto en el mundo. No va siera su pensamiento en el intelectual nuesAhora que usted ha realizado todos los sue ya nadie a discutirle su eminencia porque tro? De seguro uno de los más desalenños que me confió a los 24 años piense, que perderá enteros los lucimientos y con ellos, tadores. Lo vería, en política, arrebañado, rido primo, que yo sola he quedado estacio el reposo. Mas. por qué se nos ha ocurrido sumiso, marcando siempre el paso del canaria y que cuento con sus bellas promesas a que el intelectual podría ser el personaje cique que lo tiene a su servicio. Pobre despesar de los años y de las huellas que la en quien esta viajera extraordinaria con. tino el del intelectual que ha olvidado que garra del tiempo ha dejado en mi belleza. centrara su meditación? Quizá por ser ella. sus funciones son creadoras. si en poAlgunas personas me dicen que me defien también una intelectual. Quizá más que lítica marca el paso, en otros menesteres do admirablemente, pero un espejo fiel des todo por el anhelo de ver trastornado este propios de su condición no da señales tamtruye todas esas ilusiones.
estancamiento, este letargo de los ensimis poco de superioridad. Si produce el verso, Con las cartas inéditas de Fanny se han mados. Por ser su espíritu de los de pene si produce la prosa no hay en ellos el toque publicado otros documentos, también des tración fina y grande, ha podido desentra de la entraña. Todo es obra de superficie conocidos, relativos a la vida galante que ñar en el intelectual de verdad una función y no de hondura. Lo importante es ocupar llevó el insigne caraqueño en París de 1804 creadora. La vería en el intelectual nues el sitio desde el cual no se ejerza ninguna Colaboración directa Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica