312 REPERTORIO AMERICANO Vida de Juan Montalvo bra brava de la Por AUGUSTO ARIAS Mucho se ha escrito acerca de Envio del autor. Quito, Ecuador. Abril de 1936. narias En la biografia psico anadon Juan Montalvo, hasta el punlítica de García Moreno, leída en to de que se pueda tratar de la este año con interés apasionante, existencia de una nutrida literaes Montalvo mismo el que se destura montalvista que, de reducirtaca y se perfila, como que los se a. la perennidad o la ordecapítulos que consagra al polenación de los libros, se alinearia mista ecuatoriano fueran ya, coen una decena de volúmenes. mo estamos seguros de que han en tal homenaje férvido hallaríade serlo, los de primicia de un mos, acaso en mayor proporción examen biográfico de Montalvo, que las páginas consagratorias de trazado por esa pluma raramente los maestros, el entusiasmo vivo experta para la clasificación de de los jóvenes, el calor de quielos temperamentos y para el aná.
nes, en su primicia, le buscaron lisis bio sociológico del hombre.
o le siguieron, la inquietud del Al lado de Garcia Moreno, al espíritu en promesa que suele frente más bien, la figura de tender hacia la voluntad del Montalvo se alza en un fuerte anejemplo, tipodismo, en el libro de AgraPara su tiempo, Montalvo es el monte y alli van precisandose, de adelantado mayor y si en la opremodo especial, las afirmaciones. sa esperanza del cenáculo se de quien, al propio tiempo que prende el propósito de la lucha, supo modelar la prosa de sus liél estará constantemente alimenbros, de releerse y elogiarse así tado por el fuego de los artículos fuese sólo por la forma, se dió polémicos del ambateño, al protambién a un luchar sin término, pio tiempo que la armonía límpia un combate diario y afilado por da y sostenida de su período, diclo que él creía, con sinceridad intará a no pocos, si no interés contradicha, la renovación ideode seguirle en su casi única relógica de su patria, a trueque, jussurrección del casticismo, el estamente de lo que defienden los tímulo de amar, también, la gesmás: la inalterabilidad de su pota de la forma, pues que su culsición, la tranquila holgura, el tivo no es obstáculo para la siembienestar temporal.
idea que reclaOscar Efren Reyes es el autor man los tiempos nuevos, sino que, de la Vida de Montalvo que meal contrario, ella la caracteriza y pulos. Estaba de modo más in periódico unipersonal, solitario y rece actualmente el comentario y la modela, dándole vuelo mayor, tenso cuanto más se le alejaba constelador. El es El Cosmopolita, el aplauso de las letras jóvenes.
como que hasta la misma valen del campo de la lucha. Desde le El Espectador, El Regenerador, y Escrita en forma nueva, sobria, tía de los hombres es más posi jos, y con mayor urgencia a me sus páginas se llenan de remo podada, de alli surge, sobre todo, tiva cuando no ndo no aparece ardua y dida de su distancia física, movía vida inquietud de reforma, como el hombre. Está en su tiempo, en la flecha no es menos veloz y cer el pensamiento y el brazo. Ates que lo que él pide es una transsu medio. La poderosa síntesis tera en su disparo. cantante, tiguelo si no el enardecimiento de formación política entera, de esas histórica que es una de las caraccuando adquiere forma buida. sus jóvenes amigos, conspiradores que salen de las ideas y que suteristicas mejores de la obra de Montalvo es para los jóvenes, casi de leyenda y justifique, so ponen, para ponerse en marcha, viveza, el escenario montalvino Reyes, ha podido retrotraer, con el luchador, el pensador, el esti bre todo, la verdad de estas afir todo, un convencimiento y una relista. Prevaleciente en su actitud maciones, el camino esforzado de solución, Cierto que gusta tampor el cual decurre don Juan, code combate, admirado en sus pa Alfaro, en epopeya montuosa de bien de los paseos arcaicos y que mo en la vida, de zozobra en esperanza y de breve alegría en seos múltiples de meditador fusilero, en avance indetenible. se va lejos, tan lejos, hasta encontemplado en la modalidad de como para que alcancen puli contrarse con los griegos o tan tristeza reconcentrada y aguda.
quien, empeñándose en esa otra mento las aristas casi encendidas cerca, para demorarse, con su inSu ruta esta cleroda por la selucha fecunda de la palabra, quie de este valor nuestro, así como en genio afin, entre los mejores pro. guridad y el acto del descubriTe imprimir su personalidad en los lustros pasados, de ayer no sistas del siglo de oro castellano. miento que es una de las exprela expresión, no es menos digno más, se alimentaron con aceite Pero ésa también es una prueba siones más constantes de la jude que se le siga y se oiga. No ditirámbico las lámparas del re de su juventud esforzada y ventud. No reposa, como quien, fué, si nos atenemos al abundante conocimiento, hay a la presente curiosidad alerta de su espíritu. en la creencia de que la misión testimonio coetáneo o al de hoy, el propósito de alguna negación, Acaso ser joven es querer des está limitada o cumplida, busca que ya se puede llamar de conocer los países ilustres por pos. acaso porque la doctrina de Monteridad. Todos los espíritus libres talvo ya no puede ser enteramen más que ellos estén más allá el muelle lugar o, rectificándose acaso, pide paz y mesura al juhubieron de acercarse a Montalte para la trayectoria de estos del Mediterráneo que supo de vo. Iba el escritor a salto de maaños, hechos, paradógicamente, de venil viajero que somos, al imtravesía Ulises y de ta, recluyéndose o esquivandose impulsos renovadores y de una Encas, y hasta de la de la flota prudente soñador que nos parece en cuerpo, pero a cada ocultación rehacia aridez a la cual podamos española que iba a la reconquista haber sido, al removedor, fecunmayor, en ese paraje de Baños, deber, en definitiva, lo que se ha de Menorca, cantada en las oc do descontento, que, por serlo, se de rijosa frescura, o en la sole ce y lo que se espera todavía tavas reales de nuestro poeta cocrea siempre el recelo de los condad ipialeña o en los aledaños de lo más. para la fertilidad de tonial el Padre Orozco? Así, su formistas y la simpatia creciente Ambato, bajo la techumbre hu una existencia que quiere me hora, en su dia de vivir, han vis de los inconformes. En camino milde de su casita de Ficoa, más jor y más humana. Hemos de conto a Montalvo sus biógrafos reestá Montalvo en la biografia de obstinada y sugestionadora, más templar a Montalvo en su hora, cientes, Oscar Efrén Reyes y Ro Reyes. casi en camino muere, copiosa y difundida habia de apa. en su día de vivir. El era también berto Agramonte, el joven prole: porque cuando ya le ataca la dorecer la suscitación de su prédi un hombre nuevo, y tanto, que sor cubano, una de cuyas dedicalencia sin remedio, ha estado en ca. le ocurría entonces, eleván hubo de mirársele como al jovenciones de hoy, fervorosa y consun viaje por las últimas pruebas dole y señalándole preponderan portador de la tea y como al pe tante, es la de reeditar los arcia, pese a su destino de azaroso ligroso estilista de la diatriba. tículos desconocidos de Montalvo, de imprenta de sus artículos y se nomadismo, lo que a todos los ¿No fué Juan Montalvo un revo después de que nos hubo dado, ha vestido en traje pulcrísimo, grandes perseguidos: estaba con lucionario? Alzando se estuvo por en libro antecedente, un estudio porque iba a recibir una embasus admiradores, con sus discí todos los tiempos de su vida, su somático del autor de Las Catili. jada definitiva, de la de