cance de todos REPERTORIO AMERICANO 203. Ficar su pare, es nderarse, porque thora, imagen de adoptar alguna vez las leyes de Platón o de Aristoteles las maximas de Sócrates ¿Que rue lo que movió a los Diclos a sacri.
su vida a los dioses manes o lo que condujo a Quinta Curcio a arrojarse al abis mo, sino la gloria vana, esa dulcisima sirena tan extraordinariamente vilipendiada por log sablos?
Porque ellos os dicen que nada hay mas nacio que un candidato a quien ve.
mos lisonjear al pueblo para pedirle sus votos; comprar con largueza sus favores; a. dar a caza de los aplausos de los tonos: complacerse con las aclamaciones: ser lle vado en triunfo como una una bandera, y ponerse en el foro, como una estatua, a la contera plación de las gentes. Agregar a esto contúan la la adopción de nombres y sobrenonbris; log titulos honorificos que ostentan esos mentecatos: los públicos honores, que equiparan a los dioses aun a los que son in.
fames tiranos, y digase si todo ello no es rematadamente estulto, hasta el punto de que para relrse de ello no bastaria un solo Demscrito. Mas yo contesto. y quién lo niega: pero, a pesar de ser así, ese es el manantial de donde nacieron las empresas más hazaño.
sas de los heroes, en las que han empleado Jos literatos tanto ingenio para ponerlas en 108 cuernos de la luna, y esta estulticig és que engendra las naciones, la que cons.
Va los itaperios, las magistraturas, la retigión, los consejos y la justicia, porque la vida humana do es absolutamente nada máa que un juego de locos.
mulado, es cierto, pero bay que convenir en que la comedia no se representa ūè otro mudo.
Pues bien; si un sabio, bajado del cielo, comenzase do subito a decir: Este, quien todos creen Dios y señor, no es ni siquiera hombre, porque dejándose arrastrar por las pasit nes, ha de ser reputado como un esclavo de infima condición, puesto que se complace en servir a tantos y a tlan Inlames anos; este otro que llora la muerte de dzbiera alegrarse, es, justamente, cuando comenzó a vivir, ya que esta vida no otra cosa que la muerte misma: uquel que se jacta de su noble estirpe, plebeyo y bastardo se habría de llamar, porque está muy lejos de la virtud, que es la única fuente de nobleza. Si este filósofo de mi ejemplo habláse de todo 10 Temas en esta guisa. no se le tindria por un 1oco la remate. Que duda cabe! De 19 misma suerte que no hay nada más estulto que la cabiduria inoportuna, nada hay tampoco más Imprudente que la prudencia Disi entendida, porque es innegable que se equs roca de medic a medio el que pretende que, a comedia deje de ser com dia y no sabe acomodarse al tiempo las circunstancias o, por lo menos, traer memoria aquella regla de los banquetes que dice: lebe o lárgate. Por el contrario, el verdadera será el que teniendo en cuenta en cuenta que es murtal, no se meta en librog de caballerlas y considera que la mayor parte de los nombres, o se avienen a hacer como que no ven, o se engafian con mucha corteala.
Pero esto se pensará ro es mas que cstulticia. En nianera alguna he de negarlo, con la única condición de que se reconozca que tal es el modo de representar la farsa de la vida.
nante nada pocos los hombres que tienen conciencia de lag múltiples utilidades y ventajas que se 10gran sintiendo jamás ni vergüenza ni te.
mor de nada; y si se entendiese que es pro ferible adquirir aquella prudencia que consiste en el examen reflexivo, os ruego que me bigais cuán lejos están de ella los yie de esa suerte pretenden garar nombre de prudentes.
Es lcdudable que en todo lo humano, LOino en los Silenos de Alcibiades, hay dos as pectos muy diferentes entre si, de tal mo do, que el exterior de ellos es la la muerte, y el interior, la imagen de la viGa. St abrieseis una de esas estatues, ver 013 que lo que parecla muerte, es vida: lo feo.
lizemose; to debil, tu rte; lo plebeyo, noble: lo triate, lo adverso, prospero; chic, anistad; lo dañoso, saludable; en suma, no habria nada que al punto no lo vie.
seis trucado en lo contrario. Pero si esto se osastoja masiado filosófico, voy a hablaros mas a la pata la llara, como se dic?
vulgarmente, y a poner mis palabras al al. Quiég no creerá que un rey es un hombre opulanto y poderoso. Y, sin embargo, si no posee un alma dispuesta para el bien ni con que saciar su ambición, putde considerarsele como un pobre de soleny eun como un vil siervo, si, por añadidura, esta dominado por los vicios. Lo mismo pudiera decir en otros muchos casos, pero nasta para mi objeto el ejemplo que acabo de prisertar. Yia que viene estoy preguntara. Escuchad la enseñanza que deduzco de ello.
Si estando un cumico representando su papel, Pe le ocurriese quitarse la mascara mostrar a los espectadores su rostro verdader. no trastornarla la comedia y se haria merecedor de que el publico le arrojase a pedradas del teatro como a un loco de atiar? Claro que si, porque 82 cambiaria de improviso el orden de las co928, y descubririamos que quien parecia mujer, erz un bonibr. que el que aparentab3 ser joven, mudábase de pronto en un anciano; que el que poco antes erla rey, Se convertia ea un esclavo, y que el que hacia un instanta era un Dios, transformábase en un pelagalos despreciatie. Querer deshacer cstas apar:encias, es perturbar toda la acción dramaticã, porque, precisamente, la ficcion fel engaño son los que mantienen la utencion de los espectadores. Ahora bien; la viua de los mortales, que es sino una media como otra cualquiera, en la que unos y otros salen cubiertos con las carátulas represe tar sus papeles respectivos has.
ta que el director de escena les retirarse de las tablas? En el mundo, como en el teatro, acontece con frecuencia que un mismo actor se distraza con diversos trajes y asl, al que no ba mucho vimos vestir purpura de rey, ventiosie andra cubierto con tos andrajos de un siervo miserable, todo slprudents sera y dencia?
Escénica y mentos.
La verdadera prudencia se debe a la Estulticia. Despues de haber reclamado para a las excelencias del valor del Ingenio ¿qué didiais si reclamasn también las de la pruAlguno pensar que esto es tan inposible cuat mezclar el agua con el furgo, pero, no obstante, espero salir con mi proposito si, como hasta aqui, me favorecéis con vuestra benevola ate. ción.
Comienzo, pues. Si la prudencia radica en el uso que se baga de las ¿a quién con más propiedad debe aplicarse a nomore de prudente. al sabio, que en parte por ver.
guenza, en parte por apocamiento de ánino, es incapaz de realizar ningún hecho de la portancia, o al estulto, a quien ni la verguenza, de la que carece, ni el miedo al peligro, que busca se para a considerar, le ba.
cen que ante nada retroceda. Refúgiase el sablo en sus librotes vetustos, de los que no saca más que un mero artificio de palabras, mientras que el estulto, arrostrana cuerpo a cuerpo lag cosas más arduas, adquiere, a mi juicio, la prudencia verdadera.
Homeru, aurque ciego, vió esta cuestión del mismo modo al decir como entienden.
Dos obstáculos hay principalmente, que dificultan el conocimiento: la vergüenza, que en gro parte eclipsa la inteligencia, y el miedo, que, presentando el peligro, disuade de acometer las empresas insignes. De una y de otra libra maravilla la estulticia; pero son Después de los médicos, ocupen el lugar Inmediato los leguleyos (si es que no ocupan el anterior, de cuya profesión acosturbrana burlarse los filósofos con rara unarimidad por considerarla propia de ju.
Yo no me atrevería a decir tanto, pues lo cierto es que estos jumentos goblernan a su antojo los negocios grandes y pequeños y veo aumentar su fortuna, mlentras que los teólogos, después de haber sacado de sus tinteros todo lo divino, tienen que roer leguinbres y sostener guerra continua con chinches y piojos. Así, pues, como las ciencias que proporcionan niayor provecho son las que guardan mayor afinidad con la estulticia, deducesc de ello que los hombres más felices serán los que logren abstenerse absolutamente de todo comercio con el saber y se gobiernen tan sólo por los dictados de la Naturaleza, que en Qada nada nos falta sino cuando pretendemos traspasar sus límites, y la cual odla et artiflcio y se muestra tanto más hermosa all!
Honde nunca ha sido profanada por la niano del hoinbre. Seguiran. CO108 estultos los entfer que los hechos hasta manda Bicarbonato de Sosa Erba para las malas digestiones FaithTIRAT Representante: EUGENIO DE BENEDICTIS