Anarchism

REPERTORIO AMERICANO 123 ese Jesús y los Doctores Xilografia de Victor Delhez. Qué se sabe, por referencias aisladas, de Victor Delhez?
Es un beiga de Flandes. Tiene 34 años.
Vanguardista en Paris, residió muchos años en Buenos Aires al extremo que la crítica lo considera artista argentino y viene de una finca de Cochabamba, departamento de Bolivia, donde hace un par de años trabaja sus grabados sobre temas bíblicos. Expone en La Paz porque espiritus amigos lo empujan a ello. Su ausencia de sentido práctico, su falta de capacidad combativa para la lucha de las figuraciones y los éxitos sociales, jamás habrían emprendido la aventura.
Al inaugurarse su exposición de temas biblicos, el público dice. desconcertado. Es éste hombrecito sencillo y bondadoso el autor de tanta belleza?
Todos se atropellan por conocer al artista que sostiene heroicamente la acometida: diplomáticos, hombres de estado, señoras, críticos y periodistas se afanan por escuchar de sus labios, la historia de esa extraordinaria inquietud que cuajó en tan bellas obras. El artista absuelve las interrogaciones, explica motivos técnicos, diserta sobre escuelas e influencias, hace historia, critica, crea una atmósfera estética en torno a su obra, pero todo en tono menor, con esa limpidez espiritual que tendría un maestro al hablar a los niños, casi avergonzado de su sabiduría y de los elogios que se le tributa.
Es un verdadero niño de alma vieja. Sabe mucho en cuanto atañe a su arte; sin embargo desconoce todavía la ciencia elemental de vivir bien y hacerse poderoso. Puro como una criatura, candoroso, descuidado, tiene la ingenuidad del justo y la fuerza tranquila de la sana varonia que sólo busca imponerse por el amor. Todo en él es claro y simple como el cauce infantil de su alma que vive para la sinceridad. Polifacético por sus experiencias vitales es ingeniero, grabador, polemista, crítico, pintor, viajero impenitente, filósofo, narrador y poeta es uno e indivisible en función de la personalidad. Es el espiritu que inspira más confianza por ser el que se brinda con mayor amplitud; no tiene nada que esconder: es puro y limpio como su arte. Para poder concentrarse y producir seriamente, abandona una posición social, su comodidad, su propia seguridad económica y se refugia en la finca de Cocaraya. como el Doctor Negro en el Stello de Vigny, su lema es: solo y libre, cumplir su misión.
Espíritu 20 pintura, dibujo, grabado. Fué realista, impresionista, cubista, superrealista. Sintió y vivió la oposición encontrada de las tendencias. Renegó del clasicismo y de la plástica renacentistas. Después de exponer de acuerdo con las audacias de los ismos. asistió a la terrible experiencia de la vanguardia derrotada, tuvo que abandonar también sus caminos para salvarse. De ruptura con las escuelas y los cánones antiguos y modernos, nacen sus ilustraciones a Baudelaire, sintesis estética de nuestro tiempo porque expresan la anarquia dominante de las ideas y la sensibilidad contemporáneas. Dellez es un decadente que agotó las posibilidades de vanguardia. El que perdió la fe en lo clásico intentando liberarse del realismo de varios siglos, pierde también la esperanza de surgir en el movimiento frustrado de las escuelas de avanzada, mas como el alma inmortal burla la caída de las tendencias pugnando por hallar nuevos caminos, el artista busca una salida para su patética indagación.
En este instante tropieza con Berdiaeft, el original pensador ruso que insistiendo sobre el tema central que atrae al pensamiento moderno, preconiza el fin del Renacimiento y el retorno a una Nueva Edad Media. Una nueva Edad Media; he aquí el camino: desprenderse del racionalismo de muchos siglos para volver a las zonas intuitivas donde el espíritu recupere todo lo que ha perdido bajo el esplendor material de la era renacentista; su pensamiento histórico moderno, quiere trocarse en pensamiento metafisico, de verdades eternas y profundas, para crear el nuevo medioevo.
La angustia del hombre moderno. pathos desgarrador de duda y desconfianza que conduce a la disociación valorestan admirablemente expresados en el Contrapunto de Aldous Huxley. los ha vivido intensa y sostenidamente Delhez; pero lejos de ser un apocalíptico de la catástrofe final o de consumirse en el escepticismo taladrante de la sociedad actual, se aferra a una posibilidad de salvación, reniega de las formas normativas del mundo y tiende la mirada hacia el cosmos nocturno de Berdiaeft, el que tiene luz de estrella, porque no se mide en años sino en espacios celestes.
En ese derrumbamiento de valores anunciado hace medio siglo por el genio penetrante de Nietzsche, lo salva la tradición del genio flamenco. Aunque el arte delheziano es nocturno porque busca una gnosis religiosa que lo exprese y afirma su valor ontológico en un movimiento hacia la profundidad del ser, de donde brotará la revelación oculta por dia caótico de la confusión actual, sus xilografías son una nueva tentativa del alma flamenca; son la fuerza inaudita de la tradición que acompaña al artista en su periplo por los caminos del mundo y buscauna vez más en el ébano del tiempo aquela prodigiosa claridad que se filtra en los lienzos de Van Eyck, dora los cuerpos dionisiacos de Rubens, vibra entre las sombras de Rembrandt y, hace límpido el paisaje en Patinir. Estos pintan, Delhez graba; pero de todos es la luz, porque la esencia del genio flamenco es ese aspirar eterno hacia lo claro, que desde la pasmosa objetividad de los Van Eyck hasta el candor subjetivo de Memling, se resuelve en excelencias del ver y el expresar.
Un gran viento profético sopla en sus grabados, como si el artista anunciara sión de la rigurosa plástica renacentista y una superación de la Anticipa un neo primitivismo, una sintesis de principios elementales, una suerte de realismo mágico o algo que recién está por llegar, esta mano que domó la gubia e hizo saltar chispas de luz en la noche sombria de la madera intacta? Delhez representa, en el grabado, lo que Proust en la literatura: una nueve manifestación en la manera de sentir y de expresar el mundo. No es la reanudación arcaica del pasado, pero anticipa un futuro que no conoceremos en plenitud; por esto se hace difícil comprender la significación de sus grabados, donde vive sus primeros sueños un alma cuya magnitud no podemos medir, pero que ha fijado ya su camino: la cima o el abismo, porque esta sensibilidad sutilísima que doma una implacable voluntad de disciplina quiere planos intermedios: o perdura o desaparece. Mi pequeño talento y mi gran voluntad. Qué cielos puede abrir esta llave?
En Delhez habita el trágico destino del alma moderna con sus rupturas y su desequilibrio angustioso, su polivalencia y sus contradicciones enigmáticas; para hablar en profundidad de su arte, hay que hacer saltar, deeva ¿Quién habita el alma de Víctor Delhez. Un europeo de la decadencia; la frase es más sugestiva de lo que parece en el primer momento. Como suele ocurrir cuando una cultura llega al zenit, en la decadencia florecen las sensibilidades más atormentadas y también las más lúcidas.
La contemplación de sus grabados, antes que la apariencia especular de los prodigios técnicos, admite la presencia de un cosmos espiritual. Antes de conocerlo personalmente, sus maderas anuncian al auténtico creador, al que supera el hábil tecnicismo de una ejecución mecánica por la revelación del hálito interior que anima a la materia, antes pasión del alma que dolor del cuerpo En función de su época, es un representativo máximo del drama psiquico que acosa al europeo. Lleva en si toda la tradición del arte occidental contemporáneo; pasó y padeció la experiencia de todas las escuelas. Hiમ 1:00 uittitor PRINT La muerte de los artistas Ilustracion de Baudelaire. Por Victor Delhez