BourgeoisieDemocracy

202 REPERTORIO AMERICANO)
LA antigua casa de los Mier La Isla de Santa Helena ha desaparecido. Fué una blanca casa de nobles hacende Simón Bolivar dados, cercada per edificios de trabajo. um lado estaban los De Lectuerin Dominicales. Bogotá.
hornos y trapiches, atrás la casa de los esclavos y la ca militar. pesar de todo esto, falanges de la melancolía y balleriza, las tierras de labor el sitio guarda la grandeza el desengaño, con la carga se extendían hasta las sierras del drama más completo que cerrada de la ingratitud.
y so protendían hasta la lla haya asolado al genio humano. La casa de San Pedro Alemura. La casa de habitación tiembla de pavor el espí jandrino da frente a una llaera espaciosa y sencilla: en rita al pasearse por esto anpara seca y estéril que limilos muros exteriores no se veía fiteatro miserable donde dió tall unas colinas desoladas. El más adornio que el de las vensu última batalla y ganó su sol es un sol africano que tira tanas, enrejadas con el pri última victoria el héroe de sobre la tierra sus. pieles de inor de los hierros españoles: América, luchando con las som pantera. La arena ciñe de la alcoba on donio el Liber bras de vida, con las leves fuego los caminos. Las paltador lanzó el ultimo suspiro iniraba al cilificio de los traGerman Arciniegas piches, a través se un huerto sembrado de tamarindos. De Santa Marta, enero de 1930.
todo esto es muy poco lo que aún qucla. La casa ha perdido o ambiente de 1830. AI Para el Repertorio Americano, visitante le chiseñan uno dus árboles bajo cuya sombra correspondiendo a la llamada del Sr.
parece que alargaba sus trispidiendo le ayudemos a hacer este año tezas el gran caballero de nuesel año de Bolivar tra independencia. Pero hasta De las frases de Bolivar, acaso la que se ha hecho muis popular, las piedras en donde se dees la que pronunció va moribundo y desengañado. Hemos arado moró a pensar lan sido relos mares. El sentido queda bien claro, pero no sé si es muy conomovidas por el celo ignorante cido el origen de esta idea y que el arar los mares y su inutilidad de mas gentes que no saben refleja locura.
que las ruinas son las mejoBolívar seguramente recordaba en la agonia una leyenda de la res mas para el recuerdo, y historia de Ulises. Éste sabia de antemano lo que le esperaba si iba no los remiendos vulgares y a la guerra de Troya; o sea renombre a cambio, de diez años los adornos postizos. La dede batallas para tomar la ciudad diez años de peregrinación voción de las gentes sencillas en el viaje de regreso. Para evitar una gloria tan cara imaginó de ha sembrado de mármoles riaparentar que era loco y cuando llegaron los emisarios de Agamediculos y ha cruzado de cenon para pedir su concurso le encontraron arando en la playa sin mento la ruda casa de caliprestar atención a que las olas deshacían los surcos. Pero los grancanto y los patios enlozados de des corazones como Ulises y Bolivar tienen que arar aunque el suelo ladrillo. De las paredes se han sea de arena y el oleaje destructor, nivele otra vez la estéril playa.
colgado los más clesngradables Poco le costó a Diomedes descubrir la falsedad de la locura de trofeos funerarios y una serie Ulises!
de lienzos que hacen temblar ¿No deberíamos hoy preguntarnos lo que haría Bolívar si viriese de ira y desencanto. Entre entre nosotros? Él araria otra vez. pero es que la tierra y el mar estos lienzos hay algunos puesrian tan ingratos como fueron hace un siglo?
tos ayer, como el que dice representar a Mercedes Abrego, José Pijoán Pomona College que es ma infame traición a Claremont, Calif.
la gloria de la heroína. El baldosin de ceinento circula hasta en el que fué edificio JOHN KEITH Co. Inc.
del trapiche: la. fábrica que llenaban de voces los esclavos SAN JOSÉ, COSTA RICA y los capataces, donde se vol Agentes y Representantes de Casas de primer orden caban los cargainentos de caña y se destilaba la rubia miel del trópico y crujían las rueThe National Cash Register Co.
das de la molienda, ahora es un pabelloncito relamido, inútil y pelado, con trazas de Burroughs Adding Machine Co.
cafetin de aldea y un flamante letrero en el frontis que dice: Biblioteca bolivariana; se reRoyal Typewriter Co. Inc.
fiere esta leyenda a los libros ilusorios y a la ausencia de los anaqueles. La alcoba del Globe Wernicke Co.
libertador ya no mira a la huerta de los tamarindos: un patriota inocente emplazó una cruz United States Rubber Co.
de mármol que cierra el horizonte del recuerdo. un lado de la casa, la estatua de BoJames Motley, New York lívar transfigura al héroe atorJOHN KEITH RAMÓN RAMÍREZ mentado y silencioso en un Soclo Gerente Soclo Gerente elegante burgués vestido de meras coino que invierten la copa de sus follajes bajo el golpe inplacable de la brisa, y la tierra hace esfuerzos maternales por salvarlas al rapto de los vientos. Hay cielos azules, pero de un azul hostil, casi salvaje. Apenas do los inmeusos tamarindos y de los inangos densos de frescura se cuelgan las horas tranquilas.
El Libertador venía de hacerle el sacrificio de su gloria a la democracia. Así lo quiso su pueblo y así lo aceptó el destino. Tenía que encerrarse en una isla, y San Pedro Alejandrino fue la Santa Helena de Simón Bolívar. Todos los triunfos, las victorias que doblegaron las cabezas cóciles bajo sus manos expertas do guerrero, la ambición y los juramentos se adelgazaron en un hilo de eternidad. Las tardes desoladas recogían palabras que el héroe no alcanzaba a pronunciar. Al otro lado de las colinas que cercaban los horizontes de la casa, apıraba el silencio los rumores del mar. Los días y las noches fueron hondos. Se alcanzaba a oír hasta el más lejano rumor de la más leve in. quietud. La pupilas que centellcaron en Boyacá, aqui se detuvieron para buscar los términos de la vanidad y de lo eterno.
Al cerrarse la parábola de su vida encontraba el cara.
queño lo mismo que la suerte le deparó al corso: la soledad.
La soledad de Santa Helena.
La soledad de Santa Marta.
Las noches profundas debieron acercarse a mirar esas almas como si fueran piedrecillas blancas entre la vena de cristal de un río. Apagado el tropel de los combates, rota la cadena de los afanes y do zozobras, las horas revelaron un sentido místico a los héroes desterrados.
Estas colinas calvas, este monte raido, esta miseria de tierra desolada que circunda por el frente a San Pedro Alejandrino, movieron inas grandezas en el alına de Bolívar que todos los paisajes donde se inaduraron sus victorias. El páramo de Pisba, la racha oscura que devorabı sus ejércitos y en donde sólo triunfó de la naturaleza la tenacidad de su genio, y Pativilca en donde brotó la palabra imposible como una flor de milagro, no supieron de estu hombre grave y taciturno que le hablaba a la inmortalidad como a una hermana y escrutaba los signos de la melancolía.
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