Víctor Raúl Haya de la Torre

REPERTORIO AMERICANO 151 poderosa fuerza de moralización y de cura politicas que traiga como consecuencia justicia y bienestar.
Creo haber contestado a los pun.
tos fundamentales de su carta. tal como Ud. generosamente me lo pide. No hay diferencia entre nosotros y el aprismo tiene en sus propius rumbos lo que Ud. insiuúa.
Yo le invito una vez más a continuar en las filas de los apristas de Costa Rica y a prestarles su muy importante contribución. Yo sé que Ud. es un intelectual disciplinado y un hombre de indiscutible sinceridad y de muy alto valor moral.
Su ayuda pues nos es necesaria.
Como el imperialismo y sus agentes, los «gobiernos y las rapaces burguesías» cuentan con dinero, precio de su corrupción y de su trafico explotador, luchar contra ellos es dificil cuando no se tienen medios.
Si la United puede pagar un gran diario o varios grandes diarios en Centroamérica, nosotros 110 podemos contar con esos elementos de de prensa, por ejemplo. Sólo nos salvará la organización, sistemada y disciplinada. El Apra costarricense debe ser infatigable en la propagación de su doctrina. Me parece que la Declaración de Principios de la Sección Costarricense del Apra es un documento que debe llegar a cada habitante del país. Es necesario que el pueblo entero de Costa Rica comprenda que el aprismo es hoy el verdadero credo civil de nuestra América. Deber de los apristas costarricenses es dar al aprismo de su pais las direcciones más eficaces para cumplir su gran programa.
Cada sección nacional del Apra tiene la automía suficiente para orientar sus tácticas lo mais eficientemente que se pueda. Por eso la tarea de los apristas es luchar dentro de la organización como luclian los soldados en las filas del ejército, contribuyendo a la victoria colectiva.
La obra de saneamiento que Ud.
propone debe cumplirse desde el Apra y por el Apra. Por eso nuestro Partido está formado por la Alianza de los Trabajadores manuales e intelectuales anti imperialistas. Hay que cumplir la obra de nuestro Partido.
No quiero terminar esta carta sin felicitarle por la suya. Me agrada que plantee Ud. cuestiones trascendentes con su caracteristica franqueza y honradez. Estamos jun: tos, amigo mio, y yo espero mucho de lo que Ud. pueda hacer en servicio del aprismo costarricense, que todo será en servicio de Costa Rica y de la causa de la libertad y de la justicia en la América Latina.
Le estrecho muy cordialmente las manos. Véase la carta del Sr. Guardia Quirós en el Rep. Am. No. 18 del tomo XIX.
Haya de la Torre Tablero Señas de escritores: Guillerino de Torre. Uruguay 631. Buenos Aires, Rep. Argentina.
Blanca Sabas Alomá. Neptuno 303, bájos.
Habana. Quba.
Magila Portal. Casilla 2898. Santiago de Chile.
1930 Adhesión. Nos escribe Cornelio Hispanu: Bella, bellisima me parece su idea de dedicar en cada entrega del Repertorio Americano algo al genio Libertador de América, lo único bien grande que tenemos, sin duda.
De la Memoria de Instrucción Pública que en 1920 presentó al Congreso el señor García Monge, trasladamos este párrafo de cierta actualidad: las Juntas de Educación se les debe mucho (el saldo a su favor el 31 de diciembre último subía a 237617 53. La Secretaría les ha devuelto lo que ha podido; hasta la fecha, la suma de 47490 15.
Una que otra Junta, como la de San Antonio de Belén, ha logrado construir nuevo edificio escolar. Las más, han solicitado dinero para reparar los que hay, y para darles útiles a los liijos del pueblo. Pero sus necesidades son más. melilla que las escuelas públicas imparten una enseñanza más racional y provechosa, a medida que amplían su radio social y económico y se incorporan a la vida de la comuni.
dad, sus necesidades y an siendo mayores y por lo tanto, los gastos, que no deben escatimarse, esto lurará tanto tiempo como tarden las escuelas en crearse rentas propias, a lo que llegarán sin duda alguna.
Caila vez se ve más clara la necesidad de clar este paso grave: la independencia económica del Departamento de Educación. Quie tenga Suis entas a la orden en uno de los Bancos de la ciudad y que las administre por su culenta y riesgo. Es muy poco lo que se hace y se hará, mientras las rentas destinadas al fomento de la cultura pública se consoliden en el Tesoro Nacional. Siempre vivirá la Secretaría en estrechez y dificultades; no podrá impulsar con holgura y presteza tantas actividades útiles que darían vida nueva a las escuelas y colegios. También hay que aumentar las rentas. Esta reforma y otras de capital importancia y urgente implantación, como el Consejo Nacional de Educación, el Patronato de Estudiantes en el Extranjero, están consultadas en el proyecto de Código de Educación presentado oportunamente a la Secretaría por sus autores, don Justo Facio y don Luis Felipe González, y estudiado ya por una comisión de Inspectores de Escuelas y Directores de Colegios. probado ya por el Gobierno del señor Aguilar Barquero, es ley de la República, una de las más importantes y trascendentales que le ha tocailo en suerte. promulgar. Es bastante probable que dentro de poco este Congreso conozca de tal Código; del patriotismo y de las luces de Uds, dependerá que salga con bien de la aventura.
Historia: El Congreso de 1920 desaprobó, desgraciadamente, el Código de Educación do que antes se ha hablado.
Pero a él tendrán que volver, con modificaciones, tarde o temprano. propósito, en estos días nos reconfortamos con la lectura de las Obras do Sarmiento. Pues bien, en el tomo 49, Memorias, nos hemos hallado, muy complacidos, este párrafo de una página en que se recuerda al Ministro don Manuel Montt, de Chile. Trascribámoslo: Al llegar (Sarmiento) de Europa dijome (don Manuel Montt. Cuál es el resultado en dos palabras de su viaje educacional? y sobre esas dos palabras. está montado toilo el proyecto de educación primaria que presentó al Congreso.
corazón. llena de gratos recuerdos agrarios.
Por eso ha leído (vuelto a leer, ciertos de los artículos) este libro con gusto.
Tiene el campo también su inoraleja. El antor, a veces, casi siempre, se la busca o se la snca. Cierta ética rural anima la obra. Sin moraleja el campo nos gusta más.
Al autor, ciertamente, le interesan nuestros campesinos, en lo pintoresco sobre todo. Describe bien y humaniza el paisaje, que ha observado en todas las estaciones, con cierto sentido civil y artístico. Le complace pintar nuestros campos. Enfoca hábilmente el aspecto trágico del pueblo costarricense.
Modesto conoce bien los animales (pájaros, insectos, que son los más difíciles de conocer)
que viven en los campos. Los conoce como artista (en lo pintoresco) y como hombre de estudio o de ciencia. Conocedor de animales y plantas de Costa Rica, como pocos, es el autor.
Creo que Modesto no nació en el campo; de ahí que na vez que otra, en el libro, sintamos como que ciertas apreciaciones están erradas. Nos parece que a ratos su visión del campo es imaginaria, sentimental. Tal vez uno que otro cuadro nos ha parecidlo ficticio. Pero digamos también que conoce bien nuestra tierra. Como cazador que ha siilo, y es. Digamos que posee también experiencia infantil del campo.
Los bueyes le interesan a Modesto, y el altículo Por los buejes, deveras emociona. Cuando alzamos los ojos y vemos estas altiplanicies cultivatlas, civilizadas, sentinos que al buey le debemos un monumento como expresión de gratitud.
Le interesan tanıbién los viejos del campo. mucho, los niños. Briena piedad de escritor palpita en los artículos de este libro.
Las piezas que más nos han gustado serian estas: El patriarca moribundo, La tragedia de ñor Romano (de lo mejor. Para toclos lu Dios, Al medio dia, llacia el mar, El machetazo, EL barranco de las brujas, Derón y El eterno amor.
Del estilo? Digamos que los artículos están escritos en función del periodista que antes era Modesto. con ello hemos dicho que el estilo peca un tanto. De quie. El tono declamatorio (aspecto social, moral, de ciertos pasajes) también es de periodista. El periodista tiene mucho de orador; se propone persuudir, Algunas de las ilustraciones de Solano nos han parecido bien. asu a la privina 199. El libro: lléroes del campo. Escenas y pai.
sajes de la vida rural de Costa Rica. Episodios y anécdotas de la vida rural de Costa Rica, también se lee en la cubierta, con lo que el libro se define. Talleres Gráficos de La Tribuna. 1929. San José, Costa Rica.
El autor: Modesto Vartínez, que ha tenido la bondad de obsequiarnos con un ejemplar. Ilustraciones de Solano.
Este lector ama el campo, nació en él, pasó hasta la mocedad en él. Tiene la cabeza (o el (1) Esas dos palabras fueron: rentas propias y edificlos propios. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica