REPERTORIO AMERICANO 73 La nebulosa primitiva se fué conPropósito la palabra estampada, como el trato densando en planetas y en sistemas social y las visitas van esquemasolares. Pero, en el orden de la pu Del número de Monterrey. Correo Literario do tizando en la tarjeta. Ese tono me.
blicación literaria, parece que los Alfonso Reyes. Rio de Janeiro, Junio de 1930.
dio de voz que correspondía a la planetas los libros fueran la pricarta literaria, pocos se atreven a mera fase del fenómeno. Luego, sin derramarlo en sus libros, y no siemdejar de ser lo fundamental, los lipre los que lo hacen son bien enbros van irradiando su nebulosa, su tendidos. este propósito, encuenatmósfera atómica, cada vez más tro en Jean Prévost estas justas cargada y fina. Primero surgen las observaciones: revistas. para llenar los intersticios «En otro tiempo, todos los bueentre los libros; después, para llenos escritores se comunicaban entre nar los intersticios entre las revissi directamente y de viva voz en tas, aparecen los periódicos literarios, el círculo entero de la gente cultihoy tan en boga, que suelen ser vada, o bien escribían todos los días quincenales o semanales, y que tiecartas inacabables. En nuestros días, nen por abuelo común, aunque olel mundo culto se ha extendido vidado, a aquel gentilísimo huésped mucho, ya no hay necesidad de ende los domingos de Florencia, 11 viar por carta más noticias que las Marzocco, viejo ya de treinta y puramente privadas, y así diariacinco años.
mente se consume mucho papel en Hoy, este género de pliegos se ha cosas perecederas. Creo que, en nuespopularizado como un verdadero síntros días, hay que imprimir las cartoma del siglo. No todos saben que tas y las conversaciones. Pero en uno de los primeros en esta senda ellas no daríamos lo mejor de noha sido Joaquín García Monge, besotros mismos. Qué sabe Ud. Peneinérito de las letras americanas, trarca creía que iba a sobrevivir quien, desde San José de Costa Rica, por los versos latinos de la Africa, hace mucho tiempo que sirve de y sobrevive por sus sonetos galantes.
centro de reunión a los jóvenes esVoltaire, que po sus tragedias y su critores de nuestra lengua, primero llenriade, cuando realmente sobrecon sus colecciones Ariel y Convivio, vive por lo que él llamaba sus briy más tarde con su Repertorio AmeAlfonso Reyes bonadas del Candide. Conseils uur ricano, donde viene recogiendo cuanVisto por Garcia Cabral jeunes littérateurs, par Charles Bauto artículo o noticia interesan a los delaire, suivis un Traité du Débudestinos espirituales del Nuevo Muntant, par Jean Prévost. do. En el orden exclusivamente literario, La revista literaria y el periódico li El periódico literario no sólo se disLes Nouvelles Littéraires, de Paris han terario son ya dos estratos inconfundibles, tingue de la revista literaria por su asservido de fecundo ejemplo. Periódicos de dos niveles intencionalmente distintos. Sin pecto material, que en aquel tiende al este tipo han prendido en las más diver torcer mucho las perspectivas, puede de pliego in extenso de los diarios y en ésta sas tierras, planta propicia a todos los cirse conjugando escalas entre París, Ma tiende a la forma del folleto. El perióclimas, tal vez por ser mucho más ági drid y México que la Nouvelle Revue dico literario no sólo es más breve que les y libres que los antiguos Suplemen Française es a Les Nouvelles Litteraires, la revista literaria. Por pequeñas que sean, tos hojas especiales de los diarios: las como la Revista de Occidente es a la Ga las revistas de Juan Ramón Jiménezabundantes y autorizadas reseñas biblio ceta Literaria, como Contemporáneos es a Si, Ley y nuestro Indice de grata recorgráficas del veterano Times, de Londres; Bandera de. Provincias.
dación revistas eran. También la Carlos «Lunes de Imparcial. de Madrid, Los periódicos de campanario o de perdo Diego, o el Dia Estético, que hace unos cuantos años lanzaban fir queſa ciudad, y aun lo que Hilaire Belloc de Santo Domingo, o hasta las hojas que mas y establecían reputaciones; los «Do llama la Free Press (diarios más de doc aparecieron en Buenos Aires y luego en mingos de La Nacion. de Buenos Aires, trina que de información, sin respaldos Montevideo bajo el título de Revista Oral. hoy convertidos en un magazine de in de empresa anónima ni pactos con agen No: la revista literaria y el periódico terés más general. En España, sin hablar cias internacionales de noticias, y redac literario se distinguen, además, por la de la Gaceta Literaria, que todos conocen, tados por un grupo homogéneo, con ideales diferencia de intención: la revista propodría citarse cerca de una docena: sólo definidos) siempre han recurrido a la li cura ser una breve antología de obras en una provincia, en Murcia, recordamos teratura, por afición unas veces, y otras, literarias en verso y en prosa, en tanto la hoja que Juan Guerrero aderezada para para llenar los huecos. Pero ya también que el periódico ofrece su principal inLa erdad, hace unos siete años, y que los grandes diarios de empresa comercial terés (aunque todavía deje el sitio de estaba ya como deseando arrancarse del y nutridos por los servicios telegráficos honor a la parte antológica) en las nodiario, y luego la casi revista Verso y reservan regularinente un rinconcillo a ticias sobre escritores o libros, en el ruProsa, de poética y cristalina nitidez. En la rúbrica literaria, al deleite poético. mor de abejero artístico, en el aroma de cuanto al Papel de Aleluyas, de Huelva, Esta rúbrica cuando cae en manos de jó vida literaria que trae entre sus páginas.
me figuro que no aparece más, porque venes, suele tener una gran eficacia com Es un tono menos poético y un tono más nunca más lo he recibido. En Buenos bativa. Entre las más finas y poéticas, práctico que la revista. Va dejando de Aires, el Martin Fierro, de aguerrida recuerdo aquella Rosa de los Vientos que ser la diminuta biblioteca de páginas esmemoria, y ahora la Vida Literaria que redactaban Sánchez Reulet y Moreno, dos cogidas, y es, cada vez más, estuche de Samuel Glusberg publica con cierta irre muchachos platenses.
instrumentos y gaceta de avisos para el gularidad, pero que por fortuna parece El Pen Club de México, en sus días de trabajador literario. Si acepta aún fragya bien cimentada, pertenecen a este apogeo, bajo Genaro Estrada, todavía su mentos de libros o verdaderos artículos, mismo tipo. Ultimamente han aparecido tilizó un poco más, con aquellas Pajaridos valientes hojas juveniles: Número y tas de papel, diminutos pliegos que daban (1) Me complazco en recordar aqui una pequeña reLetras, pero éstas son más bien pequeñas cuenta de un libro, de un hecho, de una vista de Jaén, consagrada cosas de Jaén, a la hisrevistas que tienden naturalmente a ser reunión, de la llegada de un huésped ilus toria y la literatura locales, a los intereses espirituales.
grandes revistas. En Guadalajara la de tre. Acaso esta atomización del producto del terruño de Juéo, cuyo mayor atractivo para mí está en el nombre, que recuerda la gustosa Cena, de México, con Bandera de Provincias exce literario sustituye a lo que en otros tiem Baltasar de Alcázar. La revista se llama: Don Lope de lente publicación, la flauta provinciana Sosa, y su sección de noticias: En Jaén, donde residor.
pos era el salón, o a lo que era también da por primera voz una nota de igual el trato epistolar; a lo que más tarde ha En Jaén, donde resido, afinación y altura que el órgano de la sido el café. La tertulia, la conversación vire Don Lope de Sosa, diréte, Tones, la cosa Capital literaria, van pasando de la viva voz a wie braca dil yne hus oído.
men, de Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica