Kropotkin

REPERTORIO AMERICANO 103 Señor director: La novedad li. La vida de Lord Byron teraria de estos días es la vida de Lord Byron, por André Mau De El Espectador (Saplemento Literario. Bogotá rois, que se ha publicado en las últiinas ediciones de Candide y que seguramente estará circulando en volumen cuando estas líneas sean conocidas por los lectores de El Espectador. Es un libro maravillosamente escrito y poderosamente documentado: una honda y ágil biografía psicológica en la que nada falta de cuanto exige el genere, acaso el inás difícil de todos, y que en Francia, en estos tiempos, la recibido un impulso formidable.
Maurois ha conseguido darnos mua obra, si no de la tersura y de la perfección de su vida de Shelley, indudablemente mucho más viva que aquélla, mucho inás sanguínea, mucho más humana y, por lo misinomucho más apasionante. La compleja trama de los instintos, de las influencias que bullían confusamente en el alma de ese misterioso niño predestinado del dolor, de la belleza y de la gloria, está analizada hilo a hilo, fibra a fibra, con maravillosa lucidez, con cruel escrúpulo, con amor trémulo y, como he dicho, con el respaldo de una rica documentación. Aún no ho leído ningimo de los ecos que ha de suscitar la ida de Byron, y Loril Byron escribo sobre mi personal impresión. Pero creo 110 equivocarme si ase es quo este libro no posee la trepidación, guro que ella será un triunfo insigne ni el grito, ni la secreta resonancia, ni para el autor y proporcionará a los la lunilile y grandiosa gravedad del públicos intelectuales. puede hablarso asi primero. Es in fuerte esbozo, una recoparadójicamonte. emociones indelebles. pilación de slatos, ma serie do aguasLeyendo estas páginas y juzgando un fuertes inconclusas, inordidas por la poco superficialmente nuestra época estandarizada, seca y monótona, surgo desde Armando Solano luego la observación de cuán impropicia Bordeaux, noviembre de 1929.
es para el florecimiento del genio, del genio imponente y tempestuoso, personal, solitario, si so la coin para con los mejores tiempos caballerescos y románticos, INDICE cuando las pasiones mostraban un juego amplio y bello, mm cmpnjo salvaje, quo Legenda aut adquirenda 110 era controlado y deprimido por la tiranía social.
a la fiebre de la acción y que tienen lo antiartístico de la vida no peinada ni adornada. Pero que dolor tan lacerante se desprende de estas páginas, manchadas aquí y allá con la sangre seca y con el lodo de las trincheras. Así, Ja traducción francesa de este libro ha siilo acogida sensacionalmente, aunque, como digo, no lata en él una emoción tan complicada, sutil y penetrante como en el do Reinarque, ni se muestre el íntimo conflicto humano, la desesperante contradicción que nos obsesioua cuando leemos Le Songe, la obra que ya pudiéramos Ilamar vieja, de Moutherlant, sobre la guerra.
Contra la corriente absurda que quiere el olvido, un olvido rå pido, injusto, peligroso. para todas las cosas de la guerra, que quisieran algunos ver hundidas en el áspero tumulto de las pistas deportivas. reaccionan estos libros encendidos y rencorosos, mensajeros de una gran justicia insatisfecha, que imponen, sin decirlo, el análisis previsor de la enfermedad bélica cuya reaparición pudiera precipitar vacilante cultura occidental en la definitiva bancarrota.
Mejor que allá en nuestras idilicas democracias, heridas apenas muy de cuando en cuando por dolores que son como el sarampión de las naciones, aquí on Europa es donde un observador, por poco inteligente que sea, puede darse cuenta del número y de la calidad de cosas, de sentimientos, de posibilidades, que isesinó la guerra, aunquo, coino toilo catilclismo, haya dado nacimiento it otros.
Así se explica que por sobre toclas las bellezas de la simple literatura, tan decaída la pobre en su antiguo concepto.
los cerebros, los corazones y las nanos se tiendan, en un arranque unáuimo.
hacia las páginas húmedas, calientes, goteantes de lágrimas, de sudor y de sangre, en las que algunos de aquellos que padecieron la inenarrable tortura, la relatan de wa sola vez, como en el afán de expulsar ima verdad que los habría cuvenenade.
Nosotros, que tan ajenos parecemos al esta cuestión, no lo somos en realidad.
No lo somos. Para el pasado, quizá. Poro no para el porvenir, porque mustras epúblicas, en la sociedad de las naciones, en los organismos que se inspirant en iguales propósitos, y dentro de su obra legislativa y política, pueden y deben contribuir a consolidar la futw il pay del mundo sobre fundamentos inalterables. Esa literatura, tan fuera de la literatura, vuelvo a decir, que siembrit en las almas el asco definitivo de la matanza, no será estéril para allestias nuevas generaciones, que, no obstanto las diferencias de tiempos, siguen habitando el suclo. volcánico siempre, del trópico. Es, en todo caso. um alimento muchas veces superior a la novela sin entrañas y a la banal pugna de las esculelas retóricas.
Pero mi propósito en esta carta no es acer um estudio del libro de Maurois, sino llamar la atención hacia el curioso fenómeno, inuy sintomático, de que los únicos libros que logran acaparar la admiración de los lectores europeos y despiertan el fervor de la crítica y los comentarios de todo yénero, son los que tratan el tema inagotable de la guerra.
y no ciertamente para elogiarla, ni para poner sobre ella los esmaltes de una falsa retórica, ui para recomendar ciertos heroísmos al recuerdo de la posteridad.
Cunndo la punzanto obra de Remarque, it Ouest rien de noureau, ya bien conocida en Bogotá, no ha dejado de provocar el universal juicio de entusias110, viene la de otro soldado alemán, que bajo el título de Guerra nos da ma sintesis descarnada, palpitante, nerviosa, de la horrenda hecatombe. Claro Conile de Rollezno: Carlos VII. De la seris Vidas españolno del siglo XIX. 50 Balmes: El criterio. 00 Jorge Manach: Estampos de San Cristóbal. 00 José Ortega y Gasset: Expíritu de la letra. 30 Benito Lynch: Las mul calladur. Xovela. 00 Montaigne: Priginais e cogidas. vol. pusta 50 Montaigne: Ensaior pelagógicos. 50 Emerson: llombres simbólicos. 25 Emerson: La ley de la vida. 25 Emerson: Die: ensat yos. 25 Emerson: Die: mecos ensayos 25 Emerson: Doce ensayos. 25 Bernard Shaw: La casa de las pena. 00 Bernard Shaw: La otra isla de John Bull 25 Ligones: Poemas solarirgos.
Publo Nerada. repusculario. Poesins. 00 Luis Araquistuin: La aronia antillana. 50 Pedro Prado: Asino, Novela 00 Pedro Kropotkin: Eticu. 00 Pedro Kropotkin: Lox ideales y la realidad en la literatura rura. 00 La reforma escolar en Francia. 35 Angel Calirera: Los animales inspiradoTrn del hombre. 50 José Vasconcelos: Tratado de letafisica 00 Dirijose al Adr. del Rep. Ant. 00 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica