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344 REPERTORIO AMERICANO Del homenaje argentino a Mariátegui Tomidio de la Vida Literarist. Buenos Aires.
los señalados por la divina fatalidad de la Belleza. Soñando su aurora roja al dormirse en la eternidad, éste que por su amor al pueblo y a la justicia revolucionaria, pudo ser tal vez um Couthon sin guillotina. Queriendo la dicha de los débiles y de los tristes esto fulminado del destino, sobre cuya lápidn podría exhibirse al modo de un antiguo epitafio, el elogio de la glicina tronchada: Moreció de su dolor, Leopoldo Lugones In memoriam, Estimé mucho en José Carlos Mariátegui la libertad del pensamiento, la nobleza del propósito, la valentía del entusiasmo y la claridad de la expresión.
El Perú, a no dudarlo, ha perdido en él un buen escritor, que al acabar de formarse, habría sido un escritor excelente. Faitába. le, en efecto, condensar su abundancia; madurar aún en sí mismo la sustancia nacional que es para el espíritu lo que para el árbol el jugo de la tierra; libertad al artista genuino que había en él, del sociólogo extranjero que precisamente por falta de raíz desmoronábase en paradoja. Había abrazado, en efecto, la excesiva quimera de aplicar el socialismo: es decir un invento alemán, a la redención del pueblo peruano; y extremista por impaciencia como todo temperamento generoso, fué desde ahí a la apologia del comunismo bolchevique cuyo experimento fatal han debido rematar en Méjico a tiros. Creyéndose, así, avanzado, y lo era sin duda por el sentimiento y la voluntad, incurría como tantos, inclusive yo también hasta la víspera, en el mismo error de los ideólogos liberales que nos trajeron el constitucionalismo francés. y anglosajón, fracasado por desarraigo natural en estas tierras. Mas, era ya visible que su talento sustraíalo al artificio ideológico, llevándolo ahora último a la justa apreciación de falacias de igual jaez como el nacionalismo continental y el americanismo indolatino hispánico, que es una consigna rusa contra los Estados Unidos, o en el mejor de los casos, una desdichada adopción de la envidia europea ante el éxito del coloso. Por ahí es también lamentable su desaparición, ya que, no obstante las apariencias, salga siempre tan difícil hallar un escritor de pensamiento propio.
Ahora bien, esta cualidad que en él descubrí desde que un artículo suyo me cayó a la mano, y de lance para mejor, motivo una simpatía compartida, por decirlo así, tamen digressio et discessio, según nos lo acuerda con superioridad la aristocrática virtud de la tolerancia. Do éste, pues, que fué el mejor entre todos los izquierdistas, tuve afecto y consideración que, me bastan y me obligan al homenaje ante la estela truncada de su sepulcro. Pues se ha ido, en efecto, antes de la sazón, bien que ya florido y doloroso como todos Elogio hecho elegia. Ha muerto cuando comenzaba a ser indispensable. Empresa severa y honrosa será la del que pueda biografiar su espíritu. Sabemos que él, tan deleznable de cuerpo, ha.
bía amamantado su pensamiento en una leche fortiMariitegui sima; sabemos que era de Oleo do Julin Coulesido.
los muy señalados entre los hispanoparlantes con el. Aunque sov un escritor my poco autobiográfico, le derecho y el deber de rescatardaré yo mismo algunos datos sumarios: Naci el 95. a los 14 nos de la insolvente chåchara años, entré de alcanza rejones a un periódico. Ilasta 1919 tra de cenáculos, parlamentos, unibajé en el diarismo, primero en La Prensa, luego en El Tiempo, versidades y cafés; sabemos que finalmente en La Razón, diario que fundé con César Falcón, esa mirada de poderosa atención Humberto del Aguilar y otros muchachos. En este último diaque él volcaba sobre el mundo, rio patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918, nau panorámica y minuciosa a la seado de política criolla, como diarista, durante algún tiemvez, solía abrirse también hacia po redactor politico y parlamentario, conoci por dentro los dentro; sabemos de su destreza partidos y ví en zapatillas a los estadistas. me oriente resuel innumerable y profunda en el tamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tan peligroso buceo de las ideas, y teos de literato inficcionado de decadentismos y bizantinismos de su sensibilidad opulenta como finiseculares, en pleno apogeo. De fines de 1919 a mediarios de un verano: de todo eso, que sin 1923 viaje por Europa. Residi mas de dos años en Italia, don duda basta para sobornar al olde les posé una mujer y algunas ideas. Andure por Francia, vido, sabemos; pero, yo sólo quieAlemania, Austria y otros países. Mi mujer y mi hijo me to rememorar aquí al hombre, impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con al al prometido a inuerte de la gunos peruanos para la acción socialista. Mis articulos de verdad y la libertad que era eso esa época señalan las estaciones ile mi orientamiento socia hombre.
lista. mi vuelta al Peri, en 1923, en reportajes, conferen Cosa desoida, casi fabulosa, cias en la Federación de Estudiantes y la Universidad Poesa, en España y Anrérica. Allá, pular, articulos, etc. erpliqué la situación europea e enicie durante siete años, la mozada, mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme que se había dejado enseñaral método marxista. En 1924 estuve, como ya le he contado, sin aprenderla juventud por un a punto de perder la vida. Perdi una pierna y quedé muy viejo y qué viejo! siguió apadelicado. Habría seguramente ya curado del todo, con una centándose con mansedumbre esexistencia reposada. Pero ni mi pobreza, ni mi inquietud in tabular, interrumpida apenas por telectual me la consienten. Desde hace seis meses, mejoro poco alguna sonrisita epigramática, a poco. No he publicado más libro que el que usted conoce. pero más por reverencias de saTengo listos dos y en proyecto otros. Ile ahl mi vida en pocas cristán bajo la bota del más empalabras. No creo que valga la pena hacerla notoria: pero no botado de los dictadores. Aquí, puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy en la América de Guzmán Blanun autodidacta. Me matriculé una vez en Letras en Lima, co, Veintemilla, Melgarejo, Díaz.
pero con el solo interés de seguir un curso de latin de un Patiño, Leguía, Ibáñez, etc. saagustino erudito. en Europa frecuenté algunos cursos libre bemos lo que pasó y lo que mente, pero sin decidirme minca a perder mi carácter extrapasa. Caciques de chistera, caliuniversitario y, tal vez, si lasta anti universitario. En 1925 la fas con estancias o minas, miliFederación de Estudiantes me propuso a la Universidad como cos de sociologia infusa, doctores catedrático de la materia de mi competencia; pero, la mala analfabetos y redentoristas, son voluntad del Rector y, seguramente, mi estado de salud, trus los propietarios de la democratraron esta iniciativa.
cia, que tapan sus escamoteos de De una carta al Director de La Vida Literaria. Enero 10 ile 1928)
mancos con retórica más manca. Tengo una salud inestable. Salvé hace tres años de la todavía. El sufragio universal los muerte a costa de una amputación y hasta ahora sufro las ha decretado pluscuam perfectos.
consecuencias de esa crisis yue me dejó mutilado enfermo. Juzguese lo que importa que en(Pasa a la página 817)
tonces aparezca un hombre libre. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica