José Carlos MariáteguiMarxism

142 REPERTORIO AMERICANO contratados para que presenten el lado tribuirla con la modernidad de la ciencia.
contrario, el lado por donde hay lumi. Cómo queremos pretender que unos nosidad y no tiniebla. Qué dicen de la hombres constituídos en Junta adminisBananera cuya historia palpita, porque tren la electricidad del país? Es allá en es fresca y ha sido repetida y conde el Norte en donde la técnica de los nada día tras día? Ah, se le llena de negocios está concentrada para organizar elogios y la república no existiría sin y explotar la energía eléctrica de la el sustento espiritual y económico que América entera.
ella ha podido darle. en un país indiferente esa propaganda crecerá. No hay generaciones que También de la Electric Bond and la contengan. No hay legisladores que Share Co. dirán los mismos turiferarios tengan claro el concepto de unidad que organizados para perpetuarse en el país, debe privar en las leyes. Si avanzamos que vino a despertarnos a la civilizaen el campo de la electricidad, retroceción. La presentarán influída de grandes deremos hasta quedar de nuevo en el designios benéficos y maldecirán la legismás espantoso vasallaje, Esta es la realación que ha osado limitarla. La elec lidad que le toca vivir a un pueblo tricidad sólo ella podrá generarla y dis indiferente.
Juan del Camino Cartago y setiembre de 1930.
Del tributo cubano a José Carlos Mariátegui De 1930. Habana. y éase la entrega pasada Hombre de letra viva nanera le dejará establecido el sistema y el trust lo aplicará aprovechándose de los mismos hombres que lo sustentan sin temores ni vacilaciones. Llevarán al Congreso la protesta contra la nacionalización de la electricidad y dirán los legisladores que empecinarse en sostenerla es hacer sombrío el porvenir del país. La prensa unánime, la prensa diaría, tendrá columnas para los turiferarios del trust. En sus redacciones se sentarán con mando esos turiferarios.
Muchos abogados darán estudios luminosos, muchos personajes y personillas acoinodarán gente en las barras del Congreso. Veremos el mismo desfile sumiso que ahora nos está tocando ver. Se clamará contra la Junta del Servicio Nacional de Electricidad y se la culpará de todos los males que son consecuencia de la implantación del trust. nues. tros legisladores irán diciendo que erraron los que en. 1928 nacionalizaron la energía eléctrica y sus medios de producción. Muchos de los que enardecidos pidieron tal legislación acusarán también su pecado y. cxigirán que la ley se tumbe. el trust con todo su aparato de conquista triunfará.
No profetizamos. Esa facultad puede desarrollarse en aquel que viva en un pueblo de carácter complejo. Pero entre nosotros los sucesos que han de venir son hijos de los que van ocurriendo.
Somos un pueblo indiferente y si hoy parece que enloquecemos celebrando la legislación avanzada y previsora, tiempo después, calmado el espasmo, nos recogemos dentro del carapacho de la indiferencia y los listos y malvados pudren lo que fué sustento de nuestra admiración. Hay necesariamente falta de educación. Las generaciones crecen sin el aliento superior. Qué sustento pueden tener en los jovenes las leyes si ellos despiertan a un medio en el cual el negocio, lo que aquí se entiende por negocio, está por encima de la legislación? Para hacer el negocio hay prontitud y destreza, acatamiento. coraje y hasta traición. Los grandes intereses extranjeros cuando encuentran tropiezos, cs decir, legislación previsora, revuelven las aguas del negocio y salta de allí la legión que impone el triunfo.
Sin profetizar entonces, decimos que todo hace ver que la organización malvada de que se sirvo la United Fruit Co. para obligar al Congreso a quo tumbe la ley saludable, quedará montada, lista a desacreditar la nacionalización de la energía eléctrica. Esa organización tendrá que ser funesta en el futuro del país. Está constituída por personajes y personillas y todos vocean el principio de la incapacidad del país para crecer sin el influjo del capital extranjero, es decir, sin la entrega a ese capital de todos los recursos económicos que poseemos. Dan a esas organizaciones capitalistas alcances civilizadores que no tienen, porque no han sido concebidas por creadores de patrias, sino por hombres de negocios que buscan el rendimiento crecido. sin la explotación sin ley, despiadada, envilecedora, del ser humano, no existe rendimiento centuplicado. Los turiferarios de esas explotaciones son El caso de Mariátegui parece ser el de un entregarse a medias a la Revolución. La revoescapado de la literatura convencional, de más lución es una obra política. Es una realización o menos entretenimiento al uso, que retorna concreta. Lejos de las muchedumbres que la un día con la certidumbre de haber hallado su hacen, nadie puede servir la eficaz y válidarumbo cierto. Desde ese momento, se instala mente. en una realidad que antes acaso no hubiera Leyendo sus ensayos de la escena conterpodido percibir, y la hace campo de sus mejo poránea, se aprecia cómo había empapado su res pesquisas. Cómo no se le confunde con espiritu en la más desnuda doctrina revoluciotanto falso profeta como le nace a esta Amé. naria. Dudo que se supere en ningún otro lirica? Desde la primera palabra, nadie duda de bro similar, esa condensación de inquietudes su absoluta sinceridad: está empapada de tal políticas de una época. Los gérmenes a que sentimiento humano, de tal pasión real, que obedecia, la realidad europea del instante, se no es posible pensar que detrás haya un pres apresan en el ininucioso y fino ensamblado tidigitador más de equivocas ideas revolucio construido por Mariátegui. Pero tanto como narias.
para revelarnos las inquietudes políticas de No sabemos bien de qué modo se produce una época, es válida la obra para darnos su esa transformación: un largo viaje, un ahonda propia posición ideológica.
do contacto con el espíritu de una época en Con la actitud diáfana y las ideas gravitando sus varias y más sobresalientes expresiones, hacia un marxismo ortodoxo, le tocó ser el deun tocar de cerca otras realidades ya en ca finidor de u a realidad, la realidad peruana mino de florecer, y sobre todo, una natural in que era la que tenia más cerca. Su penisaclinación recobrada a tiempo, le hacen portador miento halló cauce propio, y lo puntualizó en de una nueva palabra que América necesita. unas cuantas direcciones, vinculadas en la raiz Se vincula a una idea, y como pone a su ser. por idénticos procesos.
vlcio todo su aliento, cobra rápidamente el La realidad le atrae a Mariátegui como a simbólico tono del apóstol. Sit idea es una fe todos los genuinos creadores. Con la realidad absoluta en un nuevo orden social y económico, se enfrenta, para recrearla. El mejor elogio en uu ordeu revolucionario, que hace de González Prada, precursor eu Una palabra tan clara, tan nuestra, como la atisbos dejados caer a lo largo de su obra es de Mariátegui, enrolada a una idea tan pre decir que predicó realismo. Pero no se trata cisa, no la había oido antes Ainérica. Apunta de un realismo convencional, como aquel que ron, a veces, los censores de un orden, la inci hizo escuela, donde lo más era creación de dental injusticia o maldad. Pero fue en todo laboratorio: aqui la realidad es el trasunto hucaso algo fragmentario, al margen de los gran. mano palpitante y limpio de toda anécdota des descontentos. La búsqueda de una integra fantástica. Su puesto está entre los definidorealidad, esclareciendo previa, metódicamente, res de la realidad, de una especifica realitodos los rincones empañados, hasta despejar dad, por cuya transformación trabajo.
los de su falsa estabilidad, nadie lo hizo de Reconozcamos que somos más dados a las este modo sistemático y concienzudo. Pero a interpretaciones líricas, que a fijar el alcance la vez que tomaba ese camino lleno de ries de los hechos, aunque los sepamos base única gos en una América todavía en pleno feuda. de todos los balanceos humanos. Los factores lismo ideológico, adquiria una mayor responi económicos constituyeron para Mariátegui, por sabilidad: la de hermano mayor de una juventud el contrario, el punto de partida de sus espeque se orientaba por idéntico credo. quizáculaciones y prédicas. Por esa posición contambién la de conductor de otra categoria me creta, con tanta certidumbre mantenida, repre.
nos feliz y más urgentemente necesitada la sentó en América el genuino revolucionario de los humildes. Porque como habia escrito doctrinal. es esta posición la que ha de lleen uno de sus comentarios. No es posible varle a condenar el despego de los intelec Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica