182 REPERTORIO AMERICANO les enseS.
en esta noche!
lo que cuanto lo volvían a oir, decían, abrazándose co picudos. Bramó una vaca, y dijo un mandarin cantaba como le nacía del corazón, sincero y limo hermanos. Qué hermoso es el canto del cito joven. Oh, qué robusta voz! iqué pája bre, y el artificial cantaba a compás, y no salía ruis. ñor!
to magnífico! Es una vaca que brama. dijo del valse.
Venían de afuera muchos viajeros a ver el la cocinerita. Graznó una rana, y dijo el man. mi gusto. esto es a mi gusto. de.
país: y luego escribian libros de muchas liojas, darincito. Oh, qué hurmosa canción, que sue cia el maestro de música; y cantó solo el pájaro en que contaban la hermosura del palacio y el na como las campanillas! Es una rana que de las piedras, tan bien como el vivo. luego, jardín, y lo de los naranjos, y lo de los peces, y grazna. dijo la cocinerita. entonces rompió tan lleno de joyas que relumbraban, lo mismo que lo de las rosas roji. negras; pero todos los libros a cantar de veras el ruiseñor.
los brazaletes, y los joyeles y los broches! Treindecían que el ruiseñor era lo más maravilloso y. Ese, ese es. dijo la cocinerita, ta y tres veces seguidas cantó la misma tonada los poetas escribían versos al ruiseñor que vivía ñó un pajarito, que cantaba en una rama sin cansarse, y el maestro de música y la corte en un árbol dul bosque, y cantaba a los pobres. Ese! dijo el mandarin mayor: nunca creí eutera lu hubieral oido con gusto una vez más, si pescadores los cantos que les alegraban el cora que fuera una persona tan diminuta y sencilla. no hubiese dicho el emperador que el vivo debía zón: hasta que el emperador vió los libros, y dei inunca lo crei! será, mandarines amigos ¡si, cantar algo. El vivo? Lejos estaba, lejos de la contento que tenía le dió con el dedo tres vueldebe ser! que al verse por primera ver frente a corte y del mae tro de música. Los vió entretenitas a la punta de la barba, porque era mucho nosotros los mandarines, ha cambiado de co. dos, y se les escapó por la ventana.
lo que celebraban su palacio y su jardín; pero lor. Oh, pájaro desagradecido! dijo el man.
cuando llegó a donde hablaban del ruiseñor. Lindo ruisenor. decía la cocinerita: el darín mayor, y dió tres vueltas redondas y se. Qué ruiseñor es este, dijo, que yo nunca he emperador desea oírte cantar esta noche. cruzó de brazos.
oído hablar de él. Parece que en los libros yo quiero cantar, le contestó el ruise Pero mejor mil veces es este pájaro artise aprende algo. esta gente de mi palacio de ñor, soltando al aire un ramillete de arpegios. ficial, decía el maestro de música:porque con porcelana, que me dice todos los días que yo no. Suena como las campanillas, como las cam e pájaro vivo nunca se sabe cómo va a ser tengo nada que aprender. Venga ahora mismo panillas de plata! dijo el mandarincito.
el canto, y con éste, se está seguro de lo que el mandarin mayor! vino, saludando hasta el ¡Lindo ruiseñor! a palacio tienes que venir, va a ser: icon éste todo está en orden y se le suelo, el mandarín mayor, con su túnica de seda porque en palacio es donde está el emperador. puede explicar al pueblo las reglas de la música.
azul celeste, de florones de oro. Puh! ipuh. palacio iré, iré, cantó el ruiseñor, con el emperador dió permiso para que o do.
contestaba el mandarín, hinchando la cabeza, a un canto como un suspiro: ipero mi canto suena mingo sacase el maestro al pájaro a cantar de.
todos los que le hablaban. Pero al emperador no mejor en los árboles del bosque!
lante del pueblo, que parecía muy contento, y le decía ni ipuh! ni ipih! sino que Él emperador mandó poner el palacio de lujo: alzaba el dedo y decía que sí con la cabeza; echaba a sus pies, con la frente en la estera, es y resplandecían con la luz de los faroles de seda pero un pobre puscador dijo que él había oídə perando, temblando hasta que le decía ile. y de papel los suelos las paredes; las rosas al ruiseñor del bosque y que éste no era com?
vántate! el emperador.
roji. negras estaban en los corredores y los atrios, aquel, porque le faltaba algo de adentro, que él. Levántate. Qué pájaro éste de que habla y resonaban sin cesar, entre el bullico del gentio, no sabía lo que cra. El emperador mandó deseste libro, que dicen que es lo más hermoso de las campanillas: en el centro mismo de la sala, terrar al ruiseñor vivo y al otro de la caja se lo todo mi país?
donde se le veía más, estaba un paral de oro, pusieron en la cabecera, en un cojín de seda, con. Nunca he oído hablar de él, nunca. dijn para que e ruiseñor cantase en él: y a la cocinemuchos presentes de joyas y de argentería y el mandarin, arrodillándose en el are, y con los rita le dieron permiso para que se quedase en la lo llamaban por título de corte cantor de alco.
brazos cruzados. no ha sido presentado en pa puerta. La corte estaba de etiqueta mayor, con ba y pájaro continental, que mueve la cola colacio.
siete túnicas y la cabeza acabada de rapar. el mo el emperador se la manda mover. el. Pues palacio ha de estar ruiseñor cantó tan dulcemente que le corrían en maestro de música se sintió tan feliz que escri¿Que el mundo entero sabe mejor que yo hilo las lágrimas al emperador: y los mandarines, bió un libro de veinticinco tomos sobre el ruise.
tengo en mi casa?
de veras, Iloraban: y, el emperador quiso que le ñor artificial, con muchos esdrújulos y palabras Nunca he oído hablar de él, nunca dijo pusieran al ruiseñor al cuello su chinela de oro: de extraña sabiduría; y la corte entera dijo que lo dl mandarín: dió tres vueltas redondas, con los pero el ruiseñor metió el pico en la pluma del había leído y entendido de miedo de que los brazos abiertos, se echó a los pies del emperador, pecho, y dijo gracias en un trino tan rico y tuviesen por gente fofa y de poca educación, y con la frente en la estera, y salió de espa das, vigoroso, que el emperador no lo mandó matar de que el emperador se pasease sobre sus cabezas.
con los brazos cruzados, y arrodillándose en el porque no había querido colgarse la chinela. Pasó un año, y emperador, corte y pais cono.
aire.
en su canto decía el ruiseñor: No necesito la cían como cosa de sí mismos cada gorgeo y el mandarin empezó a preguntar a todo el chinela de oro, ni el botón colorado, ni el bi vuelta del pájaro continental. y como que lo palacio por el pájaro. el emperador mandaba rrete negro, porque ya tengo el premio más gran podían entender, lo declaraban magnífico cuise.
a cada media hora a buscar al mandarin. de, que es hacer llorar a un emperador. ñor. Cantaban su valse los cortesanas todos. Si esta noche no está aquí el pájaro, man Aque la noche, en cuanto llegaron a sus ca los chicuelos de la calle. el emperador lo candarín. sobre las cabezas de los mandarines he sas, todas las damas tomaron sorbos de agua, y taba también, y lo bailaba cuando estaba solo de pasear esta noche.
se pusieron a hacer gárgaras y gorgoritos, y ya con su vino de arroz. Era un valse el imperio. Tsing pé. Tsing pé! salió diciendo el se creían muy finos ruiseñores. la gente de es. que andaba a compás, con mucho orden, al mandarín mayor, que iba dando vueltas, con los tablo y cocina decía que estaba bien, lo que es gusto del maestro de música. Hasta que una nobrazos abiertos, escaleras abajo. los mandari mucho decir, porque ésa es gente que lo halla che, cuando estaba el pájaro en lo mejor del nes todos se echaron a buscar al pájaro, para mal todo. el ruiseñor tenía su caja real, con canto, y el emperador lo oía, tendido en su caque no pasease a la noche sobre sus cabezas el permiso para volar dos veces al día, y una en ia ma de randas y colgaduras, saltó un rezorte de la emperador. Hasta que fueron a la cocina del pa noche. Doce criados de túnica amarilla lo suje máquina del ruiseñor, como huesos que se caen lacio, donde estaban guisando pescado en salsa taban cuando salía a volar, por doce hilos de se sonaron las ruedas, y paró la música. Se echó de dulce, e inflando bollos de maíz, y pintando le. da. En la ciudad no se hablaba más que del can la cama el emperador, y mandó amar a tras coloradas en los Pasteles de carne; y allí les to, y en cuanto uno decía rui.
médico. El médico no supo qué hacer: y vins dijo una cocinerita, de color de aceituna de. señor. llamaban ruiseñor a los niños el relojero. El relojero, mal que bien, puso las ojos de almendra, que ella conocía el pájaro que nacían, pero ninguno cantó nunca una nota. ruedas locas en su lugar, pero encargó que usa. muy bien, porque de noche iba por el camino Un día recibió el emperador un paquete, que sen del pájaro muy poco, porque estaban gas.
del bosque a llevar las sobras de la mesa a su decía El Ruiseñor en la tapa, y creyó que era tados los cilindros y el ruiseñor aquel no podia madre que vivía junto al mar, y cuando se can otro libro sobre el pájaro famoso; pero no era en verdad cantar más de una vez al año. El saba al volver, debajo del árbol del ruiseñor des. libro, sino un pájaro de metal que parecía vivo maestro de música le echó encima un discurs)
cansaba, y era como si le conversasen las estre en su caja de oro, y por plumas tenía zafiros, al relojero, y le dijo traidor, y venal, y chino esllas cuando cantaba el ruiseñor, y como si su diamantes y rubíes, y cantaba como el ruiseñor púreo, y espía de los tártaros, porque decía que madre le estuviera dando un beso.
de verdad en cuanto le daban cuerda, moviendo el pájaro continental no podia cantar más que. Oh, virgen china! le dijo el mandarin: la cola de oro y plata: llevaba al cuello una cin. una vez. En la puerta iba ya relojero, y toda¡digna y piadosa virgen. en la cocina tendrás ta con este letrero. El ruiseñor del emperador vía le estaba diciendo el maestro de música masiempre empleo, y te concederé el privilegio de de China es un aprendiz, junto al del emperador las palabras. traidor. venal! ichino espúreo!
ver comer al emperador, si me llevas adonde el del Japón!
jespia de los tártaros. Porque estos maestros ruiseñor canta en el árbol, porque lo tengo que ¡Hermoso pájaro es. dijo toda la corte, y de música de las cortes no quieren que la gente traer a palacio esta noche.
le pusieron el nombre de gran pájaro interna honrada diga la verdad desagradable a sus amos. detrás de la cocinerita se pusieron a correr cional. porque se usan estos nombres en China, Cinco años después había mucha tristeza en los mandarines, con las túnicas de seda cogidas pomposos y largos: pero cuando puso el emperala China, porque estaba al morir el pobre empe.
por delante, y la cola del pelo bailándoles por dor a cantar juntos al ruiseñor vivo y al arti rador, tanto que tenían nombrado ya al nuevo, la espalda: y se les iban cayendo los sombreros ficial, no anduvo el canto bueno, porque el vivo aunque el pueblo agradecido no quería oir ha.
un otro decía Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica