REPERTORIO AMERICANO 27 de su taller, martillo en mano desde ción periódica a la llanura húngara en bre. Su hija Alicia había sido encarcoque amanece; allí está el obrero genial la estación del laboreo del suelo, se lada durante años; la esposa anciana y trabajando en la obra de consolidar una encuentran de la noche a la mañana muy enferma. Al producirse el Armisnación de cuyos diversos y opuestos con que los fabricantes de fronteras han ticio de la gran guerra, al siguiente componentes se diría que él es el vín levantado una, fija, terrible, impenetra día, Masaryk salió de los Estados Unidos culo formidable; y quizás sea ese carác ble, que les cierra el paso hacia la de Norte América con rumbo a Europa.
ter el secreto que ha inovido a sus llanura. Bohemia y Moravia constituían Estaba en el mar cuando sus conciudaconciudadanos a hacer de su presidencia la gran region industrial del antiguo danos lo eligieron presidente de la un género de institución inconmovible, imperio Austro Húngaro; de repente república. Los austriacos lo habían deno obtante la repulsa con que dentro esos centros industriales se topan con clarado traidor por su empeño de libertad del sistema republicano se miran tales otra muralla, la frontera y la tarifa en favor del pueblo checo, constituído privilegios en favor de un hombre, sea aduanera que les dificulta el paso hacia al fin en república libre.
cualquiera su contextura mental y su el mercado. Cosas artificiales, infantiles Serio, alto, delgado, de mirada peneética de gobernante. Por otra parte, tal vez; pero en la realidad internacio trante y escrutadora, en mitad del camcuestiones internas de la nación man nal y en la vida de trabajo, formida po, así aparece en una fotografía que tienen cierto desconcierto en el pueblo bles y crueles.
tenemos al frente. Visto así, el presidente por causas de las que son razón el Masaryk había tenido que alejarse de Masaryk hace pensar en el centinela nuevo estado de cosas político, la confi su patria desde 1914, y peregrinar, de continente grave quo se mueve desguración política, el molde físico como peregrinar. Sus convicciones políticas paciosamente de aquí para allá, alerta, vesi dijéramos dentro del cual ha sido le habían cerrado las puertas de la lando por la seguridad de su campamento.
preciso vaciar la nueva unidad, el nuevo patria obligada entonces a la servidum ¿Qué otros pueblos de la tierra pueestado, la nueva república, y esta es la den ufanarse de contar en su favor con cuestión de las fronteras: los pastores Rubén coto un vigilante de la altura de ese ilustre slovakos que acostumbraban la emigra Costa Rica. Julio de 1930.
checo. La Tempestad Si cabe hacer un homenaje a las naciones de la libertad, yo dedico mis palabras a Francia con ocasión del aniversario de su 14 de Julio, Sas voces redobladus se elevan al espacin como voz de Montaña y voz de Tempestad.
Dario Este es wu sordo rumor de múltiplas voces; de voces varoniles y de voces femeninas y de cocos infantiles.
Es como un mar en donde cada ola dice un canto: imprecación del sicrio desnudo y sangrante y quejas de los hambrientos y gritos desesperados de todos los humanos andrajos.
Llanios de niños huérfanos y abandonados y rechinar de los gones de la inclusu y de las pucrlas de todas los hospitales.
Reclamos de las madres eternas y sufridas cu cuyos sagrados vientres se agitan. czos instintos. sollosos de las virgenes inmoladas a los goces infccundos. cantos misteriosos y trágicos de las prisiones; inclúricos lamentos de las cadenas y las carlancas y al cs itoso ruido de las articulaciones de las guillotinas.
Protesius de las tabernas oscuras. e infectas; zu el niño que dice: tengo hambre el viejo quc cxclama moribundo: tengo frio; y el mancebo por ciyas arterias rotas fluye la vida como en un torrente, e inconforme lansu una blasfemia al ciclo: ipor qué sacrificar mi hiermosa juventud áurca? al insulto y la injuria y la maldición y el odio y la enganca y la perfidia.
ilus rocés de las alegrías salvajes y los grios de las tragedias y de los crímenes.
Todo este torbcllino de monstruosos acentos todo este maridaje de iscordes harmonías, esic musical coniubernio de la Victoria de la Falalidad, oh! Tié, rancia Magnifica, lo recogiste en tu liru de mil cuerdas, y en un gran dia del siglo.
lo condenserste en algo eterno y terrible.
Esta tros de cocos se llenó de ficras crigencias y de chergías destructizas y renozadoras; esta Tempestad, cuyo cco rerumbante sc capande en los ámbitos de la Historia, es un poder tiriante de los humanos destinos cu el lenguaje expresiro del Cosmos se llama Revolución.
Esta os enorme, robusla y divina whirgió de los antros misteriosos de la vida se pirso on murcha.
En la penumbra lejana del horizonte hay un claror de incendio: cs esta vos que se acerca en forma de Tempestad.
Oh! Francia, tú cras el recinto ingiolado de la bellesa imortal.
Tú habías agotado todas las excelencias del alma.
Tú conocías todos los instintos de la vida.
Tu Historia era el santuario del mundo: hacia li zenían sedientas la curiosidad las peregrinaciones.
Tu culto supremo era el cullo de la heroicidad y la galantería.
En las naves de tus templos reposa la memoria aleccionadora de tus varones claros y de tus reyes generosos y espléndidos.
El bronce y el mármol manicnían el recuerdo de tus batallas, de tus amoras y de las ensueños.
Tii habías tenido un pocta que cantó a la rosa un rey santo, con una flor por corazón; y a Voltaire riente y a Racine trágico.
Tú supiste de todas las grandes victorias: las victorias de la bellesa y las victorias de la mueric.
Tú fuiste alınegada y conquistadora; si ius liéroes entregaban su espada, 110 por ello dejaban de ser grandes y nobles; y si moriun, era recitando un verso o proclamando su patricia fidelidad filial.
Oh! tus fiestas cortesanas y tus sedas, y tus encajes y tus perfumes jutus oros y el resplandor sugestivo de las mujeres bellas, y las raptos y las entregas en los jardines y los celos furiosos y los desafíos galantes, los minuets y las margaritas y el Lis, y los blancos cisnes en los reales cristalcs.
Contra todo esto que es esplendor y hermosura, oh! Francia adorable y dulce, viche la ruidosa Tempestad lejana.
La empestad rueda como un vértigo de carros rechinantes; como los carros grotescos de los Bárbaros.
Fuerte y renovadora; repletos sus senos focundantes de poderes infernales y de ansias y de verguncas.
Su cabellera incendiada como un millón de antorchas sus gritos agudos y sangrientos, pavcrosos y espantables, hieron la calma nocturna como si fueran rayos.
En e inmenso liendo del firmamento, se proyectan en proporciones extraordinarias, las formas incontables de esta sombra, y se dijera que una legión de satánicas dir inidades descicnde de los ocultos recintos del Olimpo.
La Tempestad 10 se detendrá en su progreso inexorable: haciu donde lo hace con designios obstinados.
Franciu, no tienes un Ande que le proteja, en cuya coraca de despeñaderos y de abismos, se quebrante esta fuerea ciega del Universo.
Sobre tus campos de landas y de jardines, cstu horrenda linicbla coronada de llamas Se precipita hacia sus fines concretos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica