Imperialism

REPERTORIO AMERICANO 111 como la quo el anás empeñado opositor Doctrina Hoover, según la cual los aguas, tierras, recursos económicos, todo, podría hacer. Nosotros decimos que es Estados Unidos nunca ejercerán ningún lo que la América mestra reserva para simplemente aplicación del esmeril. En poder político sobre el Continente Ame si o para quienes puedan convertirlo en el fondo de la censura aparece la con ricano sin consultar con representantes fuerzas de bienestar y libertad commes, vicción tenaz de que su nación tiene un de los otros estados americanos de im liene que estar, por acatamiento indisdestino providencial que cumplir con la portancia.
cutible, ligado a la voluntad do los EsAmérica, la América Latina, que dice él. En esos cuatro resultandos muere toda tados Unidos.
Su mente se pone a tono con la ideolo la censura de Raymond Leslie Buell, el Como se ve, hasta los que se organizan gía de los que combaten la penetración Research Director de la FOREIGN Policy, en el Norte con el ánimo de condenar norteamericana. Es una forma de crear contra la política desorientada seguida los principios despiadados y rapaces del un estado de ánimo favorable a los prin por los Estados Unidos con estos países imperialismo, sucumben ante la necesidad cipios de «reorientación, de la política de América Latina. La nueva orienta de no debilitar el concepto de majestuosa de los Estados Unidos. Reconocido él co ción que Buell pide no entraña ningún superioridad en que se tiene a la nación mo gestor de estos países, precisamente principio diferente de los que el impe que se expansiona sobre nuestra América.
por la franqueza con que examina los rialismo sigue sin escrúpulos ni vaci No nos hagamos, por lo mismo, ilusiones métodos con que el Norte los trata, nada laciones. Ante todo el reconocimiento y cuando una ave do esas bata sus alas hará difícil la aceptación de principios de la supremacía que sobre nuestra sobre nuestras cabezas, démosle el grano, que sirven a los designios del imperialismo. Apiérica tienen, por destinos superiores, si es por cansancio que ha detenido su Buell quiere hacer a un lado la idea los Estados Unidos. Qué es ese recono vuelo; disparémosle la londa, si es que imperialista, le molesta que su nación ciento sino el grito del Imperio? Aires, otea la presa.
proceda tan ostensiblemente y para leJuan de Camino procharla, acude al imperialismo alemán, Cartago y agosta do 10.
sumido ya en el olvido. El uso de la fuerza en el Caribe y en otras partes, para prevenir a otros estados que la usen en Véanse estas patrias en el espejo.
el futuro, es en realidad una variación de (Viene de la prigint 101)
la desacreditada doctrina de Von Moltko de «guerras preventivas. Ni siquiera Bis las cadenciosas danzas ancestrales; po rosidad, según corresponde a todo acto marck la podría digerir; sin embargo apli drán, en las clases de la High School, de verdadero amor.
camos una variación de ella al conduciranalizar textos ingleses; pero en lo in Al levantar el vuelo desde el aerónos con nuestros vecinos del sur. Quién timo del hogar en español expresa sus dromo de San Juan no vimos la bande los que han alzado bandera contra el sentimientos. si los observadores nor dera porque ningún buque hispario surimperialismo norteamericano no suscriteainericanos tienen en cuenta para sus caba las aguas del puerto. Pero en la biría la censura de Buell?
cálculos otros factores que los enuncia bruma matinal el sol puso vetas purpúMas no hay que comprometer la ad dos en guarismos, no dejarán de sor reas y amarillas. dejamos la ciudad, miración sin llegar a lo real del pensaprenderse de que pueblo tan chico, tan en donde sólo cinco días habíamos vimiento del escritor. Afirmamos que si indefenso, muestre tal grandeza en de vido, con emoción honda. Bella tierra, es honrado al enfocar severamente la fender, en la miseria, tradiciones que pueblo digno de mejor suerte, drama co política exterior de su nación, cuando desde hace un cuarto de siglo están pre injusto y fatal vasallaje. Tronaban meya tienen que proceder de acuerdo con tendiendo barrer escobas de oro.
tódicamente los tres motores del avión, el examen de los hechos que le gritan y un gran silencio llenaba nuestra alun cambio radical de política, esfuma la Gratitud de España merece Puerto ma. Con la cabeza vuelta acariciamos fuerza, se apaga ante la idea del destiRico. El pueblo, unos cuantos periodis. los últimos salientes de la ciudad prino civilizador de su pueblo. No puede tas abnegados y un grupo de cultivamero, y luego las últimas rompientes do ningún norteamericano colocar sus con dores del comercio espiritual entre Puerto la costa. Sobre el mar fúlgido, durante. vicciones o sus aspiraciones personales Rico y su olvidadiza metrópoli, favorecen mucho rato, subsistió la melancolía, y por encima del principio guiador del con labor noble, y sin otro premio que no se disipó sino cuando esta resolución crecimiento de su nación. Buell es de el anímico, este españolismo infuso en brotó súbita. Volveremos; ésta ha sido los norteamericanos que infunden fe, que la masa boriquèña. Cada vez que un una primera visita nada más. Hay licomprenden lo injusto que es reducir al barco español, de tarde en tarde, deja bros que no se dan jamás pôr leidos vasallaje a multitud de naciones que la bahía, unas monjitas tremolan sobre muy pocos. hay tierras poquísimascondenan el imperialismo. Pero cuando la albura de sus tocas, desde la azotea de las que uno no se resigna a partir tiene que justificar el destino de su na de su convento, la bandera de España. para siempre. Puerto Rico, la islita des.
ción, sofoca sus aspiraciones y pide para ¡Gran espectáculo transido de sentimiento venturada del Caribe, que tiene en su ella todo lo que mira como rapacidad intimo, pudoroso, a pesar de su anchu escudo un cordero, es una de esas tierras.
y abominación en otras naciones poderosas. es que las fuerzas del mal son Hernández Catá infernales y cuando contribuyen a dar esplendor a un pueblo, son ellas las que señorean.
La «reorientación» de la política de los Estados Unidos proclamada por Buell, Era bella, bella como Citerea la que recibió ella el dulce maravilloso co. la reduce, despues de fulminar contra surgió de las olas; la que con sus blan nocimiento de que en ella moraba un el imperialismo, a cuatro principios: cos dedos exprimía suavemente el océano inmenso poder divino que fluía toAcuerdo inter americano prohibiendo la que goteaba de su blonda cabellera. Se rrentes como en rayos dorados sobre los venta o arrendamiento de territorio a llamaba hombres yertos y sombríos: luz y calor un estado no americano para la cons los catorce años ya obraba mara. que brotan de algún sistema solar para: trucción de bases navales o aéreas o un villas y como la cruel y brillante mon la tierra miserable. ella reconoció que canal. Abandono de nuestra política taña magnética atraía y aniquilaba los este poder irradiaba como la electricidad actual de no reconocimiento en favor de bajeles vivientes y sus tripulaciones. universal de sus blondos cabellos, del una política de reconocimiento de cual Mirad! Bajo sus miradas todos los mu gris azul de sus ojos, do sus senos pomquier gobierno que sea de hecho un chachos del Gimnasio devinieron hom posos y relucientes, de sus manos blancas, gobierno capaz de hacer frente a sus bres y todos los hombres se hicieron de sus vestidos de brillante seda.
obligaciones. Establecimiento del muchachos del Gimnasio. uno de los Así vivió ella, desde que empezó a engranaje arbitral para el arreglo de todas muchachos le dirigió una esquela en la vivir, como las grandes diosay: hecha do las disputas concernientes a la pérdida cual estaba escrito. te anbelo hasta amor. De los cantos de los hombres sude los derechos de propiedad de los morir. Entonces pensó ella. De qué plicantes vivió ella, de las quejas de los extranjeros en el Continente Americano. frases puede el hombre vivir, vivir. Así ojos húmedos, de los salmos de los coA.
El crepúsculo de los idolos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica