216 REPERTORIO AMERICANO Efrén Rebolledo De Revista de Revistas México.
SOFue un hombre recatado, sobrio.
Esas cualidades nos imponen, al hablar de él, sobriedad y recato. No usemos frases que hubiera juzgado excesivas, fuera de lugar, como un fuerte apretón de manos en medio de una lemne recepción diplomática.
Más que el panegirico exaltado, conviene a su memoria el ensayo breve que, sin profundizar, resbala sobre las facetas de una obra, sobre los instantes de una vida.
Ni biografía ni anécdotas, aunque sea una voz de sirena la.
que haga la invitación al viaje por un atractivo derrotero, entre este punto de partida y el punto final que es, más bien un guión, una estela fúnebre en el cementerio de la Almudena.
sus Efren Rrbolirio Poeta sensual en la acepción recta, y tainbién en la torcida del vocablo Rebolledo esculpe y modela por el placer artístico de escribir lo que, cercano o distante, causa un placer a la vista y al tacto. El placer terminaría alcanzando el objeto, para el mortal común, que se conforma fácilmente con la satisfacción inmediata. El artista se abstiene de esa satisfacción, sin renunciar por completo a ella. como el santo. Sólo la retarda o transforma, por refinamiento. Así oscila entre la posesión y el renunciamiento, lo mismo de mujeres que de cosas bellas.
Por eso, al hablar de recato en este poema, no debe entenderse que se trata de un escritor tímido que poda sus frases. Su recato era espiritual, individual: Un recato que le impedía, con barreras infranqueables, decir a una inujer o confiar a un amigo, aun en tono de confidencia, aquello que expresaba en imágenes libremente. Podremos comprender esa aparente contradicción que ofrece un escritor que al mismo tiempo se muestra imperturbable, frío en su trato, y apasionado, vehemente, en si obra?
Pensemos que es un hombre que al mismo tiempo se nos muestra en la intimidad y cava, con su actitud, un foso ante su puerta; pero la contradicción sólo es a parente, porque él sabe dónde está el límite entre la fantasía, que le pertenece como reino propio, y la realidad, que es de todos.
En una época en que los libros de verso eran voluminosos, Rebolledo se complace en reducir el volumen y am el formato Libro de Loco Amor, como si quisiera confirmar, con hechos, la sentencia. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Su refinamiento al hablar de él Taboada nombra al personaje de Huysmans: Des Esseints. 110 se limita a la calidad del estilo por él pulido y trabajado, según las recomendaciones de Gautier.
Va más allá y gusta de las edi.
ciones cuidadas; tipográficamente, como Rimas Japonesas y Caro Victrix, libros en que el bibliógrafo encuentra el estuche digno de la joya.
Hay que omitir, según sus deseos, la obra primeriza, ya que en los últimos años el poeta había olvidado los libros quo publicó en Guatemala, a principios del siglo y que refundió más tarde. Una antologia dispuesta por él en Madrid. Joyelero. nos llegó casi al mismo tiempo que la noticia de su muerte. través de esa obra poética, Rebolledo no se desvía del camino que se trazó en COmienzos. riesgo de aparecer como un retrasado él, que había salido a luchar con los de las avanzadas se mantuvo fiel a su estética, que coincide con la del grupo de los parnasianos, salvo en un punto; su erotismo, que ha señalado Villaurrutia en reciente nota certera, como la tónica que lo salvó, destacándolo de un grupo de escritores que aun se dejan seducir por la apariencia fría de las cosas, sin añadir a las rimas pasión.
En la prosa de Rebolledo, más que en sus versos, quedó la huella de sus peregrinaciones: en Hojas de Bambú, el Japón; en la Saga ile Sigrida la Blonila su novela mejor lograda. la tierra de Ibsen, donde el escritor a quien honramos encontró su companera.
El ambiente de México, del México de hace quince años, quedó pintado por él, en su aspecto más favorable, en Salamandru.
El teatro le atrajo una sola vez y entonces trazó la tragedia de la vieja raza en El Aguila que cae.
Su bibliografía comprende, además, crónicas, cuentos, novelas cortas.
El tercer aspecto que la obra de Rebolledo ofrece, es el do traductor: labor ingrata que él ennobleció, porque no la hizo.
como trabajo forzado; sino poniendo en ella amor y preocu paciones de estilo que los traductores suelen desdeñar.
Fué el primero que vertió al castellano el libro Intentions. Pusa a la página 924)
Ha muerto en Madrid, a los cincuenta y dos años de edad, Efrén Rebolledo, el poeta mejicano. Formaba parte de la Misión diplomática acreditada en la corte, y era el consejero de la Legación, cuyo jefe es Enrique González Martinez, el gran lirico, y en que figura además, como secretario, Jaime Torres Bodet, uno de los mais seguros valores nuevos en las letras americanas. La tradición que una a la representación diplomática de Méjico en Jadrid un alto prestigius literario. Riva Palacio, Peza, Sierra, Icaza, Nervo, Urbina, entre otros mantiénese hoy con tanta brillantez como en otros días.
Efrén Rebolledo llev. zba pró. rimamente un año de estar entre nosotros. Apenas habia frecuentado la vida literaria, por motivos de salud, muy quebrantada en estos meses iltimos. Uno de sus libros impreso con tipos españoles, fue sul verdadero, su unico acto de presencia. No era sino reimpresión parcial de un volumen que contenia una selección de sus rimas: Joyelero. la bibliografia de este poeta, tan curiosa, le faltaba el tomo español. Arlemás de los publicados en Méjico, la lista de los suyos registra un tono de Rimas japonesas, impreso en Tokio. en las oficinas del Shimbi Shoin. el año 1907; se hizo una sola tirada de tres.
cientos ejemplares en papel crespón con ilustraciones de Shunjo Kihara; otros tomos se imprimieron en Cristiania el año 1922: Saga de Sigrida la Blonda, narración en prosa, y Joyelera.
El último contiene las poesias completas de Rebolledo. El titulo, conservado en la edición selecta de Madrid, modifica el que primitivamente sirvió al poeta cuando, después de varios tomos impresos en Guatemala, reunió el año 1907, en una edición de Paris, sus poesias juveniles. Joyeles les llamaba entonces.
Basta el titulo, muy de la época, para que un lector de poesia sitie inmediatamente la de Efren Rebolledo en el panorama de la lirica moderna. Era el momento de las es.
trofas pulidas, de los versos trabajados, de los vocablos ricos, de las evocaciones eróticas. La vida viajera del poeta(Pasa a la pugina 291)
Efrén Rebolledo, como literato, presenta tres aspectos principales, que la mirada del lector abarca en conjunto; pero la crítica destaca, como faceta principal, su obra de poeta.
Obra parca, depurada, la suya. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica