8 REPERTORIO AMERICANO In memoriam Gabriel Miró De El Sol. Madrid.
5553ENCS Gabriel Jiro Falleció este insigne escritor español en Madrid, en la noche del martes 27 de mayo pasado.
Nadie realmente con el sentido del arte y de las categorías naturales pudo acercarse al hombre y a la obra que no guardase ya un amor durarero. Una simple conversación incidental, unas pocas páginas de lectura, bastaban a engendrar la más encendida devoción. De tal jerarquía eran el hombre y la obra, y ello explica el sentimiento general y profundo que ha suscitado la desaparición de esta vida, no obstante ser la más recoleta y apartada del público bullir que haya ofrecido nunca nuestro mundo literario. Aun aquellos que no se daban cuenta cabal de la magnitud de la posesión la han sentido integramente y como multiplicada por aquella ignorancia al perderse. sin duda son muchos los que por vez primera han comprendido, ante su tránsito, lo mucho que este hombre significaba en el panorama de sus vidas y las raíces tan hondas que tenía una amis.
tad en apariencia tan somera.
En cuanto a los que tuvimos el privilegio de acercarnos a su intimimidad, es seguro que perdemos algo único, sin reposición posible: el ejemplo incomparable de una vida humana en que el hombre y el artista, y aun cuerpo y alma, aparecían en una perfecta correspondencia de ritmo, en una unidad inseparable y como hipostática. La misma ardiente pureza, la inisma serenidad y mesura, la misma calidad entrañable de tierna reserva y grave dulzura en uno que en otro; desde la apostura patricia y aquella faz admirable. enpalidecida por las vigilias intelectuales e ilumi nada por aquellos ojos zarcos, tan altivos y dulces a un tiempo, iy tan limpios. hasta la más recóndita acción y la palabra inás fugaz, todo era bello y noble y cencido en este hombre. Jamás el hombre y el artista estuvieron más concordes y en armonía más precisa. Hasta su palabra hablada correspondía exactamente a la escrita; hablaba como escribía; el mismo orden regía el estilo coloquial y el literario. Sabiendo lo que era este estilo, uno de los más ricos y perfectos que ha tenido nunca nuestra literatura, podría acaso pensarse en cierta afectación de la plática.
Pero nada más lejos de la impresión efectiva en quien le oía. tal punto este estilo cra expresión de natural y espontánea de la personalidad, horro de todo a feito retórico. Junto al suyo, todo coloquio aparecia vulgar y rastrero; simplemente y con frecuencia, oyéndole, se tenía la impresión de oír por vez primera el idioma en su justedad y belleza pristinas.
Al igual de su estilo, en pocos hombres ha sido la obra de arte expresión tan genuina de su humanidad, y ninguno que haya amado más apasionadamente la obra del espíritu ni profesado más pura la moral de su oficio. Jamás escribió por escribir, por emborronar papel y amontonar libros; la obra de arte era para el obra de destilación, de espíritu colmado, de contemplación larga y minuciosa, y jamás se separó un fruto de su rama que no fuese en perfecta sazón.
Así, nada menos formulario, menos de pauta retórica que su obra. esto es lo que le separa fundamentalmente de la mayoría de los estilistas, aun de los más grandes. Junto al suyo, apenas hay estilo que no trascienda a molde y a pentagrama, a construcción externa y esfuerzo premeditado.
No entenderá a derechas este estilo quien no lo vea simplemente como la expresión directa de la personalidad, de un modo peculiar de ser y sentir, y do ahí su caracter casi único, inimitable e intraducible.
La gloria literaria de Gabriel Miró puede decirse que se inicia ahora con su muerte, según triste costumbre en nuestro mundo literario o al menos en el presente. Quedan en su haber unos cuantos libros a los que ya nadie regateará la inmortalidad, y de los cuales habría bastado uno solo para asegurársela cumplidamente. Pero aún se necesitarán quién sabe cuántos anos de crítica y de cultura nacional para que se llegue al reconocimiento de lo que desde hace años es para mí punto menos que axiomático: que Gabriel Miró es uno de los más grandes escritores que ha tenido la literatura castellana, y su prosa, la más bella y original con que cuenta el idioma desde sus comienzos hasta nuestros días; y por lo que a mí atañe, no conozco su semejante ni dentro ni fuera del castellano.
Por otra parte, no discernira tampoco derechas la significación de Gabriel Miró el que coloque su obra en el curso de la novela ni el que la clasifique en la rúbrica de la prosa.
El secreto último de Gabriel Miró e3 que en esencia es un poeta que em.
plea la prosa como instrumento de expresión, y tan músico como poeta, y precisamente por ser a tal punto poeta. de músico y de poeta son todos los procedimientos y resortes de su arte, y de ahí ese elemento inefable que es la esencia de la música y de la poesía, y que prevalece con tal abundancia en la obra de Miró, haciéndola fundamentalmente intraducible.
Muchos otros aspectos ofrece la obra de Gabriel Miró, y seguramente que ya los imi desentrañando la critica de que hasta ahora hemos venido careciendo; pero sin duda uno de los más característicos y primordiales es su levantinismo, su expresión mediterránea, de las más puras esencias levantinas, que cifra por modo incomparable su terruño natal, el más bello y típico de Levante. Toda la obra de Miró girá en torno de la llanada alicantina, entre la Sierra y el mar, y es una apasionada glosa de ella. esta pasión es sin duda lo que le permitió intuir por afinidad, de manera tan vivaz y portentosa, la Galilea de Jesús. Bien hará Alicante en glorificar a nuestro poeta, en la seguridad de que jamás tendrá cantor (Pasa a la pdgina 13. lle nacido en Alicante. Tengo cuarenta siete anos. Mi padre era ingeniero de Caminos. En su biblioteca, además de los libros de Ciencia, tenía otros de viajes, de llistoria, de Mística; las obras de Larra, del duque de Rivas, una Divina Comedia, un Quijote, una Biblia. Estudió Teologia, estudió Leyes; después se hizo ingeniero. Hombre de mucho recogimiento, de una gran pureza, le gustaba la música el campo. Escribía con claridad elegancia. Asi hablaba suavemente; nunca le oi un grito.
Una hermana de mi padre se casó con el pintor alcoyano Lorenzo Casanova, que residió muchos años en Roma; hombre de finisima serisibilidad, era de los pocos pintores que en aquel tiempo leian; él leyó ávidamente; yo pasaba muchas horas a su lado.
Ali primera obra literaria fué una descripción de un día de campo, tema de examen de mi tercer año de estudios en el Colegio de los Jesuitas de Orihuela. Ganė el premio una meilalla de plata. Al siguiente curso, el padre Buriel, comentando el anterior, me dijo que no me ranagloriase de aquella recompensa, porque se habia concedido por equivocación.
No sé cuál de mis libros prefiero. Todavía está muy cerca de mi el último. Creo que en El obispo leproso se afirma más mi concepto de la novela: decir las cosas por insinuación. No es menester estéticamente agotar los episodios. Pero ya se sabe que el libro preferido es siempre el que queremos escribir.
Se han traducido las Figuras de la Pasión al inglés, al danés y al alemán. La versión alemana todavía no ha sido publicada. Se han traducido se están traduciendo otros libros míos al francés, al inglés (El abuelo del Rey, El humo dormido. Pana a la página 10) Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica