REPERTORIO AMERICANO 227 trágicos del Escribimos esta página, Los grillos jueces, sino del capricho del de manera especial e inten amo. Su voluntad es ley, cionada, para el lector exContribución al estudio del régimen su voluntad es fallo sin tranjero. Hombre libre en penitenciario de Juan Vicente Gómez apelación. Fernando Márun país libre, acaso nunca quez los lleva desde hace tuvo ocasión de ver estos. Envio del autor e 21 años. Casi por igual tienbárbaros instrumentos do po han oprimido los pies de tortura sino en un museo un varón digno do Plutarco: histórico, donde se les conRafael Arévalo González.
serva como testimonio de Estos no son sino ejemplos civilizaciones absurdas y de aislados. Nunca estuvieron opresión sin ejemplo en las vacías las cárceles del desdemocracias de hoy.
potismo, y menos que nunca Sin ejemplo, dije, y dije la hora de escribir esta mal. Porque en Venezuela, página acusadora. Hay crispor desgracia, no han pasatianos a quienes se les redo todavía los grillos a los machó, no uno, sino dos estantes de los museos. El hasta tres pares de grillos uso y el abuso de esas cadede 75 libras. Son los condewas abominables constituye nados a la gangrena y a la uno de los aspectos más muerte. Otras vec veces se asocia despotismo. Es a dos infelices en la cadena imposible formarse uua idea infernal do un solo par de del gobierno de «paz grillos, y noche y día, ano orden de Juan Vicente Gótras año se les obliga a tan mez sin asociarla al cnadro repugnante género de conde sus cárceles, de sus vervivencia. Este es castigo gedugos, de sus grillos. ese Grillos con qne no tortura a los presos políticos en Venezuela. La jera presidiaria lus neralmente reservado para se prolonga en califica de rehabilitadores, según es calificado el régimen de Juan Vicente Gomex los militares fieles a a la patiempo a más de cuatro tria, pero no al dictador.
lustros, y en el espacio a un millón de inspiración democrática de nuestras leyes, plena luz meridiana del Siglo xx.
kilómetros de superficie.
anticipase una orden de super produc somos más de cien mil los venezolanos Sin temor a exageraciones, puede ción en los talleres del dique y en la acogidos a una hospitalidad do misericordecirse que Venezuela es un país de Escuela de Artes y Oficios de Caracas. dia; más de diez mil los condenados a una prisioneros políticos. Sólo que unos están Es de presumirse que hay obreros espe «servidumbre de la la gleba, construyondo en las cárceles, sometidos a un régimen cialistas en grillos, como los habrá segu caminos para que marchen sus opresores y suplicio y de muerte, y a otros se les concede la gracia de traficar útiles para la agricultura. Los últimos buitextranjeros: más de cinco mil los se en las por las calles. La diferencia no es esen podrían haber tenido treguas en su labor.
le ha permicial, sino de régimen. La prisión no Los grilleros, nunca.
tido el más elemental derecho de defensa.
comienza con ingreso a la Rotunda de Gómez, con una varie. Sacerdotes, médicos, abogados, hombres de a los Castillos, sino que cambia de dad fantástica en los pesos y en las letras, estudiantes, militares, obreros la aspectos en su severidad. Porque todos medidas, están formados por cuatro pie Venezuela decorosa y vertical, en una palos venezolanos, en Venezuela, son pre zas esenciales: una barra dos argollas, labra afirman en la cárcel o en el destiesos de Gómez, y todos sienten el rigor y la espiga o chaveta. Su aplicación es rro la fuerza de su idealismo desvelado.
de esas cadenas bárbarns. Unos las lle muy sencilla: se ajustan las argollas Ellos son la protesta, ollos la potenciali van en el espíritu, otros en los pies. cada una de las piernas del «enemigo. dad vindicatoria, y de ellos la aspiración No sabríamos precisar el número de se hace pasar la barra por la abertura a quo los venezolanos del porvenir, como grillos que almacena Gómez en sus er posterior de las argollas, y se remacha e! lector extranjero, sepan de la humillagástulas. La estadística no ha suminis la espiga a fuerza de martillo y de ción de estas cadenas bárbaras sólo a trado aún ese dato precioso. Pero si nos yunque. rmina así operación, y través de la toria y los museos de atrevemos afirmar que nunca han comienza el suplicio. Sa duración depen antigüedades. Tal es más que la aspirasurgido conflictos por escasez. Al mar de, no de artículo alguno del Código ción, más que la profecía, el juramento gen de cada nuevo atentado contra la Penal ni de razonada sentencia de los de la patria nueva.
Atilano Carnevali San Juan, Paerto Rico. Agosto de 1930.
especial de Los grillos.
lleva siempre netrante pero bondadosa. Ligeramente inclinada con los ojos fijos en un nido. Al anochecer, Zoológica de Londres, acompañará a su padre la cabeza bajo el chambergo de alas anchas. otra vez en el ricón de la cocina, acaso con que ya no tiene energia para trabajar.
Vestido, por lo demás, a la europea. Las pier versando con el chiquillo rotoso a quien nadie El padre de Hudson muere en 1869, cuando nas parecen aún largas en el pantalón an dirige la palabra. Hudson nunca incomoda por el hijo tiene 28 años. Nuestro hombre prolonga gosto. Envuélvese el cuello en poncho pe que siempre se está yendo. Parte con el alba. cuatro años todavia, cada vez más desordenada, queño que vuelca sobre la espalda. En la mano Lleva en su bolsillo poco dinero, un revolver y su vida de vagabundo. tan acostumbrado está un bastoncillo de naturalista. una libreta de apuntes.
a partir, que un día, en 1874, parte para InglaVive al azar de sus pasos. Rara vez cae por ¿Aventuras de amor? Quizá, en el secreto de terra, definitivamente.
la Capital. Vagabundo empedernido, incapaz los cañaverales. El idilio que es sólo una mirada, No volvió más a su patria. Pero ¿puede creerse de ganar un peso, inhabilitado para trabajos o La muchacha descalza de nuestro campo, que, que haya dejado de ser argentino? Lo era ejercicios violentos, recorre la pampa en su se entrega, al borde del camino. Mónica, des siguió siendolo en todo sentido. Para probarlo caballo, deteniéndose de estancia en estancia crita por él, la chica que nació sin esperanza permitidme apuntar rasgos diversos de Hudson y agotando discretamente el tesoro de la hos y vive sabiendo que su felicidad no ha de du que sin ser característicos de todos los argenpitalidad. Se le ve llegar sin desconfianza por rar más que un minuto único, minuto perfecto tinos, a mi modo de ver definen, sumados, al que es un humbre de paz. Sus gestos tienen en que apoyará su cara sobre el hombro del argentino auténtico, es decir, al argentino rural.
la suavidad que les imprime la timidez. No forastero.
Más que de Dios hablaba de la buena o mala bebe ni es jugador. En el rincón más apartado De tarde en tarde el bohemio de la pampa suerte. Hudson era incrédulo. Tal fué la fuerza de la cocina tomará la ración que es de todos. volverá a la estanzuela entristecida de Quilmes. del ambiente argentino que desvaneció la bruAl dia siguiente se quedará cerca de las casas, Alll leerá algún libro de historia natural, es ma mistica de su hogar protestante. Era desinobservando a los pájaros. Estará horas enteras cribirá un libro sobre pájaros para la Gacela teresado, desapegado del dinero. Era, al mismo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica