REPERTORIO AMERICANO 329 Storni, poetisa argentina Cuando Charles Dau Alfonsina como unos hombres: quiero rras, al estudiar lo que el decir, sin velos ni alegollaina «romanticismo feme De La Gaceta Literuria, Madrid.
rías, directa y claramente.
nino. en la poesía de Francia, encuenAsí lo hace también Alfonsina Storvi, y tra un carácter común en el origen exsu franqueza no dejará de producir sotranjero de las poetisas cuyas obras ha ido bresalto entre los espíritus tímidos, aun analizando apenas desmentido, dice, por a las horas de ahora.
unos normandos, que, al unirse con un En La inquietud del rosal, su primer oriental, salió, en cierto modo, de su libro, se manifiesta su propia inquietud.
raza. sienta una teoría que vale tan Es como el rosal, no adulto, cuya a vida sólo para su país, fundamentalmente impaciente se consumo al dar flores clásico, según el exegeta, desde que Juprecipitadamente. Poro las rosas naciliano hubo de elegirlo, quizá, como hedas de esa inquietud tienen también su redero de la cultura antigua si su prearoma, su aroma romántico, por supuesto.
dilección por París no se interpreta El romanticismo de Alfonsina Storni, torcidamente.
a diferencia del de la generalidad de En todo movimiento romántico quiere nuestras poetisas, y del de muchos, muver Maurras la semilla extranjera. Por chísimos poetas, no es romanticismo de algo es suizo Rousseau. En Alfonsina estampa, de cvocación, de huida de la Storni, la forma de apellido está indirealidad: al contrario, es inmersión en cando que la poctisa no es oriunda del ella, goce sensual de ella y confesión, país en que se hable la lengua que esconfidencia, lamento por el «dulce daño»
cribe; el cuerpo fino y menudo, el casufrido en el contacto. de ella, al recobello de un rubio muy claro, son más nocer que la imaginación y el deseo no de Europa que de América. Pero la libastaron para lograr el aquictamiento y teratura en lengua castellana, en uno y reposo a que, en definitiva, aspiraban.
otro continente, ya es romántica de suyo, De aquí sale toda la poesia de esta es decir, predominantemente roinántica.
mujer, gue hoy hallara imperfectos y Juliano apenas se dignó mirar Alfonsina Storni pueriles los versos de su primer hacia España; y, por lo visto, lo libro, pero que, al titularlo, enque un Juliano, porque Maurras contró instintivainente la mejor lo dice, pudo conferir con su Autodemolición definición de sí misma. El rosal. De Bolivar. Madrid.
predilección, no llegaron a conno se cansa nunca de dar rosas; ferirselo a España, con haber Ne habian ocurrido ya en la vida cosas extraordinarias, en el suyo, más que la floración nacido en ella, un Adriano, un por ejemplo: ser mujer y tener sentido común; tenerlo, y a pe constante, nos sorprende el anTrajano o un Teodosio. Muy en sar de ello, escribir versos; escribirlos y que resultaran buenos; sia de producir la rosa perfecta.
el alma ha de llevar el hispano pero no me hubiera imaginado que me resolveria alguna vez la simniente del romanticismo. a hablar un poco, nada más que un poco, mal de mí misma, 111. Una vez más la rosa es así, una mujer que, de escribir intentando mi propia demolición, convencida que en la vida símbolo de amor, como en los versos franceses, hubiera sido debemos teniler al menor esfuerzo, ya que, dedicados a esta juegos florales. Alfonsina Storni inevitablemente romántica, al es tarea, existen oficiosos amigos.
es poetisa de amor, y lo de la cribirlos en lengua española es Confieso, sin embargo, que dispuesta a ayudarlos en virtud rosa y su afán de perfeccionaromántica dos veces, por su ori de una armonia de ritmo social, no sé cómo empezar. Hablaré miento no se ha de tomar en el gen exótico y por tendencia na primero ile la envoltura, cofre, estuche, quante, tubo, vaina, sentido de depuración de un arte tural de su idioma.
casa o cuerpo donde se halla felinamente recogida mi alma poético, desde el principio sufiEn esto aventaja a las poeti astral. Ay! Tema miserable: altura, 1, 57; cubicaje: no existe: cientemente apta para comuni: sas de Francia, que, aun elogia una nariz que salta violentamente contra el cielo: dos ojos obli car su espíritu, y afirmada desdas por Charles Maurras, tienen cuos azul pizarra; una nubecilla rubia ceniza por cabellos que, pués, con la práctica del oficio.
para él cierto extraño perfil; di sabiamente recortados por un modesto peluquero de seis pesetas Lo que hace, en verdad, fuerto gámoslo, sin faltar a la galan y no teniendo otra cosa que hacer, se ciñe prolijamente al y dramática esta poesía es su tería, con un vocablo antiguo: crineo, y un pie bastante grande (calzado número 37. anotación constante de um sen.
cierto cariz bárbaro. nuestras Cuanto a la substancia: alma, luz, esencia, yo absoluto, entimiento impetuoso que se en: poetisas, y, en particular, ya cerrarlos en tan escasa armadura (ved la engañadora base. os trega sin reflexión ni reserva, y que hemos de hablar de ella, a ruego que no os acerquéis mucho, porque os estremeceria un ru la reacción reflexiva que lo da Alfonsina Storni, bien podemos sido de fiera. Pero si, familiarizados con él, hacéis el anilisis al momento su color, viéndolo considerarlas como producto naile aquel sér, os encontraréis con esta proporción curiosa: ya sin espejismos, despojándolo tural, refinado y expresivo de de aquellas galas con que su la sensibilidad do nuestra raza.
Instinto.
20 por 100 ilusión lo vestía. De aquí el saFantasia. sentimiento.
bor amargo que deja casi siemll. Cuándo enipezó a maniCorazón pre la lectura de estos versos festarse, en literatura, un espíAzúcar 70 en cualquiera de los libros de ritu femenino, cuya expresión Alfonsina. nun en el que ella compitiera en franco hablar con Con respecto a mi obra literaria, no puedo negar la opinión considera más dulce de todos, el masculino predominante? No corriente. Cómo podría un ser tan azucarado contradecir la Irremediablemente.
serán en nuestros días la con roz de Dios. Esto es, que soy una gran poetisa; pero llena de Toda la música del ainor, pero desa lathieu de Noailles, ni la horribles lunares: defectuosa, desencontrada y esperando aún sul música atormentada, aun en italiana Ada Negri, ni, antes decir mi riltima palabra.
los cantos du felicidad, que tieque ellas, Rosalía Castro o Mar No niego, no, que publiqué un rolumen de eersos allii por nen un ritmo febril, una vibracelina Desbordes Valmore; anano 1916 La Inquietud del Rosal. libro tan malo como ción dolorosa, se puede oír en tes que ellas, entre los bocados inocente, escrito entre cartas comerciales, en tiempos en que ellos. El ansia de amar, la condel Renacimiento, una Luisa Lab urgencias poco poéticas me obligaban a estar nueve horas en templación del ser amado, los bé, una Victoria Colonna hicie una oficina, ignorante, jay de mi. de mi propia sagrada lla celos, el cansancio, la desolación, ron hablar a su corazón; y una ma y de otras cosas indispensables a quien se decide a lanzar la tristeza de haber amado, se Santa Teresa también, pero su un libro. Para daros la seguridad de que este libro era rerilamanifiestan en cantoy cuya gracorazón no era de este mundo. deramente malo, os diré que se escribieron sobre él una cantivedad asume en ocasiones la mucho antes, quizá una Suldad de articulos terriblemente elogiosos y, como espuma de máscara de una sonrisa.
picia romana, sin duda una Sa leche herrida que se alza, rebasa y cae inefable imageil. mi Hombre peygenito, te nmé inedin hora, fo griega, se atrevieron a hablar. rasa a la página 981) no me pidas más. 11 19 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica