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REPERTORIO AMERICANO 277 El espíritu de la economia ibero americana Dos o tres vecer, nos encargo Omar lengo, educailor y adalid, que reprodujetamos esta conferencia de varztu, pronunciada en la Unión Ibero Americana, Madrid, en abril de 1997. Ahora nos parece oportuno complacer al amigo ausente, que sigue guiando y aconsejando. Como él, creemos que la lectura de un trabajo de esta indole drben hcerla, y meclitarla, los hispanoamericanos conscientes preocupados. Concluve. Véase lu entrega anterior)
En América y en España liay en esto de la verdad que el europeo que iba a América se economía y la moral un sentido dualista. Con reconciliaba con el dualismo, pensando que una este sentido dualista de la vida llega el espa cosa es el ideal, otra la realidad; wa el espinol a tierras de América y allí se encuentra ritu, y otra la naturaleza; pero el indio, acosindios que precisamente se caracte por umbrado al sacrificio total, 110 necesitaba trailidea de resistirlo todo, de prescindir de todo sigir con la realidad ni con la codicia. por y que no conocen el concepto de la economía. este espiritui suyo de sacrificio ocurre que el Tengo del indio america:10 la más alta y estos cuatrocientos años ha llegado a ser amo exaltada de las ideas. Le creo sobre todo y cl iumigrante, inientras que el indio signie pobre.
esencialmente el hijo de una tierra infinita. No Es muy curioso, por ejemplo, ver que el Go.
sé si será por tener yo sangre americana en bierno norteamericano ha hecho una estadística las venas, pero creo que 110 se pone las plan de las tierras que adquieren los inmigrantes tuis en tierra de América sin tener la sensación de otros paises. los dos millones de peones de lo incommensurable, de lo infinito, de lo que mejicanos que hay en la América de lengua está por encima de nuestras posibilidades, y inglesa se caracterizan en que no quieren adesto es fundamentalmente lo que da al indio su quirir tierras. Es más curioso todavía constar psicologia caracteristica. Tiene América una que las reformas que han intentado dar a tierra tan bella. Qué podrá, por ejemplo, igua los indios pequeñas parcelas de tierras, se han lar el maravilloso contraste que ofrece el cain frustrado generalmente a causa de la falta de po de Cuba, cubierto de madrugada por la neinterés del indio hacia la propiedad.
blina blanca y ver en seguida bruscamente el Asi, señores, se ha producido la economía sul sobre los cañaverales y las palmeras agita tan curiosa, en cierto modo, tan envidiable en das suavemente por la brisa. qué podrá com otros órdenes, tan peculiar de la América espetir en grandeza con las tierras mejicanas, panola. Por todos los países de la América con la inmensidad de la Panipa, con majes española han pasado ocho o diez años de bietad del Paraná o con la selva suramericana, nestar, de magnificencia, de Jujo. Una vez es que se va cerrando, tal es su frondosidad, de Chile con sus nitratos, otra la Argentina con trás del hombre que se abre con el machete sus carnics, Cuba con su azúcar, Montevideo su camino?
con su tasajo, Venezuela con el cacao, Méjico Ese indio que ha vivido eternamente en esas con su plata, y el Potosi con la plata y el oro.
tierras infinitas y pródigas, tiene la idea de que por todas las Naciones de América han pasado no puede quitarse ni agregarse nada a la be unos cuantos años de bienestar y de riqueza, lleza y hermosura de la Naturaleza y, conse que se la traducido en un lujo artistico, agracliente con esa idea, vive más al margen de dable, ameno, del que sus puede dar una idea la tierra que no en ella; si obligación es resis esta página de uma escritura americana, la tirlo todo, aguantarlo todo, lo mismo los inten señora Calderón de la Barca, quien al describir sus calores que suis fríos agudos o la brisa uma escena de Viernes Santo de 1810, en la suave de la primavera; lo mismo los huracanes granı plaza de la ciudad de Méjico, y piutar irresistibles del mar Caribe que el perfume el lujo de las damas que en ella pascaban por incomparable de los frutos de tierras de Amé. las tardes, nos dice que las «pueblanas» anrica; sii obligación es aguantarlo y resistirlo daban sin medias e: zapatos de razo y con todo, pero nunca ponerse a mejorar ni a camvestidos bordados de oro cuyo costo no bajaba biar aquello que ya el Supremo Hacedor hizo de 500 pesos.
de un modo incomparable, también a su ima. Excusado añadir que los 500 pesos de cada gell y sencjanza, por la infinitud y la gran Ito de estos trajes, hubiera hecho después deza. Muy bien, aplausos. falta para poder desarrollar las enormes riEste es el fondo del alma india. El indio es quezas naturales de Méjico.
el hijo de la Naturaleza, más que el socio o cl Eli todos los países podriamos sorprender señor. De otra parte ha de tenerse en cuenta escenas semejantes. Las tradiciones peruanas que el indio no la conocido nunca la propie. de Palma nos podian dar una página de sabor dad quiritaria. El régimen de propiedad indi semejante a la de la ciudad de Méjico. Yo valual absoluta ha sido siempre extraño para misino podía decir lo que eran en Cuba hace él. finalmente, ha de recordarse que al elle treinta anos los días de Semana Santa. Ver trar los europeos en América, cl indio recibió salir a los obreros de un ingenio con los cintos dus enseñanzas en cierto modo contrarias: una, llenos de que luego desaparecían de de resignación, se la dió el misionero; otra, de cualquier modo, en tres o cuatro horas, y codicia, el encomendero; una la toms integra y aquella gente volvia a trabajar, no trabajos fué la enscianza del cristianismo, la enseñanza livianos, ni de tres o cuatro horas de duración, de la abnegación, lo que le hizo dejarse go sino jornadas de doce y catorce horas en las bernar por los caciques, resistirlo todo, sacri rudas faenas de la recolección y entre los ficarse por todo. puede decirse en términos tachos y las calderas, trabajos penosos y duros; generales, que donde hay indios y blancos, el y sin embargo, los ahorros de cinco y seis meindio ha sido, generalmente, modelo de religio ses se tiraban alegremente en tres y cuatro sidad y fervor mistico.
horas.
Pero, de otra parte, los indios veial que Porque la riqueza de Cuba es incom parable aquellos blancos cristianos, que pertenecían a Basta arrojar y esto lo sabe cualquier cubano una religión en donde se predicaba abuegación una inazorca al azar, para que se produzca y sacrificio, se preocupaban de amontonar cau una cosecha al cabo de dos o tres meses. Pero dales, de hacer dinero, y esto el indio lo ha el dinero gastado en lujo no puede recupesentido siempre como una contradicción. Es rarse. Hay una diferencia estricta, fundamental, entre el dinero al que se le da un objeto capitalista y el que se invierte en un objeto suntuario. Si cojo mil pesetas y compro una sortija, doy de comer al joyero, pero esta sortija 110 sirve más que para halagar uma simple satisfacción de vanidad. En el acto de la compra termina toda la acción económica posible con el objeto comprado; pero si contrariamente me coinpro una maquinilla de segar yerba, y con esta máquina y la yerba que obtenga puedo sostener a una vaca y un ternero, el dinero así empleado entra en la circulación que va de lo infinito a to infinito, mientras que el invertido en lujo cae en el mundo de las cosas perecederas, que se gastan y extinguen.
En cambio el que se aplica a la producción, entra en el proceso de multiplicación, que hace que aquellos hombres, más o menos tuscus o más o menos pobres, que hicieron la independencia norteamericana en 1786, seall actual.
mente los banqueros y prestamistas de todo el mundo.
Algunos amigos que conocen estas ideas, que son mi vida, se chancean diciéndome que la prueba de su veracidad debiera demostrarse haciéndome yo personalmente millonario. Pero, aparte de que el teórico tiene ya bastante ocupación con elaborar su teoria, he de res.
ponder que las ideas no actúan tan rápidamente en el mundo de los hechos. Franklin escribia sus Indicaciones a los que quisieran ser ricos en 1736, y todavía en 1815, cuando Emerson hace su viaje a Inglaterra, lo que le sorprende es la gran riqueza que encuentra en Londres comparada con la de los Estados Unidos; pero esta sorpresa no hubiera tenido fundamento si el viaje lo hubiese hecho, como lo hice yo, en 1925. Entonces lo que le habria extrañado. y eso que era antes de la huelga de carbon hubiera sido la miseria relativa de luglaterra.
comparada con la riqueza enorme de los Es.
tados Unidos, donde, en las calles de Nueva York, se pueden encontrar 400, 000. 500. 000 mujeres vestidas como muestras actrices u nuestras marquesas, pero dificilmente una sola como las de mestras clases medias y mucho menos como las de nuestras clases pobres.
Ahora bien: la diversidad de los sentimientos económicos ha traído como consecuencia la polarización de América; una de las dos razas la que habia inglés, es la acreedora; otra, la que habla español o portugués, es la deudora. esta condición de deudora es hasta tal punto causa de ulterior einpobrecimiento, que el otro dia me contaba un patriota venezolano que las minas de petrólco de Maracaibo fueron vendidas a una Compañía inglesa por 150. 000 pesetas poco más o menos y esta Compañía pide hoy por ellas 800 millones de dólares. Es decir, que por 150. 000 pesetas han vendido los venezolanos una riqueza de 800 millones de dólares.
Estas son las cosas que me llegan al fondo del alma y me hacen creer en la absoluta necesidad de que cambiemos los españoles hispanoamericanos nuestro concepto del dinero, no precisamente para adoptar el norteamericano, sino para crear un concepto propio que sea claro y lógico, y que nos permita salir de esta situación de inferioridad en que nos encontra.
mos actualmente, Hablo yo de la necesidad de un cambio espiritual de nuestra sensibilidad económica, 110 porque no crea en la eficacia de los medios politicos para que mejoren sus Tesoros los pueblos hispanoamericanos, sino porque, aun creyendo en la eficacia de estos medios politicos, hay que reconocer que hoy por hoy no Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica